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Los convoyes de camioneros antivacunas acceden al centro de París pese al blindaje

Los miembros de los llamados «convoyes de la libertad», que se manifiestan en contra de las vacunas y de las restricciones para detener la covid, lograron acceder a los Campos Elíseos, pese al despliegue policial para impedirlo. Otro de estos convoyes ha bloqueado La Haya. 

Un antivacunas, este mediodía, junto al Arco del Triunfo de París.
Un antivacunas, este mediodía, junto al Arco del Triunfo de París. (AFP)

Reunidos en diversas ciudades de Francia a lo largo de la semana, inspirados por los convoyes de camioneros que lograron bloquear Otawa, los manifestantes buscaban un golpe de efecto y ninguno mejor que lograr acceder a los Campos Elíseos, el emblemático centro de la capital francesa que ya sirvió de escenario hace unos años de las concentraciones de los chalecos amarillos.

Muchos de ellos formaban parte de esta nueva oleada de protestas que apuntan directamente al presidente francés, Emmanuel Macron, a quien reprochan sus medidas para lograr que toda la población se vacune.

En el blanco de su ira, el llamado pase vacunal, que exige estar inmunizado para acceder a la mayor parte de los lugares públicos.

Los manifestantes consiguieron burlar los controles policiales y el dispositivo puesto en marcha por la Prefectura, 7.200 agentes, un número similar al desplegado durante los días más duros de los chalecos amarillos.

Los coches de los manifestantes, en muchos casos adornados de pancartas y banderas, lograron acceder a la céntrica avenida de la capital y llevar su protesta junto al Arco del Triunfo.

A diferencia de los chalecos amarillos la protesta transcurre mayoritariamente  de forma pacífica, según AFP, sin que se registren grandes enfrentamientos con las fuerzas del orden ni graves afecciones de comercios ni mobiliario urbano. A pesar de ello, la policía ha informado ya de 14 detenciones.

La policía cargó en varias ocasiones para dispersarlos, puesto que la Prefectura no había autorizado esas manifestaciones.

La situación fue tensa también en la Plaza de Italia, donde se registraron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden.

La Prefectura aseguró que unas 337 personas han sido multadas por participación en manifestación no autorizada y recordó que la sanción asciende a 135 euros.

Los convoyes de la libertad se formaron en diversas ciudades del país a lo largo de la semana y han ido ganando elementos en su ruta hacia la capital.

Uno 500 vehículos, entre coches y caravanas, lograron acceder al centro de la ciudad, pero la situación parecía bajo control. 

Baiona también ha tenido su propio convoy, compuesto en este caso por una quincena de coches.

En una carta abierta dirigida a Macron y al primer ministro francés, Jean Castex, piden que se les devuelva «la libertad de la que durante dos años se (nos) ha privado por circunstancias excepcionales que ya no se dan».

Además, exigen que se abandone la vacunación y que se cree una investigación farmacológica independiente sobre sus efectos.

También reclaman que vuelvan a sus puestos los sanitarios despedidos por negarse a vacunarse y que se indemnice a todo trabajador que haya sufrido consecuencias por no hacerlo.

Macron sigue con atención este nuevo movimiento de protesta que se produce a dos meses de la primera vuelta de las presidenciales a las que, aunque todavía no se ha declarado candidato de forma oficial, encabeza todas las encuestas.

El presidente francés aprovechó una entrevista anoche con la prensa local para pedir calma y dijo entender la fatiga de los ciudadanos por las restricciones ligadas a la covid.

La Haya, bloqueada

Un grupo de camioneros neerlandeses ha bloqueado este sábado el acceso al centro de La Haya para protestar contra las restricciones aplicadas en la pandemia, una iniciativa inspirada en Canadá y París.

Decenas de camiones de todos los tamaños, incluidos de transporte de contenedores, furgonetas y turismos, han llegado a la capital administrativa de Países Bajos desde primera hora de la mañana, procedentes de diferentes provincias, para movilizarse contra las restricciones.

La mayoría ha llegado con la bandera neerlandesa o frisia colgada en sus ventanas o capós, y en algunas se puede leer la palabra «Libertad», aunque también se han visto algunos camiones con la bandera canadiense, simpatizando con el movimiento que dio origen a esta acción.

Los participantes, que dicen protestar contra las restricciones, el uso obligatorio de mascarillas y el pase covid, también mostraron pancartas con textos en los que se podía leer "Ya basta"o "Rutte IV se debe ir, nosotros no nos vamos", en referencia al cuarto gabinete que lidera el liberal Mark Rutte desde enero.

Los conductores tienen planes de pasar al menos esta jornada en las cercanías del Binnenhof, el complejo de edificios donde se sitúa, entre otros, la oficina del primer ministro, pero la policía está tratando de moverlos a todos hacia Malieveld, un gran recinto de césped en la zona centro de la ciudad, donde suelen convocarse las manifestaciones.

El ayuntamiento de La Haya instó a los participantes en la protesta a dejar «sus vehículos aparcados» fuera del centro porque la ciudad «no está accesible» para estos vehículos, y alertó de que «se actuará contra aquellos que ignoren las instrucciones de la policía y violen las normas del tráfico».

Esta acción se ha inspirado en el bloqueo de Ottawa provocado por camioneros canadienses, a quienes ya siguieron ayer los conductores franceses en París.