Dabid Lazkanoiturburu

Biden declara la muerte del líder del Estado Islámico en un operativo en el norte de Siria

EEUU ha anunciado la muerte del líder del Estado Islámico, Al-Qurayshi, en un operativo militar en Idleb, provincia rebelde en el norte de Siria. El asalto con helicópteros, similar al que llevó a cabo para matar a su antecesor, Al-Baghdadi, se ha saldado con 13 muertos.

Daños en el edificio que fue el objetivo del asalto.
Daños en el edificio que fue el objetivo del asalto. ( AAREF WATAD | AFP)

El presidente de EEUU, Joe Biden, ha afirmado este jueves que el asalto lanzado en el noroeste de Siria la pasada noche se ha saldado con la muerte del líder del Estado Islámico (ISIS), Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi.

«Anoche, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadounidenses en el noroeste de Siria llevaron a cabo con éxito una operación antiterrorista (...) gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, logramos retirar del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi», ha dicho Biden en un comunicado.

El presidente de EEUU ha asegurado que Al-Qurayshi se ha inmolado con una bomba. «Mientras nuestras tropas se acercaban para capturar al terrorista, en un acto final de cobardía desesperada y sin ninguna consideración por las vidas de su propia familia o de otros en el edificio, decidió volarse a sí mismo por los aires».

«Sabiendo que este terrorista se había rodeado de familias, incluidos niños, tomamos la decisión de llevar a cabo una redada de fuerzas especiales, algo mucho más arriesgado para nuestra propia gente, en lugar de lanzar un ataque» ha declarado.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, había confirmado horas antes que «fuerzas de operaciones especiales estadounidenses bajo el control del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) han llevado a cabo una misión antiterrorista en el noroeste de Siria».

Kirby había asegurado que la «misión ha sido un éxito» y que «no ha habido bajas estadounidenses».

El operativo estadounidense tiene lugar días después de que las milicias kurdas recuperaran tras una semana de combates el control de la prisión de Ghueiran, en la provincia de Hasaka (noreste de Siria), que el ISIS asaltó para liberar a cientos de sus yihadistas presos.

El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) y los Cascos Blancos, un grupo de rescate que opera en las áreas de Siria fuera de control del Gobierno de Damasco, han cifrado en trece las personas muertas, incluidas seis menores –así lo ha confirmado también Unicef–, en el marco de la operación, que tuvo lugar entre la medianoche y las 3.30 en la provincia rebelde de Idleb, en el norte de Siria.

Los efectivos especiales estadounidenses aterrizaron en helicóptero al área de Atmé, fronteriza con la localidad turca de Iskanderun, cerca de un campo de desplazados de guerra, y se lanzaron al asalto de una vivienda de dos pisos, que quedó casi totalmente destruida.  

Sucesor de Al-Bagdadi

El OSDH, con sede en Londres y una vasta red de informantes sobre el terreno en Siria, ya avanzó que la operación fue «similar» a la que se saldó en 2019 con la muerte del líder de Estado Islámico (ISIS), Abu Bakr al-Baghdadi.

Por de pronto, se trata del operativo más importante desde la muerte del califa del ISIS que, huyendo de la ofensiva de los kurdos contra los yihadistas, se había refugiado precisamente en Idleb.

Al-Qurayshi asumió el cargo al frente del ISIS tras la muerte de Al-Baghdadi, en una operación similar llevada a cabo en octubre de 2019 por las fuerzas especiales en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.

Ahora Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi muere a manos de EEUU rodeado de un halo de misterio y  sin que se haya conocido su rostro ni escuchado su voz.

Nacido en octubre de 1976 cerca de Mosul (ciudad iraquí y capital del califato), fue uno de los ulemas de Al Qaeda en Irak y posteriormente se unió al ISIS, ascendiendo rápidamente en sus filas hasta convertirse en «viceemir» y hombre de confianza de Al-Bagdadi.

Desde que fuera nombrado como su sucesor, la identidad y biografía de Al Qurayshi han sido un verdadero quebradero de cabeza para los servicios secretos.

Nació en la aldea de Al-Mahalabiyah, en el norte de Irak y habitada por la minoría étnica de los turcomanos, lo que llevó a varios servicios secretos a considerar que su posición de líder era solo temporal porque no tendría la suficiente legitimidad al no descender de la poderosa tribu árabe local de los Quraysh.

Uno de los tantos nombres con los que se le conocía era Abu Omar al-Turkmani (Abu Omar el turcomano).

La ONU aseguraba en uno de sus últimos informes que el líder del ISIS «permanece invisible, evitando la comunicación directa, presuntamente para evitar el destino de su predecesor de ser rastreado y asesinado».

De hecho, Al-Qurayshi habría pagado un precio muy alto por esa invisibilidad: el decaimiento del ánimo de los partidarios del ISIS cuyas operaciones en territorio europeo, por ejemplo, se vieron muy reducidas respecto al liderazgo de Al Bagdadi.

10 millones por su cabeza

Al-Qurayshi ya era un hombre conocido por las fuerzas estadounidenses, que lo detuvieron en 2008 en Irak y lo llevaron a Camp Bucca, el mayor centro de detención y tortura de EEUU en ese país, donde fue sometido a numerosos interrogatorios.

Pero poco después fue liberado bajo circunstancias desconocidas y se unió a Al-Bagdadi, que también estuvo en ese campamento, para ser nombrado posteriormente líder religioso en la provincia de Nínive (norte), cuya capital es Mosul.

En 2019, el Departamento del Tesoro estadounidense ofreció 5 millones de dólares como recompensa por cualquier información relacionada con Al-Qurayshi, cantidad que dobló al año siguiente y que seguía estando en vigor hasta su muerte hoy.

Según Washington, Al-Qurashi ayudó a impulsar y justificar el secuestro, matanza y tráfico de minorías étnicas, como la yazidíes en el noroeste de Irak, y supervisó las operaciones globales del grupo yihadista.

El OSDH asegura que el operativo para capturarlo, vivo o muerto, sufrió «complicaciones» debido a la «resistencia» presentada durante dos horas por sus guardaespaldas.

Dirigentes de Al-Qaeda

Vecinos de la zona habían asegurado a la agencia Afp que el objetivo de la operación fueron dirigentes de Al Qaeda que, según los expertos, se esconderían en los hacinados campos de desplazados de Atmé, en el norte de Idleb.

Gran parte de la provincia de Idleb y sectores de las provincias vecinas de Hama, Alepo y Lataquia están controlados por Hayat Tahrir al-Cham (HTS), una coalición salafo-yihadista liderada por la sección siria de Al Qaeda. Otros grupos yihadistas como Houras al-Din están asimismo presentes en la zona.

El pasado mes de diciembre, fuerzas estadounidenses mataron con un ataque de un dron a un alto dirigente de Houras al-Din, pero las operaciones estadounidenses helitransportadas son muy raras.

Idleb es objetivo preferente de los ataques aéreos del Ejército regular sirio y, sobre todo, de su aliado ruso.

EEUU protagoniza asimismo ataques esporádicos en la región. John Rigsbee, portavoz del CENTCOM estadounidense, alertó a finales de 2021 que «Al-Qaeda utiliza Siria como base de repliegue para reconstituirse, coordinarse con sus miembros y planificar operaciones en el extranjero».