Ni dos ni tres. Once cameraman y fotógrafos se ocupaban esta mañana de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mientras se sentaba en su escaño de la Asamblea para asistir a su sesión de control. Una movida sólo vista en sesiones de investidura. Una muestra de la expectación con la que se esperaba su palabra y del maremágnum desatado desde ayer, continuidad de la guerra que ya lleva nueve meses entre el PP regional y Génova.
El último y más incendiario capítulo de la guerra entre el ayusismo y Génova comenzó ayer por la noche, cuando ‘El Confidencial’ y luego ‘El Mundo’ pusieron en sus cabeceras la información sobre un presunto espionaje ilegal encomendado por la cúpula del PP central para indagar sobre las comisiones que habría cobrado Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta, por determinados contratos durante el estado de alarma.
Madrid se iba a dormir con un escándalo de proporciones en ciernes y amaneció con la contraofensiva. Desde Génova devolvieron el golpe y a través del diario ‘Abc’ -¿cabe alguna duda el origen de la filtración?- dejaron trascender que ya desde octubre del año pasado desde la Ejecutiva nacional se pidió explicaciones al gobierno madrileño al tener información extraoficial sobre las comisiones que habría cobrado el hermano de la presidenta.
En el medio está el alcalde de la capital del Estado y portavoz del PP estatal, José Luis Martínez Almeida, ya que las filtraciones de anoche indicaban que un alto cargo municipal y cercano al tándem Casado-García Egea había sido el que había encarado el espionaje. El alcalde hoy lo ha desmentido «en forma tajante» y asegurado que de comprobar algo así, el cargo sería cesado.
La información en el ‘Abc’ va más allá: desvela la fuente que anoche ‘El Confidencial’ y ’El Mundo’ procuraron ocultar. Dejaron entrever que un «exministro de Mariano Rajoy» alertó a Ayuso sobre el presunto espionaje ilegal. El ‘Abc’ titula que esa «garganta profunda» fue el expresidente de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.
Este mediodía y después de la sesión de control Ayuso ha hablado ante los medios y confirma prácticamente todas las versiones: «Nunca pude imaginar que la dirección general del PP actuara de forma tan cruel contra mí. Que me ataque la dirección de mi partido porque me quiero presentar al congreso del PP de Madrid es insensato».
«La vida política está llena de sinsabores. Es muy doloroso que dirigentes de tu partido en lugar de respaldarte te quieran destruir», ha señalado en tono victimista. También ha hecho referencia al caso de su hermano, acusado de una comisión irregular de 280.000 euros por una adjudicación a empresa de un amigo suyo: «Si dirigentes del PP quisieran aclarar algún contrato solo tendrían que pedirlos, puesto que están en el portal de transparencia. Por lo tanto, elaborar un dossier tenía la única intención de desprestigiarme».
Al respecto, también ha agregado que Tomás Díaz Ayuso «lleva trabajando en el sector comercial 26 años, mucho antes» de ella entrar a la política, y ha pedido a sus rivales «que demuestren» si ella le ha ayudado «a lograr el contrato. No existe ni una sola prueba de ello».
Ayuso acusa al partido de «quererme destruir» y la dirección anuncia un expediente y quizás una querella. Esto solo acaba de empezar
Minutos antes, y frente a la pregunta de la líder de la oposición local, ya había advertido que no negaba los hechos: «Unos y otros como no han podido acabar conmigo por más que lo intenten y me están haciendo pagar ahora tener 65 escaños. Y como no lo pueden conseguir unos y otros, están ahora atentando contra mí y van contra lo más importante que tiene una persona, que es su familia». Ese unos y otros anticipaba la ruptura. Solo ella y su equipo saben si la filtración en el ‘Abc’ fue lo que acabó disparando la embestida en rueda de prensa o si todo ya estaba fríamente calculado.
La respuesta brutal de Teodoro
Menos de una hora después, el número 2 del Partido Popular y mano derecha de Casado desde hace tres años ha querido responder en sede Génova. A quien esperaba un bálsamo de conciliación, lo ha defraudo inmediatamente: anuncia la apertura de un expediente interno contra Ayuso y la acusa de difundir «calumnias» contra la Ejecutiva.
(García Egea, con rictus muy serio en su comparecencia. Foto: Eduardo Parra | Europa Press)
En rueda de prensa, Egea ha dicho que Ayuso ha lanzado «una campaña masiva de ataques, infundios y calumnias» contra la cúpula nacional del partido y ha confirmado un expediente informativo «para culminar las investigaciones que se han llevado a cabo».
El diputado por Murcia básicamente ha desnudado que Génova estuvo a cargo de las filtraciones de esta mañana al ratificar todo lo escrito en el ‘Abc’: hace medio año, Casado «convocó a su despacho» a Ayuso para hablar sobre «un presunto cobro de comisiones relativas a un contrato sanitario de la Comunidad de Madrid en beneficio de su entorno».
García Egea ha afirmado que un mes después de esa reunión él mismo se reunió con la presidenta madrileña para anunciarle que había investigaciones del partido indagando al respecto aunque ha rechazado de forma tajante el espionaje y los contactos con detectives privados.
Fuentes del grupo parlamentario Popular han explicado a NAIZ la sorpresa con que los cogió esta situación anoche y manifiestan su incredulidad por la dimensión gigantesca que implica para el partido la ruptura entre el poder central del PP y la líder de su principal bastión, Madrid, donde gobierna hace 26 años y, además, desde donde irradia su poder simbólico y mensaje al resto del Estado.
La misma fuente, conocedora tras bambalinas del funcionamiento orgánico del partido, apunta a que ahora sería clave entender el alcance de las medidas coercitivas contra Ayuso que ha mencionado García Egea. «Es importante ahora indagar sobre qué conlleva el expediente informativo que se abrirá. Si contempla la expulsión potencial de Ayuso y en qué puede desembocar. Posiblemente sea una medida de presión para negociar una solución».
Además, pone sobre la mesa otro factor: «Cuánto tiempo puede llegar a estar abierto ese expediente informativo también impactará. Porque mientras que esté abierto o sea factible una expulsión de Ayuso, ¿cómo se encaran desde Madrid unas autonómicas, que serán dentro de 14 meses?»
Preguntada sobre la amenaza de García Egea de una querella por calumnias (ha dicho que los equipos jurídicos del PP estatal estaban analizando las declaraciones de Ayuso), la fuente considera que por ahora eso puede ser otra medida de presión, pero que si se concretara una querella formal, sería ya la muestra fáctica que «ya no hay vuelta atrás y está todo roto».
Una deuda veraniega
El conflicto político abierto entre el ayusismo y la Ejecutiva nacional viene desde el verano del año pasado y ha sido una deuda que nunca pudieron (ni quisieron) saldar. Por aquel entonces la presidenta de Madrid decidió manifestar su decisión de ser la presidenta del PP regional. Cabe recordar que casi todos los presidentes de la comunidad autónoma lo han sido. Sin embargo, desde Génova, y tras el aluvión de votos recibidos por ella, empezaron los resquemores.
Un dato que Génova seguro tiene presente es que en los sondeos la presidenta madrileña arrasa en el Estado
Idas y vueltas con mayor o menor tensión se sucedieron desde aquel entonces. «Todo es una confesión de debilidad», ha dicho la exportavoz defenestrada (por García Egea, sí), Cayetana Alvarez de Toledo. Con su dedo señala una ley básica de la política: el líder quiere encerrar a un posible sucesor que en las encuestas va mejor. La sobreactuación de Casado, todo basado en filtraciones sin explicaciones sólidas, sólo ha hecho crecer el escándalo y crecer a Ayuso.
El enfrentamiento en la trinchera es de García Egea contra Miguel Angel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso y ex alto cargo del Gobierno de José María Aznar. Durante estos meses inclusive se supo que la presidenta regional tenía bloqueado en su teléfono a García Egea. El conflicto ha llegado este 17 de febrero a la ruptura casi total.
La proyección de Casado y la de Ayuso
Es imposible desvincular este escándalo de la correlación de fuerzas entre los liderazgos y de lo ocurrido en los últimos tiempos. Casado está estancado en las encuestas, carcomido por la ultraderecha de Vox y sus estrategias tanto de comunicación como electorales han demostrado ser un fracaso. La campaña de Castilla y León pudo tener varias lecturas pero nadie de izquierda a derecha opina que las decisiones de Génova fueron acertadas.
Enfrente está Ayuso y sus alianzas con ciertos grupos de poder, como algunos medios y algunos referentes del conservadurismo más duro. Un dato que Génova seguro tiene presente es que en los sondeos la presidenta madrileña arrasa en el Estado. Electomanía informó el 17 de diciembre pasado de que una nueva marca electoral que incluyese a Ayuso y Cayetana Alvaarez de Toledo obtendría 82 escaños, dejando al PP en 50 y, dato no menor, provocando la bajada de Vox a casi la mitad de sus diputados.
Si esto lo está leyendo usted es porque también lo saben de sobra el Ibex, el palco del Bernabéu y todos los poderes fácticos del Estado, que siempre bendecirán a quien prometa una derrota a una coalición de la izquierda española y los soberanismos.