«Claridad y decisiones planificadas» es lo que ha pedido la coalición soberanista al Gobierno de María Chivite para afrontar el futuro del Circuito de Navarra, infraestructura a la que ha calificado de «obra faraónica y de despilfarro al más puro ‘UPN style’».

Esta solicitud la ha efectuado durante la comparecencia en comisión parlamentaria de la presidenta de la Cámara de Comptos, Asun Olaechea, para explicar el informe sobre los procesos de arrendamiento de la citada infraestructura entre 2014 y 2019, que el organismo fiscalizador elaboró a instancias de la coalición abertzale.

Olaechea ha recordado que el Circuito de Navarra, ubicado en Urantzia (Los Arcos), se inauguró en 2010 con un coste de 55 millones, después de que los niveles de inversión dieran una espectacular voltereta, pasando del 55% del sector privado y 45% público inicial a ser al final del 95% pública y el 5% privada.

En principio se hizo cargo de su gestión una sociedad pública, pero en 2013 y tras originarse un déficit de cinco millones, se decidió arrendar la infraestructura.

En febrero de 2014, se adjudicó la gestión por cuatro años a Los Arcos Motosport, la única de las cuatro empresas interesadas que presentó oferta en firme. En 2018 se decidió prorrogar el contrato a la misma empresa después de que la británica MSV, con experiencia en el sector, no terminara presentando una oferta tras mostrarse interesada.

El nuevo arrendamiento iría de 2020 a 2024, pero tras renovarse en julio de 2019, en noviembre, la empresa pidió la resolución del contrato al no poder cumplir con sus exigencias. La sociedad pública Nicdo aceptó esa petición, pero ejecutó un aval por 720.000 euros en vista de que la empresa no había cumplido con sus obligaciones de pagos, incluida Hacienda, y de mantenimiento de la infraestructura.

Desde 2020, Nicdo gestiona directamente el circuito, con un gasto de 2,4 millones y unos ingresos de 680.000 euros en una situación condicionada por la pandemia del covid-19.

En su informe de todo este proceso, Comptos concluye que Nicdo ha gestionado el arrendamiento del Circuito de Navarra «de manera razonable, actuando en defensa de la infraestructura y buscando el mantenimiento de la actividad».

Como recomendaciones plantea de cara a su futuro analizar «cuál es la alternativa de gestión más económica, eficaz y eficiente una vez que se recupere el ritmo de actividad habitual en esta infraestructura» y «llevar a cabo análisis rigurosos y exhaustivos previos a la toma de decisiones».

«Un despropósito ‘UPN style’»

Precisamente en esta cuestión ha puesto el acento el portavoz de EH Bildu, Maiorga Ramírez, quien ha señalado que esta infraestructura «se gestó mal y se gestionó peor. Económicamente no se sostiene y no se tenía que haber hecho. Es un despropósito». La cuestión que se plantea ahora es «qué hacemos con todo esto» y ha pedido que las decisiones que se puedan adoptar al respecto se tomen con «transparencia y claridad» y «de forma planificada».

Por Navarra Suma, Carlos Pérez Nievas ha recordado que el Circuito de Navarra salió adelante con el respaldo no solo de UPN y CDN, sino también del PSN, y ha asegurado que, en su momento, no parecía «una mala decisión» en vista de la proximidad de varias empresas del sector del motor. Ha añadido que no entiende «por qué no se le saca más partido a esta infraestructura» y ha considerado que «no parece razonable una gestión directa pública», ya que es una infraestructura que exige «una especializada».

Carlos Mena, del PSN, ha reconocido que su partido estuvo en su momento «del lado del Gobierno« en esta cuestión, «porque bien explotado, podía reportar beneficios, pero no ha sido así» y ha calificado la gestión llevada a cabo de «nefasta desde sus inicios». Ha añadido que el Ejecutivo tiene «que hacer una reflexión sobre la gestión en la búsqueda de alternativas para sacarle el máximo rendimiento».

Por Geroa Bai, Pablo Azcona ha compartido la reflexión de Maiorga Ramírez de que el Circuito de Navarra «es un caso de libro de un modelo de hacer inversiones y gestionar de manera gravosa». Ha recalcado que, como apunta Comptos en su informe, «ningún documento justifica la inversión realizada» y sobre su futuro, ha señalado que «debemos buscar sostenibilidad al ‘marrón’ que tenemos encima».

Marisa de Simón, de I-E, también ha puesto el acento en la cuestión de «qué hacer a partir de ahora» con una infraestructura que ha calificado de «crónica de un desastre anunciado», a pesar de que en su momento «iba a ser la gallina de los huevos de oro» por el desarrollo que iba a generar en la zona.