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La Ertzaintza encontró ADN de la víctima del crimen de Gros en la vivienda del acusado

El agente encargado de la instrucción del crimen de Gros ha dado cuenta de la investigación desarrollada por la Ertzaintza, que encontró restos de ADN de la víctima en el pomo de la puerta de la vivienda del acusado.

Audiencia Provincial de Gipuzkoa, donde se desarrolla el juicio.
Audiencia Provincial de Gipuzkoa, donde se desarrolla el juicio. (Unanue | EP)

La Ertzaintza encontró ADN de la víctima del crimen ocurrido en el barrio donostiarra de Gros en el pomo de la puerta de la vivienda del acusado y, de este, en la cazadora que llevaba puesta el fallecido, que murió tras recibir 45 cuchilladas.

La tercera jornada del juicio por la muerte de un hombre de 47 años en la plaza Catalunya el 14 de marzo de 2020 ha comenzado con la declaración del agente de la Ertzaintza que lideró la instrucción.

Según ha relatado, en un primer momento se tenía otro sospechoso, con problemas de esquizofrenia, al que se detuvo un día después de los hechos pero que se descartó cuando se comprobó que la sangre que tenía en la ropa era de él mismo, ya que se había autolesionado con una botella, y que no estuvo en el lugar de los hechos.

Por ello, la investigación pasó a centrarse, tras el visionado de las cámaras de seguridad del pub donde se encontraba la víctima antes de su muerte. Así, se pudo advertir que la víctima habló con la pareja del acusado, que también está imputada por un posible delito de encubrimiento.

El ertzaina ha explicado que la víctima aprovechaba para hablar con la chica cuando el acusado se ausentaba para ir a la barra, al baño o para hablar con otras personas, algo que al parecer le molestó y le llevó al acusado a mantener una «actitud como de observancia» hacia él.

También ha indicado que, observando las imágenes de la cámara de seguridad del pub y establecimientos de los alrededores, pudieron comprobar, «por la forma de andar, con un movimiento del pie izquierdo zambo muy característico», que ese hombre era el mismo que entró después en en el mismo establecimiento, vestido diferente.

Esta vez llevaba una cazadora con capucha de pelo puesta, que luego se comprobó que perteneció a un hermano de una expareja que le denunció por violencia machista. Salió con la víctima del establecimiento y se dirigió a la plaza Catalunya, a la zona de juegos infantiles donde fue hallado el cadáver.

Testimonio «clave»

El agente ha destacado un testimonio «clave» en la investigación, de un vecino que estaba paseando al perro aquella mañana en la plaza Catalunya y vio lo que en un principio pensó que eran dos personas «hablando cordialmente», hasta que escuchó «el grito de ‘vale, perdona, perdona’».

En ese momento, observó cómo una de estas personas golpeaba a la otra y luego se marchaba, sin correr, del lugar hasta la esquina de Gran Vía 23, inmueble en el que se centraría también la investigación.

La Ertzaintza identificó que en este edificio vivía el acusado, fichado por violencia de género y una orden de alejamiento de su expareja. «Vimos al hombre del bar», ha señalado el agente.

Está previsto que el juicio, que prosigue con distintas declaraciones, continúe mañana, si bien el testigo presencial de los hechos no lo hará hasta el próximo día 28.