Más del cincuenta por ciento de la población europea habrá contraído la variante ómicron del coronavirus en las próximas 6 a 8 semanas al ritmo actual de transmisión, ha apuntado el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este continente, Hans Kluge, en base a los cálculos realizado por el Instituto de Métricas y Evaluaciones de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington.
Kluge ha resaltado que 26 países de la región europea de la OMS –que comprende 53 estados, incluidos varios de Asia Central– han notificado que más del 1% de su población se está contagiando de coronavirus cada semana.
Del total de países de la región, 50 ya han registrado casos de ómicron, que rápidamente se está convirtiendo en la variante dominante en Europa occidental y ahora se está expandiendo en los Balcanes. No obstante, ha reconocido que «hay que ser muy precavidos con las predicciones sobre el futuro».
Datos recopilados en semanas recientes confirman que ómicron es altamente transmisible porque las mutaciones que tiene le permiten adherirse a las células humanas de forma más fácil y puede infectar incluso a quienes lo han estado con anterioridad o a los vacunados», ha destacado Kluge.
Las vacunas continúan proporcionado una buena protección contra los casos severos o mortales, pero la «escala de transmisión sin precedentes» ha provocado que se esté produciendo un aumento de las hospitalizaciones. «Eso está desafiando a los sistemas de salud y de prestación de servicios en muchos países donde ómicron se ha expandido con velocidad, y amenaza con arrollar en muchos más».
Personal sanitario
Kluge ha remarcado que el personal sanitario, cuidadoras y otras trabajadoras esenciales están soportando «la mayor carga» y son los más expuestos al virus, ya ha demandado más apoyo para su bienestar y su salud mental.
Ha instado a los países de la región aún no golpeados por la nueva variante a implantar medidas como el uso de mascarillas de alta calidad en interiores, impulsar la vacunación completa, incluida la dosis de refuerzo; y preparar sistemas de respuesta que comprendan por ejemplo el aumento de test y que estos sean accesibles.
En los países en donde ya hay una ola de ómicron la prioridad debería ser evitar y reducir el daño en los grupos vulnerables y minimizar las alteraciones a los sistemas de salud y servicios esenciales.
Cualquier decisión de recortar el período de cuarentena o aislamiento recomendado a los contagiados debe ser tomada en combinación con test negativos y «solo si considera esencial para preservar la continuidad de los servicios críticos», ha advertido.
A su juicio, la incertidumbre relacionada con el coronavirus, la alta transmisibilidad de la variante ómicron y la carga hospitalaria derivada de esta hacen que sea prematuro pensar en tratar el covid-19 como una enfermedad endémica.
Kluge ha insistido en la importancia de mantener abiertas las escuelas para el bienestar mental, social y educacional de los menores y ha considerado que deberían ser el último lugar en cerrarse y el primero en reabrir.
Ómicron no será la última variante «preocupante»
El último informe de la OMS vaticina que la variante ómicron no será seguramente la última que tenga que ser clasificada como «preocupante» debido a factores como su alta transmisibilidad. El equipo técnico de la OMS encargado de analizar las vacunas contra la covid-19 ha anunciado que «se espera que prosiga la evolución del coronavirus SARS-CoV-2, y es improbable que ómicron sea la última variante de preocupación».
Hasta ahora, cinco evoluciones del coronavirus han sido categorizadas de esta forma, y bautizadas con las letras griegas alfa (primero detectada en Reino Unido), beta (Sudáfrica), gamma (Brasil), delta (India) y ómicron (también en territorio sudafricano).
El informe sopesa la posibilidad de que la composición de las actuales vacunas contra la covid-19 sea modificado para hacer frente a la variante ómicron. En este sentido, los expertos de la OMS sugieren la necesidad de que los científicos trabajen con la meta de lograr una vacuna «más sostenible y con visión a más largo plazo, que sea eficaz contra cualquier variante futura».