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PSOE y UP presionan a PNV y EH Bildu para que aprueben sin cambios la reforma laboral

Las formaciones que sustentan al Gobierno de Pedro Sánchez –PSOE y Unidas Podemos– han redoblado este viernes las declaraciones en las que reclaman a los «grupos de la investidura» que voten a favor de la reforma laboral. PNV y EH Bildu insisten en que no darán su apoyo sin cambios sustanciales.

La nueva normativa estatal para regular el mercado laboral debe votarse antes del 4 de febrero.
La nueva normativa estatal para regular el mercado laboral debe votarse antes del 4 de febrero. (Raul BOGAJO | FOKU)

Representantes de PSOE y Unidas Podemos, incluidos algunos integrantes del Gobierno español, han reiterado este viernes los llamamientos a sus «socios preferentes» en el Congreso de los Diputados para que voten ‘sí’ a la convalidación del decreto-ley que recoge la reforma laboral pactada con CCOO, UGT y CEOE.

La votación debe producirse a más tardar el 4 de febrero y, por el momento, el Ejecutivo de coalición no tiene asegurada la mayoría necesaria para sacar adelante el texto presentado ante el Parlamento pero, aun así, da por hecho que saldrá adelante sin modificaciones.

Montero elogia a «la mayoría de la investidura»

A este respecto, la ministra de Igualdad, Irene Montero (Unidas Podemos), ha indicado que la reforma laboral debería ser aprobada con «la mayoría de la investidura», señalando que «hay que ser receptivos y tener una actitud de escucha y de diálogo para llegar a un acuerdo». Asimismo, ha considerado que el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a la CAV debe ser íntegro porque «en política la palabra es muy importante y los acuerdos se cumplen».

Entrevistada en Radio Euskadi, Montero ha subrayado que «sostener la mayoría de la investidura, la que ha hecho posible sostener este Gobierno y articular una mayoría progresista y plurinacional que está en disposición de abordar las grandes transformaciones que nuestro país necesita, es fundamental».

Según ha indicado, ha costado «mucho» que el PSOE «aceptase que solamente con esa mayoría es posible construir las grandes transformaciones» que la sociedad necesita y «la alternativa a eso es siempre un proyecto reaccionario, de derechas».

Ha manifestado que «es evidente que, después del diálogo social» en el que se ha logrado «un importante acuerdo», viene «un diálogo político» en el que «lo importante es escuchar a las diferentes fuerzas políticas cuáles son las demandas, los planteamientos, las propuestas que tienen y ser capaces de llegar a un acuerdo». Y ha comentado que no le «cabe duda» de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, «está trabajando en ello y lo va a conseguir».

Andueza: «Que no jueguen con fuego»

Desde las filas del PSOE las declaraciones han sido menos conciliadoras, abogando por un respaldo sin condiciones el pacto con la gran patronal. Así, su secretario de Organización, Santos Cerdán, ha apelado a «todos» los partidos para que tengan «responsabilidad y altura de miras», y apoyen un texto que llega la Parlamento con el «consenso con los agentes sociales» y, por tanto, «lo lógico es respetar lo firmado».

En una rueda de prensa que ha tenido lugar en Iruñea, Cerdán ha criticado que el líder del PP, Pablo Casado, sin conocer la reforma laboral, ya «había anunciado que iba a votar en contra». Además, ha advertido al PP y a Navarra Suma de que «pese al boicot y a su negacionismo, ésta será la legislatura de las oportunidades, con ellos, sin ellos y a pesar de ellos».

En Gasteiz, donde ha participado en un encuentro con parlamentarios del PSOE, el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Héctor Gómez, ha expresado  su confianza en que habrá una «mayoría sólida» para la convalidación del decreto y ha insistido en que el objetivo es que se apruebe en los «términos acordados» con los agentes sociales.

En declaraciones a los medios, Gómez ha comentado la actual negativa del PNV de apoyar la reforma laboral, insistiendo en que el PSOE va a seguir dialogando tanto con este partido como con otros grupos con «absoluta normalidad y naturalidad».

Al mismo tiempo que ha llamado a «no desvirtuar» el acuerdo alcanzado en la mesa estatal del diálogo social, ha señalado que hay «un largo recorrido» para seguir modernizando el mercado laboral y actualizar permanentemente el marco de relaciones laborales. «Hay dos años de legislatura por delante y muchas medidas a implementar», ha añadido.

Por su parte, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, ha pedido a PNV y EH Bildu que «no sean imprudentes, que no jueguen con fuego y que no se fíen de lo que va a hacer el otro», y que «actúen con responsabilidad y colaboren con el Gobierno de Pedro Sánchez en aprobar la reforma laboral» porque «quienes no estén con los socialistas, solo estarán contribuyendo a alimentar al PP y a la extrema derecha».

En la misma línea, la coordinadora general de Ezker Anitza-IU, Isabel Salud, ha dicho que no «entiende» que partidos de izquierda puedan votar contra la reforma laboral con el PP «por mucho que falten aspectos por incluir». Así se ha expresado en una nota tras reunirse con la dirección de CCOO de Euskadi, encabezada por Loli García.

EH Bildu: «Hay que cumplir lo prometido y lo acordado»

Desde el otro lado de las negociaciones, la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha reiterado este viernes que su formación votará ‘no’ al decreto «si se mantiene como está», precisando que su posición sobre este asunto «no es estar en el ‘no’, sino mejorar» la reforma que se ha planteado.

«Creemos que, para que esta ley sea buena y favorable a los trabajadores, tiene que mejorar mucho. Nosotros estamos dispuestos a ello, y las condiciones que hemos fijado no son el todo o la nada», ha explicado en declaraciones a Euskadi Irratia.

Ha recordado que han propuesto «unas condiciones mínimas» que se deberían recoger en la reforma «si de verdad queremos recuperar por lo menos un poco de los derechos perdidos» por los trabajadores, como la prevalencia de los convenios autonómicos, incrementar las indemnizaciones por despidos, el control público de los ERE o evitar los despidos improcedentes.

Por ello, ha comentado que «hay tiempo para la negociación» y, «si el Gobierno quiere cambiar su postura, es posible llegar a acuerdos».

Al recordar que el Ejecutivo estatal se ha echado atrás en su promesa de «derogar» la reforma laboral del PP, Aizpurua ha señalado: «Hay que cumplir lo prometido y lo acordado. Me parece que es algo necesario y que en política se ha olvidado hace tiempo, ya que no es de recibo que te elijan por un programa y luego falles a esos electores y hagas otra cosa. Creo que la mala imagen y la desconfianza de los ciudadanos a los políticos tiene mucho que ver con eso, y parece que a los partidos no les importa, pero nosotros creemos que cumplir con la palabra dada y con los compromisos adquiridos es importante».

El PNV enciende «el piloto rojo del combustible»

Por el PNV, la presidenta del Bizkai Buru Batzar (BBB), Itxaso Atutxa, ha afirmado que las relaciones de la formación jeltzale con el Gobierno estatal viven «otro momento difícil» por el tema del IMV y ha reiterado su negativa a votar a favor del decreto de la reforma laboral «tal y como está».

En una entrevista a Onda Vasca, Atutxa ha incidido en que con los retrasos en la transferencia del Ingreso Mínimo Vital a la CAV el «piloto del combustible está muy en rojo». «Ahora aducen cuestiones técnicas para que el traspaso sea por solo diez años... No hay posibilidad de poner excusas técnicas. No se puede hacer una transferencia con límite temporal», ha puntualizado.

Respecto a la reforma laboral y su necesidad de convalidación en el Congreso, ha manifestado que hay «una bicefalia extraña dentro del Gobierno» y «un problema de personalismos respecto a quien ha negociado». «Vemos más inmovilismo del lado socialista, pero las posibilidades son reducidas... El Gobierno se sentó a negociar sabiendo que no tenía mayoría suficiente porque ni ERC ni Bildu ni PNV le habíamos engañado respecto a nuestra postura», ha señalado.

Ha reiterado que la especificidad vasca tiene que estar recogida en la reforma laboral si se quiere el apoyo del PNV «y, si no, que busquen otras mayorías». «Si el decreto va tal y como está, el voto es ‘no’. Si consiguen una mayoría con Ciudadanos, tendrán un problema dentro del propio Gobierno y de su estabilidad», ha advertido.