Emmanuel Macron se ha dirigido hoy al Parlamento Europeo para exponer las prioridades de la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea. Ha renovado ante la Cámara, reunida en Estrasburgo, las «tres promesas que cimentan el proyecto europeo». A saber, la promesa de la democracia, la promesa de progreso y la promesa de la paz.
Macron ha saludado que esos valores hayan permitido a la Unión Europea «mantener el timón frente a la prueba difícil de la pandemia».
El presidente francés se ha focalizado en la defensa del Estado de Derecho, al entender que hay un cuestionamiento ideológico «en nuestras propias fronteras» en relación a ese y otros valores universales. Y ha citado expresamente, entre los motivos de preocupación, cuestiones como la igualdad entre hombres y mujeres. Sin citarlo, el candidato no proclamado al Elíseo ha dirigido una andanada a dos oponentes de extrema derecha, Marine Le Pen y Éric Zemmour, que han hecho ostentación de sus alianzas en Hungría.
Macron ha sentenciado que sin derecho a un juicio justo, sin estado de derecho, «solo queda la arbitrariedad, es decir el autoritarismo».
Mayor poder para el legislativo comunitario
«Haremos todo por trabajar, con el diálogo pero con firmeza, para defender el Estado de Derecho, que es nuestro tesoro», ha aseverado Emmanuel Macron para confirmar su vocación de engrasar el eje París-Berlín. Y ha anunciado, a continuación, que impulsará «la iniciativa legislativa», lo que implica dotar de un rol más relevante al Parlamento, de cara a reequilibrar el reparto de poder con respecto a la todopoderosa Comisión Europea. Un anuncio con el que ha arrancado los primeros aplausos de los europarlamentarios.
Macron propondrá una actualización de la Carta Europea de Derechos Universales, en la que quiere incluir «la agenda climática y el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo», ha expuesto en un discurso que llega al día siguiente de que los eurodiputados eligieran para presidir la Cámara a una política maltesa, Roberta Metsola, conocida por su rechazo al aborto.
En el turno de réplica, Manon Aubry, copresidenta del Grupo de Izquierda Unitaria, le ha recordado que sus parlamentarios votaron para investir a Metsola y también que fue condenado en justicia en su país por «su inacción climática».
La eurodiputada francesa ha cargado contra otras medidas antisociales adoptadas por Macron en su país, con alusión expresa a su política «favorable a los ricos» y a la represión en las calles contra el Movimiento de Chalecos Amarillos. «¿Cómo va a hacer en Europa lo contrario de lo que usted ha hecho en Francia?», le ha recriminado.
La campaña gala se cuela en la Eurocámara
El presidente francés ha abordado, en relación a «la promesa de progreso» que encarna, ha dicho, la Unión Europea, desde la iniciativa de creación de un mercado digital único a la defensa de la protección social, con alusión expresa a la ambición de acordar un salario mínimo a escala europea que permita una retribución «más justa» de los trabajadores.
Macron ha elogiado «la conciencia climática» de la UE y ha prometido incluir la protección de medioambiente en la carta europea, haciendo un anuncio sobre la imposición de la «tasa carbono» en frontera. Ha remarcado que el plan de relanzamiento para sacar a la UE del atolladero pandémico reforzará esa apuesta por la economía verde.
El eurodiputado y candidato al Elíseo, el ecologista Janick Jadot, no ha perdido la oportunidad de denunciar, en su turno de palabra, la inacción en materia climática con la que, ha dicho, se cierra el primer mandato de Macron.
Le ha acusado de asumir la defensa medioambiental «mientras forja una alianza climaticida con Hungría y Polonia, y propone relanzar la energía nuclear».
Jadot ha hecho un balance no menos crítico de las fallas en materia de justicia social del modelo Macron, al quien también ha reprochado no hacer nada para detener la muerte de migrantes. Ha aludido a la situación que se vive en Calais, donde precisamente hoy desembarcará Zemmour para un acto de campaña.
A la vista de las numerosas interferencias de la política doméstica gala, el jefe de filas del grupo Renew, Stéphane Séjourné, ha denunciado, precisamente, «que se trate de convertir al Europarlamento en una réplica de la Asamblea Nacional».
Algo inevitable dado que durante la presidencia de turno francesa Macron combinará su liderazgo europeo con las tareas de presidente de la República y de candidato a su propia reelección.
Reformar el Tratado de Schengen
El elogio de Macron a la Unión Europea como «espacio de paz» se ha aderezado de mensajes de «diálogo con firmeza» y de mano tendida hacia Gran Bretaña -ha querido atemperar tensiones respecto al tratado de pesca- y también al líder ruso, Vladimir Putin.
En todo caso, ha defendido, de una parte, que Europa refuerce su soberanía -con alusión al desafío energético- y de otra «que asegure su independencia en ese mundo violento, controlando su espacio, y tomar el control efectivo de sus fronteras».
Con las fronteras internas francesas cerradas a cal y canto desde hace prácticamente dos años, Emmanuel Macron ha defendido una reforma del Tratado de Schengen.
Acción de Bizi! en Biarritz
Los anuncios de Macron en materia climática han tenido su denuncia a escala vasca en un acto en la rotonda de Europa, en Biarritz, donde activistas de Bizi! han ennegrecido con petróleo un retrato del presidente francés para denunciar su «sabotaje climático».
La France n’a malheureusement pas le monopole de l’inaction. Ici aussi, au Pays Basque nord, il faut sortir d’un “réalisme” de l’inaction. Les collectivités locales sont responsables, directement et indirectement, de 50% des émissions de GES. https://t.co/a002K2GO72 pic.twitter.com/zpbIIT8Ut1
— Bizi ! (@bizimugi) January 19, 2022