El Boletín Oficial recoge este martes las últimas disposiciones adoptadas por el Gobierno francés para hacer frente a la covid19. Entre ellas, destaca la decisión de autorizar la venta de autotest, que hasta ahora solo se dispensaban en farmacias.

Las grandes superficies francesas han peleado duro a lo largo de de la pandemia por obtener la autorización que les permitiera dispensar materiales sanitarios. Y se han quejado del «monopolio» farmacéutico, poniendo como ejemplo a Suiza, Bélgica o Alemania, en cuyos centros comerciales se venden desde hace meses los test de autodiagnóstico.

El Gobierno ha dado el paso, en vísperas de Nochevieja. Esa venta de autotest no solo en farmacias se prolongará hasta el 31 de enero de 2022.

Ayer, tras una maratoniana reunión de consejo de defensa y gabinete el primer ministro Jean Castex expuso las principales medidas incluidas en la nueva ley sanitaria, entre ellas la obligatoriedad del pase sanitario, a partir del 15 de enero.

Sorprendió que, en contraposición a esa decisión, que hace que sin estar vacunado no se pueda acceder a servicios a los que, previa realización de un test, se podía aspirar con el pase sanitario, caso de las bibliotecas, los cines y teatros, los gimnasios o la hostelería, el Gobierno francés levantara las restricciones previstas para Nochevieja.

No habrá toque de queda el 31 de diciembre, aunque las discotecas, cabe recordalo, llevan cerradas desde principios de mes en el Estado francés.

El Gobierno galo ha descartado medidas extremas. Se confirma así que el 3 de enero tendrá lugar la vuelta a clase tras las vacaciones.

Pequeña medida adicional: cuando haya un positivo en clase los alumnos/profesores que hayan estado en contacto deberán aportar un test negativo para reincorporarse a la clase.

Pagar (más) en urgencias

Sin embargo, en redes sociales, otra noticia enciende hoy el debate. La nueva ley de financiación de la Seguridad Social que se aplicará desde el 1 de enero de 2022 incorpora el pago por «el uso de servicios de urgencias que no deriven en hospitalización».

Ello ha elevado numerosas quejas de usuarios que consideran que se quiebra el principio de igualdad en el acceso a los cuidados en la sanidad pública.

Sin embargo, desde estamentos oficiales, se insiste en que solo se da un cambio «de simplificación administrativa».

Ciertamente el pago parcial ya existe, dado que el Estado francés se aplica el copago sanitario a prácticamente todos los servicios sanitarios.

Hasta la fecha el 80% del costo de esa entrada en urgencias era asumido por la Seguridad Social y el otro 20% por la mutua del paciente.

El cambio fundamental es que, desde enero, la Seguridad Social solo correrá con los gastos en casos de que esa consulta de urgencia derive en hospitalización.

Desde el Ministerio de Sanidad de justifica en la necesidad de hacer un uso adecuado de los recursos sanitarios.

La consecuencia, en todo caso, es que los ciudadanos pagarán otra factura.

Mientras, los sindicatos del sector sanitario recuerdan que, en plena epidemia, se suprimieron unas 5.700 camas en los hospitales franceses.