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Lima

Nuevo derrame de petróleo en plena carrera para limpiar de crudo las playas de Perú

Una segunda fuga de crudo en la costa de Perú se produjo el martes mientras se realizaban labores en el oleoducto submarino de una refinería de Repsol para investigar las causas del gran derrame del 15 de enero. La petrolera afirma que es «un afloramiento controlado» de restos del primer derrame.

Labores de limpieza tras el derrame de petróleo frente a la costa de Callao.
Labores de limpieza tras el derrame de petróleo frente a la costa de Callao. (Marina de Guerra del Perú | AFP)

«El [nuevo] derrame se habría producido el 25 de enero cuando se realizaban trabajos previos al retiro del PLEM (Pipeline End Manifolds, el extremo del oleoducto), que es un equipo de colección y distribución submarina» desde la refinería de Repsol a los buques, según ha indicado en un comunicado el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), del Ministerio del Ambiente, sin precisar la cantidad de crudo vertida al mar.

La segunda fuga ha ocurrido mientras cientos de brigadistas trabajan contrarreloj en playas de Perú para limpiar los 6.000 barriles de petróleo derramados hace once días, cuando el Mare Doricum, de bandera italiana, descargaba crudo en la refinería La Pampilla de Repsol, en Ventanilla, 30 kilómetros al norte de Lima.

La compañía española atribuyó ese primer accidente al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga y este martes por la noche (madrugada del miércoles en Euskal Herria), horas antes de que las autoridades peruanas informaran sobre la nueva fuga, ya había negado que hubiese un segundo derrame.

«Descartamos un segundo derrame de hidrocarburos. Advertimos a la población sobre la circulación de información falsa», publicó Repsol Perú en su sitio web.

Por su parte, la Marina de Guerra ha indicado este miércoles en un comunicado que ayer, durante un vuelo de inspección para monitorear la zona afectada por el primer derrame, la tripulación observó una «mancha oleosa» en las inmediaciones del ducto de la refinería.

Ha precisado que, tras consultar a Repsol, la empresa respondió que el petróleo «se había filtrado a pesar de haber realizado los trabajos para retirar el crudo, previamente a la ejecución de la inspección y reparación (del oleoducto)».

Repsol sostiene que, durante los trabajos que se realizaron el martes en la infraestructura ubicada a 18 metros bajo la superficie del mar del Callao, «se generó un afloramiento controlado de remanentes del derrame del pasado 15 de enero».

«Estos trabajos se realizan en base al procedimiento aprobado por la autoridad competente y son parte de las acciones de investigación sobre el siniestro», ha indicado en un comunicado.

Cuatro empleados de Repsol investigados

El crudo derramado el 15 de enero se expandió a lo largo de la costa a más de 40 kilómetros de la refinería, causando la muerte de aves y peces, y afectando a una veintena de playas, según informó el Ministerio de Salud. También dejó sin trabajo a cientos de pescadores artesanales, quiene vienen realizando protestas diariamente.

El Ministerio del Ambiente confirmó que el primer vertido afectó a más de 180 hectáreas en la franja de playas y 713 hectáreas de superficie en el mar.

El procurador del Ministerio, Julio César Guzmán, ha revelado este miércoles que cuatro empleados de Repsol, entre ellos los gerentes de Producción y del Medio Ambiente, que «eran los encargados de evaluar los riesgos de la gestión, están en condición de investigados y serán notificados para dar su declaración a la Fiscalía».

«El daño es inobjetable, la empresa tiene que responder en lo que se pueda, porque esto es irremediable», ha indicado Guzmán a la emisora RPP, sin mencionar los nombres de los cuatro investigados.

Por otro lado, una misión de expertos en desastres ambientales de la ONU ha llegado a Lima para brindar asistencia técnica en la gestión y coordinación a la respuesta a este desastre ecológico, además de plantear acciones efectivas para reducir el riesgo de incidentes similares en el futuro.