El conflicto en Ucrania ha provocado la ruptura de la tradición de no enviar armas a países en conflicto de Suecia y Finlandia, aliados pero no miembros de la OTAN, en un contexto en el que aumenta el apoyo a su ingreso.
Los últimos sondeos reflejan un mayor respaldo, sobre todo en Finlandia, y varios partidos pro-Alianza han reforzado su discurso favorable al ingreso. Pero los gobiernos socialdemócratas que rigen ambos países descartan modificar de momento la línea mantenida hasta ahora, mientras Moscú avisa de las posibles consecuencias.
Desde la ocupación soviética de Finlandia en 1939, Suecia no autorizaba el envío de armas a un país en conflicto, hasta que este lunes el Parlamento aprobó enviar a Kiev 5.000 lanzacohetes y equipamiento por casi 38 millones de euros.
Suecia tiene leyes estrictas para exportar armas a zonas de conflicto, aunque con excepciones, como suministros vinculados a contratos anteriores, argumento usado con Estados Unidos y Gran Bretaña durante la invasión de Irak; o si afecta a la seguridad y la política exterior, razón esgrimida ahora.
El Gobierno de Finlandia también anunció este lunes el envío a Ucrania de 2.500 rifles de asalto, 150.000 piezas de munición y 1.500 armas antitanque para apoyar a las autoridades ucranianas.
Esta decisión fue calificada de «histórica» por la primera ministra, la socialdemócrata Sanna Marin, al ser la primera vez que Finlandia hace una excepción en su política de neutralidad y suministra armas letales a un país en guerra.
El presidente finlandés, Sauli Niinistö, quien refrendó la medida, señaló que el envío de armamento no convierte a Finlandia en partícipe de la guerra, pero servirá para ayudar a que el pueblo ucraniano se defienda de «una agresión».
«El objetivo original de esta política era evitar situaciones de sometimiento en las que el armamento pudiera ser utilizado con fines ofensivos, pero ese ahora no es el caso», declaró Niinistö a la televisión estatal YLE.
Andorra y Mónaco
Durante las últimas horas, Andorra y Mónaco, dos pequeños estados que históricamente han mantenido posturas de neutralidad, han anunciado que se suman a las sanciones propuestas por la UE contra empresas y particulares que distintos estados y organizaciones internacionales consideran que apoyan el «esfuerzo de guerra ruso».
El jefe del Gobierno andorrano, Xavier Espot, ha explicado este martes que su país no dispone de un marco jurídico que contemple la congelación de activos a personas y empresas, como se contempla con las sanciones económicas adoptadas por la UE y otros organismos internacionales para «asfixiar» el esfuerzo bélico de Rusia.
Por ello, para poder sumarse a las medidas propuestas por la comunidad internacional, este miércoles el Gobierno aprobará un proyecto de ley que dé cobertura jurídica a ese tipo de medidas que será tramitado por extrema urgencia para que se aprobado el mismo viernes por el Consell General.
Hasta que esté aprobado el texto y sea de aplicación no se sabrá la incidencia real, pero estas medidas pueden afectar a cerca de 700 personas físicas y 50 jurídicas, según ha explicado Espot.
Esta es la primera vez que Andorra se suma a la adopción de medidas sancionadoras en el marco de un conflicto bélico, y lo hace desde la «convicción de hacer lo que toca hacer».
Por su parte, el príncipe Alberto II de Mónaco anunció el lunes que se sumará a las sanciones de la UE contra Rusia y que va a adoptar «sin demora» los procedimientos para congelar los fondos de personalidades y aplicar sanciones económicas idénticas a las tomadas por sus colegas europeos.
«El Principado de Mónaco reafirma su adhesión al respeto del derecho internacional, la soberanía, la integridad y la independencia de los Estados. Considera que los desacuerdos y los conflictos deben resolverse únicamente por la vía del diálogo y de la diplomacia», señaló el monarca en un comunicado.
Las autoridades monegascas no precisaron quiénes se verán afectados por esta medida, aunque hay figuras conocidas, como el empresario Dmitri Rybolovlev, propietario del AS Mónaco, club de fútbol que disputa la Ligue 1 francesa.
Estos dos microestados han seguido el ejemplo de Suiza, que el lunes también rompió su tradicional neutralidad para aplicar «plenamente» las sanciones de la UE contra los miembros del Gobierno ruso con bienes en su país.
Irlanda mantiene la neutralidad militar y prestará ayuda «no letal»
Por su parte, el primer ministro de la República de Irlanda, Micheál Martin, indicó el lunes que su país no ha abandonado su tradicional neutralidad militar, por lo que prestará a Ucrania «ayuda no letal» para hacer frente a la ocupación rusa.
«No somos neutrales desde el punto de vista político, nunca lo hemos sido cuando se trata de defender los valores democráticos y principios democráticos», declaró Martin a los medios en Dublín. Explicó que la República efectuará contribuciones al Fondo Europeo para la Paz para financiar el envío de suministros y material médico a Ucrania.
«Nuestra contribución a la parte no letal de ese fondo de paz (de la UE) no socava nuestra neutralidad militar», reiteró.