Joseba Iturria
Periodista deportivo. Real Sociedad y ciclismo
Entrevue
Loren Juarros
Exjugador de Real y Athletic y ex director deportivo realista

«Es el partido que hay que ganar, lo saben las aficiones, los jugadores y los dos clubes»

Pocos han vivido de cerca tantos derbis como Loren, como jugador desde 1987 hasta su retirada en 2002, y menos con las dos camisetas, lo que le permite defender que en los dos clubes se vive el derbi igual con el mismo deseo de ganar al rival directo y que es un encuentro muy especial para todos.

Loren es uno de los que mejor se conoce el derbi tras vivirlo en los dos vestuarios.
Loren es uno de los que mejor se conoce el derbi tras vivirlo en los dos vestuarios. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)

Loren explica cómo vivió la rivalidad entre Real y Athletic con los dos equipos, en sus diferentes posiciones desde las categorías formativas hasta su etapa de director deportivo blanquiazul para evitar fugas a Lezama.

¿Qué supone un derbi para los jugadores de Real y Athletic?

El derbi es el derbi, es el partido que esperan las dos aficiones y los jugadores. Más allá que otros partidos por la clasificación en momentos puntuales sean importantes, y que en todos intentas competir y quieres ganar, este es el partido que hay que ganar. Lo saben las aficiones, los jugadores y los clubes. Es un partido diferente y especial.

¿Recuerda el primer derbi en categorías inferiores?

Yo llegué al Easo en el primer año juvenil y en el segundo pasé al División de Honor con Carmelo Amas y nos enfrentamos y entiendes que siempre, en la categoría que sea, se siente lo mismo. Vas a jugar con la camiseta de la Real en juveniles con el Athletic y se empieza a marcar lo que es el orgullo, el querer demostrar que eres mejor jugador, mejor equipo y mejor cantera que la del Athletic. En categorías inferiores se empieza a percibir que es el rival por cercanía y por lo deportivo.

Y eran otros años. En Zubieta solo había el campo de entrenamiento del primer equipo que rara vez utilizábamos los juveniles. No había más instalaciones y con el Easo jugábamos en Mundaiz en gravilla y con el primer juvenil en Michelín o en Larzabal en hierba.

¿Y el primero en Primera en San Mamés el 17 de octubre de 1987 con gol y triunfo (1-4)?

Para empezar no está mal. Fue un año fantástico. Subo al primer equipo el año anterior, que ganamos la Copa, y en el siguiente quedamos segundos en Liga y perdimos la final de Copa contra el Barcelona. En ese primer derbi el primer tiempo les dimos un repaso increíble. Estrenarte en San Mamés, hacer un gol y en la primera parte ponernos 0-3 no es la realidad de lo que son los derbis. Rompimos la normalidad de estos encuentros, que siempre han sido muy intensos e igualados.

En verano de 1989 pasa al Athletic tras pagar la cláusula de indemnización y vive el derbi dos años como rojiblanco...

Después de dos años muy buenos con John Toshack, primero se van Txiki, Bakero y Rekarte al Barcelona y al siguiente se produce mi salida al Athletic. Al final la situación económica de la Real era la que era en esos años. Se habla mucho de mi fichaje y de que entonces su presidente, Pedro Aurtenetxe, dijo que los mejores jugadores vascos tenían que jugar en el Athletic, pero la realidad es que la Real necesitaba ingresar dinero. Lo sabemos todos los que estábamos en aquella época. El Athletic ejerció la cláusula y la Real no podía hacer frente a su oferta, necesitaba el dinero. Era la realidad de aquellos momentos.

A nivel profesional me tocó jugar en el Athletic y siempre he dicho que es un gran club, pero mi sentimiento siempre ha estado de la Real. Me tocó estar dos años allí y le tengo todo el respeto del mundo, pero mi club siempre ha sido la Real.

«Los dos clubes dan al partido la misma importancia. Todo el mundo lo vive con mucha intensidad»

¿Se viven de manera diferente los derbis en el Athletic?

Se viven igual, por mucho que se quiera dar a entender que en la Real se vive de otra forma, que allí los partidos importantes son con el Real Madrid y el Barcelona. Los dos clubes dan al partido la misma importancia. El derbi es el de la Real y el Athletic y todo el mundo lo vive con mucha intensidad. Las ganas de ganar ese partido se viven de la misma manera, hay que ganarlo en las dos partes.

En dos años con el Athletic, jugó los cuatro derbis, con tres victorias y un empate, con un partido ganado en Atotxa en el que fue protagonista al volver a jugar de central...

Ganamos 0-1. Fui como delantero al Athletic y en aquel partido a Clemente se le ocurrió que me iba a poner de central para marcar a Aldridge. Fue un pequeño shock cuando me habló de jugar de central para anular a Aldridge. Me veía la mejor opción. Luego terminé mi carrera profesional jugando de central, que era mi puesto en las categorías inferiores junto con el de medio centro. El cambio más antinatural fue el de Toshack al ponerme de delantero centro, que tuve años muy buenos en un equipo de la Real que funcionaba como un reloj.

En aquel partido ganamos 0-1, con un gol de Luke y me salió un partido redondo al marcar a Aldridge, que no era fácil. Fue solo un partido, luego volví a jugar de delantero en el Athletic, en el Burgos y al principio en mi vuelta a la Real, que marqué el primer gol de Anoeta ante el Real Madrid. Luego John Toshack volvió a ponerme de central y en ese puesto jugué mis últimos nueve años.

¿Los derbis de Atotxa eran muy diferentes a los de Anoeta?

El campo de Atotxa para nosotros era un símbolo. Aunque fuera más pequeño, por la cercanía del público al campo, lo recogido que estaba, la intensidad que se vivía, con la Real era para disfrutar y con el Athletic para sufrir. Con la presión que había en Atotxa no era fácil jugar para cualquier rival y cuando llegaba el Athletic, que me tocó a mí, la presión era altísima, aunque había menos gente que ahora.

Volví a la Real en el primer año de Anoeta y al principio notamos que nos costaba adaptarnos a la velocidad del balón, que corría muchísimo en un campo mucho más rápido. Se notaban las pistas, la distancia del público... Después de jugar en Atotxa, notamos que no había ese empuje, esa presión. Aunque se han hecho cosas importantes en Anoeta el primer golpe de estar acostumbrados a jugar en Atotxa es muy diferente. Además del 1-4, también tengo muy presente por la diferencia y porque rompe lo que son las dinámicas del derbi el 5-0 de Anoeta. Fueron dos derbis que fuimos muy superiores al Athletic, que no suele ser normal esa diferencia.

«El mercado del Athletic somos nosotros y nos tocó aguantar las embestidas y lograr mantener chavales al abrirles las puertas del primer equipo»

Como director deportivo de la Real le tocó resistir a la amenaza del Athletic...

Vivimos el momento de tres años en Segunda y, cuando llegó Jokin Aperribay y el club ascendió, nos tocó pelear con la amenaza que supone el Athletic. Hay que entender que es su mercado. La Real tiene su dinámica, abrió las puertas, tenemos otros mercados cuando lo necesitamos. El mercado del Athletic somos nosotros y nos tocó aguantar las embestidas y pelear por mantener a los chavales.

Lo que más ha ayudado a la Real a estar en el momento que vive ahora es lograr desde el ascenso todo lo que se ha conseguido con la cantera, dar identidad al club, dar una transición a los jugadores de Zubieta para que llegaran hasta el primer equipo. Si no hay esa transición es más fácil que se piense en salir de Zubieta a otro sitio. Teníamos claro cuál era el camino y eso provocó que los jóvenes no se fueran porque tenían las puertas abiertas del primer equipo, al apostar firmemente por los jugadores de casa. Se volvió a fidelizar a los jugadores de Zubieta.

¿Cómo ve a la Real y al Athletic ante este partido?

La Real llega después de la victoria contra el Granada que rompió una racha en la que había bajado el rendimiento de puntuación y vuelve a estar otra vez en condiciones de pelear por estar en Europa. El partido es una oportunidad para confirmarse e instalarse en la zona europea.

Para el Athletic es un partido de compromiso. Su comienzo de Liga no fue de ponerse arriba, pero han cogido una racha buena, aunque perder contra el Mallorca les ha parado la dinámica. Para el Athletic el derbi es fundamental para seguir aspirando a posiciones europeas. Se estaban acercando y la derrota de Mallorca les ha hecho daño. Si la Real es capaz de ganar se consolidaría arriba y el Athletic daría un paso atrás y se alejaría de las posiciones europeas.

Es significativo que Iñigo Martínez quisiera ver la quinta tarjeta para no perderse el derbi. Así vemos el valor que le dan al partido, quizás pensaban que el de Mallorca lo podían sacar liberando a Iñigo para que jugase el derbi y acercarse a la Real.

«Me sorprende por el estilo de la Real que no lleve más goles porque tiene un estilo de generar jugadas de ataque. El Athletic rentabiliza mucho más los goles basado en un estilo diferente»

Son dos equipos que marcan y encajan pocos goles...

No encajar gol es fundamental para colocarte arriba, salvo que hagas muchos goles. Por cada gol que marcas alcanzas más rendimiento. Me sorprende por el estilo de la Real que no lleve más goles porque tiene un estilo de generar jugadas de ataque, de presión alta, de ser proactivo, de generar más ocasiones de las que termina. El Athletic rentabiliza mucho más los goles basado en un estilo diferente, acorde a los números que llevan los dos.

¿Cómo espera que sea el derbi de este domingo?

El partido del jueves de la Real le va a suponer un desgaste importante porque el estilo de juego del Leipzig es de mucha intensidad, pero al salir las cosas bien es una motivación para el derbi. Sí creo que va a ser importante que la Real sea capaz de tener el balón y desactivar un poco la intensidad y la agresividad a la contra del Athletic. Hay que tener cuidado en la salida de balón y evitar pérdidas para que el Athletic no pueda hacer esas transiciones ofensivas.

¿Tiene ganas de volver al mundo del fútbol?

Ahora estoy con mono de fútbol. El primer año tenía que descansar porque en la Real viví diez años muy buenos de resultados y situación del equipo, pero también muy intensos y complicados en algunos momentos por tener que tomar decisiones importantes en situaciones difíciles. Por eso el primer año quería descansar y luego tocó la pandemia. He tenido contactos con algunos clubes que no se han llegado a concretar, algunas veces por su parte y otras por la mía, y ahora estoy con muchas ganas de realizar un proyecto de éxito como el que desarrollé en la Real.

¿Qué se siente cuando ve ganar al Betis en la Copa con más jugadores fichados por usted que en la Real cuatro años después?

Me da pena por el resultado porque ver perder a la Real no es un trago agradable, pero ver a jugadores como Willian José, Juanmi o Canales al nivel de rendimiento que dan en el Betis o a Rulli en el Villarreal es una satisfacción... Si alguien tenía alguna duda, la tiene que despejar porque eran jugadores de un nivel importante. Todos los que participamos en esas decisiones nos quedamos con la conciencia tranquila porque eran jugadores de un gran valor.

Pero más satisfacción me da ver a Januzaj, que ha sido un jugador a veces cuestionado que parecía su salida cerca y se ha convertido en un jugador fundamental, y el proceso de futbolistas que han pasado por nuestras manos como Gorosabel, Aihen, Zubimendi, Guevara, Aritz, Le Normand, Oyarzabal, Zubeldia, Zaldua... Son jugadores que hemos trabajado con ellos en la cantera y que ahora son piezas fundamentales en la Real. Viéndolo desde fuera es una satisfacción ver que las cosas se hicieron bien.

Entramos en un club en concurso de acreedores, con un presupuesto muy bajo y al final la venta de activos propició la salida de esa situación y hacer un estadio como el que tenemos. Por eso tenemos la satisfacción de haber sido partícipes de esta reconstrucción del club, porque hubo un momento el que todo estaba pendiente de un hilo.