Rosa Zarra recibió el impacto de una pelota de goma en el abdomen el 22 de junio de 1995 cuando la Ertzaintza disolvió una concentración política. Murió el día 30. Una noticia de ETB mencionó el caso en el contexto del fallecimiento a finales de diciembre del empresario José María Aldaia, secuestrado por ETA, informando de que «la izquierda abertzale se movilizaba en frente de las concentraciones y en una ocasión, en San Sebastián, hubo incidentes y una pelota de goma de la Ertzaintza mató a Rosa Zarra».
El sindicato policial ESAN hizo público un comunicado en el que exigió una rectificación «inmediata» y «pública» a EiTB puesto que no había quedado probado judicialmente que la muerte de Rosa Zarra se debiera al pelotazo de la Ertzaintza. Y el informativo de ETB admitió el requerimiento y rectificó en los términos solicitados.
El director de EiTB, Andoni Aldekoa, explicó que la rectificación se hizo en aplicación de la ley y añadió que «en caso de que cualquier persona alegue que» una información emitida en la cadena «no es exacta y le resulta perjudicial, le asiste el derecho a la rectificación».
Pregunta a Beatriz Artolazabal
Tras estas respuestas, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga preguntó a la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, cuál era la versión que su Departamento tomaba en consideración, si la primera ofrecida por ETB o la rectificada.
Lakua elude una respuesta directa y afirma que la Dirección General de EiTB, en la respuesta dada a su pregunta para respuesta escrita, «ha explicado las razones y procedimiento establecido en la normativa vigente para rectificar en caso de que una persona alegue que la información difundida no es exacta o le resulta perjudicial».
Y ante la pregunta directa de si «esa rectificación no frustra el derecho al reconocimiento y reparación que tienen los familiares de Rosa Zarra, que se está canalizando a través de la Ley 12/2016 de víctimas de vulneraciones de derechos humanos», la contestación de Beatriz Artolazabal no es directa; la da por respondida en un párrafo anterior, en el que apunta que «desde la responsabilidad que compete al Departamento que lidero, seguiremos acompañando a todas las víctimas en sus derechos a la verdad, la justicia y reparación, y desarrollando los mandatos establecidos en la Ley 12/2016, con rigor, diligencia y compromiso».
Según ha sabido este diario, la familia de Rosa Zarra ha solicitado su reconocimiento como víctima de vulneraciones de derechos humanos de motivación política.
Reconocida como víctima
Rosa Zarra figura en los «Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida» de Donostia, de 2016, donde aparece como una muerte en «circunstancias confusas» en junio de 1995.
El documento recoge que «Rosa Zarra fue alcanzada en el vientre por una pelota de goma. La trasladaron al hospital y se le apreció un hematoma en el abdomen. Los médicos no consideraron necesario su ingreso. Cuatro días más tarde, ingresó en el hospital con fuertes dolores y su estado fue agravándose. Se le estirpó una parte del intestino a causa de una gangrena. Estuvo en coma tres días más, falleciendo».
Se apunta que «tanto los forenses de la Audiencia de Donostia/San Sebastián como el Instituto Nacional de Toxicología coincidieron en que el fallecimiento se dio por causas naturales».
Pero también añade que el nefrólogo Alex Elosegi, que había tratado a Rosa Zarra con anterioridad, envió un escrito a los medios afirmando que «dada la forma en que se han desarrollado los hechos, creo que lo lógico es pensar que el pelotazo fue el causante del fallecimiento de Rosa, por medio de una trombosis arterial que produjo una perforación de colon y un shock séptico en una paciente con sus mecanismos de defensa disminuidos en relación al tratamiento que seguía para su trasplante renal».
Los jueces archivaron el caso por considerar que no había «nexo causal» entre el pelotazo y la muerte. Era 1995.