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París

París se prepara para la llegada de los convoyes contra las restricciones que imitan a Canadá

Las autoridades francesas están tomando medidas para prevenir la llegada a París de los autodenominados «convoyes de la libertad», surgidos en diferentes ciudades del Hexágono con la intención de confluir en la capital con su protesta contra las medidas restrictivas por la pandemia y las vacunas.

Gendarmes junto a vehículos blindados VBRG estacionados cerca de la plaza Denfert-Rochereau este viernes, 11 de febrero.
Gendarmes junto a vehículos blindados VBRG estacionados cerca de la plaza Denfert-Rochereau este viernes, 11 de febrero. (Sameer Al-DOUMY | AFP)

Aunque la Prefectura de París ha prohibido cualquier concentración en la ciudad del sábado al lunes, medida que ha sido validada por los tribunales, las redes sociales mantienen el llamamiento a manifestarse en París, en un movimiento que se ha inspirado en el bloqueo provocado por camioneros canadienses en Ottawa.

Otros analistas destacan como precedente ‘autóctono’ el de los «gilets jaunes» («chalecos amarillos»), ya que se repiten algunas de las reinvidaciones que enarboló ese movimiento hace unos años, especialmente los relacionados con la carestía de la vida. 

Algunos de los líderes de aquel movimiento, que fue perdiendo fuerza a medida que pasaron los meses, están ahora al frente de este nuevo desafío a las autoridades.

Esta vez son las medidas del Gobierno para contener la pandemia y las adoptadas para fomentar la vacunación, como el pase vacunal, las que han servido de detonador de la protesta.

Además, el contexto sociopolítico está marcado por la campaña de las elecciones presidenciales que se celebrarán en abril.

Inusitado despliegue policial

Las fuerzas de seguridad han reforzado su presencia en la capital con la llegada de nuevas unidades de Policía y Gendarmería. Este viernes se han visto tanquetas circulando o estacionadas en distintos puntos del centro, mientras que en los accesos se montaban controles de carretera.

El prefecto de París, Didier Lallement, ha anunciado el despliegue de 7.200 agentes, vehículos blindados y material para evitar que se bloqueen ejes importantes de la ciudad.

En paralelo, el presidente de la República, Emmanuel Macron, ha hecho un llamamiento a la calma en una entrevista al diario ‘Ouest-France’, asumiendo el cansancio de la población ante ciertas medidas y asegurando que se preservará el derecho a la manifestación.

«Pero necesitamos concordia y mucha buena intención», ha puntualizado Macron.

Caravanas de coches, no de camiones

Al contrario que en Canadá, donde la protesta está protagonizada por camioneros, que se quejan de medidas sanitarias que les afectan expresamente aunque son las mismas que tienen que cumplir el resto de la población, en el Estado francés las caravanas se están formando con automóviles privados en los que se desplazan personas que, sobre todo, rechazan el pase vacunal.

El primer ministro, Jean Castex, se ha negado a asociar esas marchas con la palabra «libertad» y ha comentado que «el derecho a manifestarse no significa derecho a bloquear».

En declaraciones a la cadena France 2, ha advertido de que el Ejecutivo será «firme» si deciden bloquear la capital y, al mismo tiempo, ha acusado a ciertas formaciones políticas de querer sacar partido de la fatiga que las restricciones provocan en la población.

«No es el convoy de la libertad, es el de la vergüenza. No son patriotas, son irresponsables», ha espetado, por su parte, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clement Beaume, en la televisión LCI.