«Es importante que la gente vote y que lo haga por la transformación que necesita Colombia»
Carmen Ramírez, candidata del Pacto Histórico a la Cámara de Representantes de Colombia por la Circunscripción Internacional, aboga por un «retorno digno» y que «la migración sea una opción y no una obligación». Anima a votar por Gustavo Petro para «lograr la transformación que necesita Colombia».
Carmen Ramírez, originaria del pueblo indígena wayú, «al que, como al pueblo vasco, también le prohibieron hablar su lengua», es candidata por el Pacto Histórico por Colombia Humana a la Circunscripción Internacional de la Cámara de Representantes. Actualmente, reside en Suiza tras haber tenido que exiliarse y haber regresado durante un tiempo a Colombia. El viernes participó en Bilbo en el cierre de campaña de la coalición en Bilbo junto al candidato al Senado Gener Usuga.
Al acto asistieron el eurodiputado de EH Bildu Pernando Barrena, quien expresó su apoyo a la candidatura del Pacto Histórico como «símbolo de unidad para terminar con la miseria, la precariedad y la violencia sistemática». Recordó la protesta llevada a cabo por eurodiputados durante la comparecencia del presidente colombiano, Ivan Duque, en el Parlamento Europeo porque «es el máximo responsable del deterioro que sufrido la vida en Colombia en los últimos años y la comunidad internacional no puede seguir mirando hacia otro lado». Junto a Barrena estuvieron la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU en el Parlamento de Gasteiz, Miren Gorrotxategi, para quien «hay posibilidades reales de un cambio para Colombia y la comunidad en el exterior es parte de su motor» y el parlamentario de la misma formación Iñigo Martínez.
En entrevista telefónica a NAIZ, Ramírez llama a los colombianos que residen en el exterior a votar en las legislativas del próximo 13 de marzo y en la primera vuelta de las presidenciales del 29 de mayo para «lograr la transformación que necesita Colombia».
Como colombiana que ha conocido el exilio por su liderazgo social, reivindica «un retorno digno» y a que «la migración sea una opción y no una obligación porque no podemos permanecer en nuestros territorio y porque en tu propio país te mueres de hambre».
¿Qué les diría a los indecisos y a los colombianos residentes en el extranjero para que participen en el actual proceso electoral?
Mi candidatura reivindica el derecho a no migrar, el derecho a permanecer en el territorio. Queremos que la migración sea una opción y no una obligación porque en tu propio país te estás muriendo de hambre. Sin paz no se puede garantizar el derecho a la vida, a la alimentación, a la libre movilidad dentro del país o hacia el exterior… La migración debería ser una opción y no una obligación. Colombia está expulsando de manera sistemática a la colombianidad y, en ese sentido, quiero rendir un homenaje a las víctimas que no hemos podido tener verdad, justicia y reparación y que desde el exilio seguimos haciendo memoria para reconstruir el país. La gran mayoría de colombianos apostamos por un retorno digno, especialmente de las víctimas.
Llamamos a la unión de fuerzas. La segunda mayor entrada de remesas económicas a Colombia proviene del dinero que enviamos los migrantes, de la mano de obra de colombianos y colombianas que trabajamos desperdigados por el mundo. Sin embargo, hemos sido invisibilizados y hasta olvidados por parte del Estado.
Desde la Circunscripción Internacional a la Cámara de Representantes, mi compromiso es trabajar por el cambio que propone el Pacto Histórico a favor de la paz, la igualdad y el buen vivir, porque es necesario garantizar los derechos de quienes un día tuvimos que atravesar las fronteras.
Es importante que la gente vaya a votar y que lo hagan por la transformación que necesita Colombia, no solo en términos de paz, sino de garantías de todos los derechos que nos han sido cooptados, como el derecho a la vida, a la educación, a una transición energética que tenga como base las cosmovisiones tradicionales de los pueblos.
Vengo del pueblo indígena wayú, donde está la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo, El Cerrejón. Y también la más contaminante. Ha ocasionado la muerte de más de 5.000 niños indígenas wayú entre 2015 y 2018. Mi territorio ha sido destruido, por eso una de nuestras apuestas es que seamos conscientes de que el cambio climático no solo nos toca a quienes vivimos alrededor de la zona destrozada en nombre de los recursos fósiles, sino también a quienes vivimos al otro lado del océano. Estamos en una emergencia y por eso es importante salir a votar.
¿Cómo ha sido su experiencia como exiliada?
Por mi trabajo político como líder social, tuve que salir de Colombia en el año 2009. Me acogí a un programa de asilo temporal. No piensas en quedarte, así que después de un tiempo regresé a Colombia. Conocí entonces a mi pareja de origen suizo y ya casada con él regresé a Suiza. Las condiciones eran otras, pero se te obliga a vivir con legislaciones xenófobas, racistas, discriminatorias y escluyentes. Cuando llegas a Suiza, la persona responsable de ti no eres tú misma sino tu marido y es él quien responde por ti en el país. Durante un tiempo me dediqué a trabajar con mujeres migrantes. También hice activismo contra las multinacionales suizas porque una de las dueñas del El Cerrejón es la multinacional suiza Glencore. Junto a organizaciones que trabajan a favor del clima en Suiza impulsamos la Iniciativa de la Responsabilidad de las Multinacionales y este trabajo nos llevó a involucrarnos en procesos migrantes, feministas… En 2019 leí ante 40.000 mujeres en la plaza del Parlamento la Declaración de Mujeres Migrantes.
El precandidato presidencial del Pacto Histórico Gustavo Petro (Colombia Humana) ha mostrado su confianza en que la izquierda gane en las urnas pese «al fantasma del asesinato político». ¿Cómo afronta este temor?
He recibido amenazas de muerte por whatsapp, intervinieron una reunión que estábamos realizando vía zoom con varios líderes sociales colombianos y nos amenazaron. En la amenaza directa que hicieron contra mí ponían «esa mujer, Carmen, tiene mucho que perder porque tiene hijos y esposo». Eso, por supuesto, me revolvió y saber que en cualquier momento puede pasar algo así, me generó impotencia. Los líderes sociales, defensores de derechos humanos y firmantes de la paz no pueden seguir siendo asesinados en Colombia. Los más grave es que las amenazas están atravesando fronteras. La invitación es seguir apostándole a la implementación de los acuerdos de paz. Yo vivo en Berna en cuyo Consejo Federal reposan los acuerdos de paz de La Habana. Sin embargo, Suiza no ha sido el garante que esperábamos. Por eso es muy importante que Gustavo Petro gane la Presidencia y que ganemos en el Congreso para que podamos legislar y gobernar para implementar dichos acuerdos y llegar a la transformación que necesita Colombia.
Llenas de emoción por la participación de la comunidad de #Bilbao en CIERRE DE CAMPAÑA #PactoHistorico #CambiaColombia #euskalherria gracias #ColombianosEnElExterior estamos haciendo #Historia @FranciaMarquezM @petrogustavo @CamiloRomero @urianaguariyu pic.twitter.com/6S22Ro5xXV
— Pacto Histórico - País Vasco (@Pactohistoricov) February 26, 2022
❤️ https://t.co/7apsVB4Izv
— Pacto Histórico - País Vasco (@Pactohistoricov) February 26, 2022
¡Muchísima suerte @Wayunkerra y @gener_usuga!
— Diana Urrea (@DianaUrrea5) February 26, 2022
El País Vasco está comprometido con la transformación social y política en Colombia, que vendrá de la mano del Pacto Histórico. #ColombiaCambia pic.twitter.com/doJhpaGrsI
Ayer fue muy emocioante acompañar a las compañeras del @Pactohistoricov en su cierre de campaña.
— Miren Gorrotxategi (@MiGorrotxategi) February 26, 2022
Hay posibilidades reales de un cambio para Colombia y la comunidad en el exterior es parte de su motor.
Acompañamos vuestro proceso y os miramos para aprender.
Somos un tsunami pic.twitter.com/bMoH6DT8zz