El Gobierno británico ha pedido perdón este viernes a la reina, Isabel II, por la celebración de dos fiestas en la noche previa al funeral del duque de Edimburgo, una revelación conocida el jueves a una última hora y que aumenta aún más la presión sobre el primer ministro, Boris Johnson.
Según el ‘Daily Telegraph’, dos celebraciones confluyeron en Downing Street el 16 de abril de 2021, en un momento en el que estaban prohibidas las reuniones en interior entre no convivientes. Al día siguiente, la reina Isabel II se sentó sola en el funeral de su marido; una de las imágenes simbólicas de la pandemia de covid-19.
Una portavoz de Downing Street ha confirmado que ese día el ex portavoz gubernamental James Slack «dio un discurso de despedida», ya que abandonaba el puesto para comenzar a trabajar en el periódico ‘The Sun’. Agradeció la labor a todos sus compañeros, parte de los cuales «estaban trabajando desde casa». La misma fuente ha señalado que en los eventos no estaba presente el primer ministro.
Inicialmente, Downing Stret evitó responder a otras dudas, pero horas después ha terminado no solo por pedir perdón sino por dirigir sus disculpas específicamente al Palacio de Buckingham. Así, considera «muy lamentable» que la fiestas se organizasen «en un momento de duelo nacional», según la BBC.
Por su parte, Slack se ha disculpado «sin reservas» en un comunicado por «el enfado y el daño causados». «Este evento no debería haberse celebrado en ese momento. Lo siento profundamente y asumo toda la responsabilidad», ha afirmado, según la nota difundida por ‘The Sun’.
Peticiones de dimisión
Johnson ya se disculpó el miércoles por asistir a otra fiesta en mayo de 2020, pero la presión en torno a él ha aumentado y ya son varios los compañeros de partidos que le piden abiertamente que dimita. La oposición también le ha exigido responsabilidades.
La número dos de los laboristas, Angela Rayner, ha cuestionado los comportamientos en Downing Street y ha afeado que la última fiesta en ver la luz tuviese lugar a solo unas horas del funeral del príncipe Felipe, cuando «la reina se sentó sola», con el «trauma» y el «sacrificio» que ello supuso, para respetar las medidas sanitarias.
El líder liberaldemócrata, Ed Davey, ha señalado también que «mientras ella (Isabel II) estaba de luto, en el número diez (de Downing Street) celebraban fiestas». «La reina sentada sola (...) fue una de las imágenes definitorias del confinamiento», ha añadido.