El nuevo jefe de gabinete de Boris Johnson será Steve Barclay, un diputado conservador, mientras que Guto Harri será el nuevo director de comunicación.
Johnson ha destacado que estos cambios «mejorarán el funcionamiento del Número 10» tras una semana en la que han dimitido cinco altos cargos de Downing Street tras la publicación del informe Gray sobre las fiestas.
«Esta semana prometí cambios para que cumplamos con el trabajo para el que nos eligió el pueblo británico. Necesitamos seguir con la recuperación de la pandemia, ayudar a cientos de miles de personas a conseguir trabajo y plasmar nuestra ambiciosa agenda para mejorar al país entero», ha explicado Johnson, según recoge la BBC.
«Los cambios que anuncio hoy en mi equipo mejorarán cómo funciona el Número 10, fortalecerá la función de mi gabinete y mis compañeros diputados y acelerará nuestra misión de mejorar el país», ha asegurado.
Barclay fue ministro del Brexit con Theresa May. «Es un honor que el primer ministro me haya pedido ser jefe de gabinete del Número 10 de Downing Street y con mis responsabilidades en la oficina del gabinete», ha publicado Barclay en Twitter. Así, Barclay seguirá como canciller del Ducado de Lancaster y ministro de la Oficina del Gabinete.
Harri, antiguo periodista de la cadena BBC, ya había trabajado para Johnson durante su primera etapa como alcalde de Londres y era el portavoz y jefe de gabinete de Johnson.
Peticiones de dimisión
Sin embargo, la tormenta parece estar lejos de amainar y ya son 15 los ‘tories’ que han reclamado públicamente la dimisión del primer ministro, si bien no todos han confirmado si han solicitado oficialmente esa votación sobre su liderazgo.
Solo algunos de ellos han confirmado que han enviado una carta a Graham Brady, presidente de la ejecutiva del Comité 22 –que aglutina al grupo parlamentario–, para que organice una moción de confianza interna contra el líder.
De perderla, Johnson debería dimitir al frente del partido y del Gobierno y sería sustituido por un colega elegido en unas elecciones primarias.
Para convocar esa votación, Brady ha de recibir 54 peticiones (un 15% del grupo parlamentario), que son contabilizadas en secreto, por lo que se desconoce el número total remitido hasta el momento.
Aunque hay mucho descontento dentro del Partido Conservador, no todos los diputados consideran acertado convocar a corto plazo esa moción, pues, de ganarla, Johnson quedaría libre de afrontar otra hasta pasados doce meses.
Algunos esperan a ver si algún ministro del Gobierno, en especial el de Economía, Rishi Sunak –del que se asume que sería un posible sustituto del jefe–, da un primer paso para romper filas, a fin de asegurar un proceso más fluido.