La reforma laboral acordada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez con CCOO, UGT y la patronal ha llegado hoy al Congreso. Y lo ha hecho dando por segura su aprobación. Sin embargo, a primera hora de la mañana, las dudas han saltado tras el rechazo del PNV a la norma y, sobre todo, las declaraciones de los dos representantes de UPN, mostrándose contrarios al apoyo anunciado ayer por la dirección del partido. A pesar de ello, votarán a favor por «discipliona de partido».
La vicepresidenta española de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha abierto la sesión con un saludo a los representantes de CCOO y UGT, que han presenciado la cita, «por su contribución decisiva».
«Se trata de una reforma en defensa de la democracia», ha apuntado, antes de insistir en el carácter «histórico» de la norma. Supone, según sus palabras, «una rotunda negativa a la cultura de la precariedad que ha lastrado durante décadas el mercado de trabajo».
Ha insistido en que la norma «recupera derechos» para los trabajadores y ha acusado a «varios partidos» de no escuchar. Por ello, ha asegurado «no haber logrado trasladar» a estas formaciones «el contenido» de la reforma y ha situado la negativa de quienes votarán ‘no’ en «intereses partidistas» por encima del «interés de la gente».
Todo apunta a que el Ejecutivo español logrará convalidar el texto con los 176 votos a favor de PSOE, UP, Ciudadanos, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe, PRC, PDeCAT y UPN. Sin embargo, los representantes de la formación navarra han hecho saltar las alarmas a primera hora.
El presidente del partido, Javier Esparza, confirmó el martes que apoyarán el texto, pero los dos representantes de la formación navarra en el Congreso español, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, se han mostrado contrarios. Aunque a primera hora no han aclarado la dirección de su voto, Sayas ha confirmado a la prensa que votarán a favor por disciplina de partido. «Me cuesta mucho defender ante mis votantes una posición que no comparto», ha comentado Sayas al llegar al Congreso.
Antes de ello, Adanero ha afirmado que, «independientemente del contenido del decreto, si tu voto es decisivo, UPN no puede respaldar a Sánchez, un presidente con los votos de Bildu». En el mismo sentido, Sayas ha apuntado que la política del Gobierno de Sánchez es «abierta y contundentemente hostil a UPN», y ha asegurado que «las cesiones al nacionalismo son unas líneas absolutamente rojas» para su formación. Como muestra de esta discrepancia con la línea adoptada por la dirección de UPN, ambos diputados han declinado intervenir en el Pleno.
PNV se suma al bolque contra la reforma
Por su parte, PP (88 escaños), Vox (52) ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5), Junts (4), la CUP (2), el BNG (1)y Foro Asturias (1) han confirmado su rechazo a la reforma. A ellos se añade el exdiputado de Ciudadanos Pablo Cambronero, adscrito al Grupo Mixto del Congreso, que votará en contra.
El último en sumarse a este bloque ha sido el PNV que, a través de las redes sociales, ha informado de que, «tras haber tratado infructuosamente, incluso esta mañana, de incorporar la prevalencia de los convenios autonómicos, demanda que Gobierno, patronal y sindicatos conocían hace meses, y que no altera el acuerdo del diálogo social», votará 'no'.
Durante su intervención en el debate, Aitor Esteban ha justificado su voto en contra al explicar que «nos gustan los consensos y valoramos lo que se ha hecho en diálogo social, pero los consensos no se imponen y menos en el Parlamento».
«Tocará reconstruir el bloque de investidura»
En su turno en el Congreso, Oskar Matute, representante de EH Bildu, ha señalado que «venimos con una mano tendida y un puño cerrado» en defensa de los derechos de los trabajadores. «Realizamos una propuesta concreta que mejora esta ley, que pasaba de la insuficiencia actual», ha recordado. «No era una propuesta de máximos. Eran cinco puntos. No era la toma de los medios de producción, ni el asalto a los cielos. Cinco puntos. Que se nivele la balanza entre el esclavo y el que manda», ha defendido.
«Hemos defendido durante 10 años la derogación de la reforma del PP, lo hemos firmado con vosotros y vosotras», ha añadido. Algo «muy alejado» de lo debatido hoy, por lo que votarán en contra. «No lo hacemos para hacer tambalear el bloque de investidura. Si se fractura, desde mañana tocará reconstruirlo. Solo las políticas de izquierdas logran avances para las clases trabajadoras».
Gabriel Rufián, de ERC, en esa misma línea ha insistido en que «no se acaba el mundo» y que «mañana habrá que seguir hablando». El representante republicano ha criticado la postura del Gobierno español de no querer negociar nada de lo acordado con la patronal, CCOO y UGT y ha puesto sobre la mesa la facilidad que mantienen las empresas para los despidos.
La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, también le ha recordado la promesa de derogar la reforma laboral. «Lo que han hecho ha sido pactar un parche con los de siempre».
En el turno de oposición, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha acusado a Yolanda Díaz, de haber «traicionado a los suyos» porque llegó al Gobierno «como la líder de los piquetes y para todos ellos (ahora) está al frente de la troika».
La representante de Ciudadanos, Inés Arrimadas, también ha situado el acuerdo como una brecha en el bloque de investidura y lo ha celebrado: «Pierde ERC y pierde Bildu».