El asesor presidencial ucraniano Myjailo Podolyak ha informado al término de la reunión de este jueves que se ha alcanzado un acuerdo para un cese el fuego temporal por motivos humanitarios en las negociaciones mantenidas este jueves con Rusia en Bielorrusia.
«Las partes han llegado a un entendimiento sobre la creación conjunta de corredores humanitarios con un alto el fuego temporal», ha informado Podolyak en su canal de Telegram.
«Es decir, no en todas partes, sino solo en aquellos lugares donde se ubicarán los propios corredores humanitarios será posible el cese al fuego durante la operación», ha precisado.
Ha añadido que la delegación ucraniana «no obtuvo los resultados que esperaba y continuará el diálogo en una tercera ronda de conversaciones».
Entenimiento mutuo
Por su parte, el jefe negociador ruso, Vladimir Medinski, ha señalado que las delegaciones han logrado un entendimiento mutuo en algunos temas.
«Las negociaciones con la parte ucraniana acaban de terminar. En ellas discutimos en detalle los tres bloques de cuestiones. La primera cuestión es militar, la segunda es humanitario-internacional, la tercera es la futura solución política del conflicto», ha dicho Medinski después de las conversaciones.
Ha indicado que en algunos de estos puntos han logrado «un entendimiento mutuo, pero el tema principal que se resolvió hoy es el de salvar a las personas, los civiles que se encuentran en la zona de los enfrentamientos militares».
Por ello, ha subrayado que los representantes del Ministerio de Defensa ruso y el ucraniano «acordaron el formato y procedimiento para mantener corredores humanitarios para la salida de la población civil».
La segunda ronda de negociaciones tras la invasión rusa ha tenido lugar en Belovezhskaya Pushcha, en la región bielorrusa de Brest, cerca de la frontera con Polonia.
Las nuevas negociaciones entre Rusia y Ucrania, cuando se cumple el octavo día de la guerra, debían comenzar en torno a las 12.00 GMT (13:00 horas en Euskal Herria), según había informado el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski.
Como ocurrió el 28 de febrero, los representantes ucranianos llegaron a la reunión con ropa informal caqui y la delegación rusa nuevamente con trajes formales.
El Ejército ruso toma Jersón
En el campo de batalla, una semana después de iniciar la guerra, las fuerzas rusas han entrado en Jersón, gran ciudad del sur de Ucrania y la mayor que han tomado hasta ahora.
El alcalde de Jersón (290.000 habitantes), Igor Kolyjaiev, ha señalado que había debatido con «invitados armados», en referencia a las tropas rusas, en un edificio de la Administración local. Pese a ello, ha negado que la ciudad está bajo control ruso. «Sobre nosotros ondea la bandera ucraniana», ha agregado.
El responsable de la Administración regional, Gennadi Lajuta, hizo un llamamiento por Telegram a la población para que se quedara en sus casas, indicando que «los ocupantes están en todos los barrios de la ciudad y son muy peligrosos».
Las acciones de las tropas rusas serán analizadas por el Tribunal Penal Internacional (TPI) como posibles crímenes de guerra, según ha anunciado el fiscal Karim Khan.
Al este de Jersón, en Mariupol, principal puerto ucraniano del mar de Azov, «la situación se degrada hora a hora», ha señalado Maryna, una vecina de la ciudad de 28 años.
El portavoz de las milicias de Donetsk, Eduard Basuri, ha acusado, en una entrevista a la televisión Rossiya 24, a los batallones nazis Azoy Pravy Sektor de impedir la salida de Mariupol de la ciudad por el corredo humanitario habilitado. «La gente se han convertidos en rehenes. Están como en un campo de concentración, no se puede decir con otras palabras», ha añadido.
Si tomase el control de Mariupol, Rusia se aseguraría una continuidad territorial entre sus fuerzas provenientes de Crimea y las de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Al oeste del país, Rusia ha ocupado la ciudad de Jarkov y continúa con su avance hacia la capital, Kiev.
Ucrania dice que ha frenado la ofensiva
Las Fuerzas Armadas ucranianas, en cambio, han asegurado el jueves por la mañana que «las fuerzas de ocupación» han fracasado en casi todas las zonas en las que avanzaban, por lo que han optado por bombardear durante la noche zonas residenciales en las grandes ciudades del país.
En concreto, en su informe diario, han explicado que las fuerzas rusas continúan tratando de traspasar Volinia, que limita al norte con Bielorrusia, mientras que estarían llevando a cabo operaciones ofensivas en Kozarovichi, Vishhorod, Fastiv y Obujiv.
«Se observó un mayor despliegue de campamentos logísticos sobre el terreno en los distritos de Borodianka, Katiuzhanka y Gavronshchyna. En la dirección norte, los ocupantes rusos no tienen éxito en las ciudades ucranianas de Chernigov, Nezhin y Sumy, Lebedin y Ojtirka», han dicho en su perfil oficial de Facebook.
Así, las Fuerzas Armadas de Ucrania han dicho que las fuerzas rusas estarían tratando de llegar a las afueras del norte de Kiev, aunque «han perdido capacidad de combate, se está reagrupando y tratando de atacar en la dirección de Brovary».
Rusia amenaza con posibles «catástrofes humanitarias»
En este contexto, Rusia ha culpado a Ucrania de una posible catástrofe humanitaria en las ciudades de Kiev, Járkov, Mariúpol y Sumy, asediadas por su Ejército, y responsabilizando de ello a las fuerzas ucranianas y «destacamentos nacionalistas» que defienden estas plazas.
El Centro Nacional de Dirección de la Defensa de Rusia ha convocado una reunión de urgencia ante «la inminencia de una catástrofe humanitaria en Mariúpol, ciudad con una población de medio millón de personas», declaró su responsable, Mijaíl Mízintsev.
El militar alertó también sobre «la posibilidad de catástrofes humanitarias en Kiev (3 millones de habitantes), Járkov (1,5 millones), Sumy (hasta 300.000), entre otras ciudades».
Mizintsev denunció «los atroces actos terroristas cometidos por parte de los nacionalistas ucranianos» que mantienen el control de estas ciudades, que calificó de «indignantes».
Las ciudades mencionadas por Mizintsev están cercadas o parcialmente bloqueadas por las tropas rusas, que aseguran garantizar corredores humanitarios para quienes deseen abandonarlas y niegan atacar la infraestructura civil, algo que desmiente la parte ucraniana, que denuncia numerosas bajas en la población.
Tras hablar con Putin, Macron cree que «lo peor está por llegar»
Emmanuel Macron y Vladimir Putin han mantenido este jueves una larga conversación que, a tenor de las versiones de ambas partes, ha estado cargada de tensión. En ella, el mandatario ruso ha dejado claro que completará la ofensiva sobre Ucrania «en cualquier caso», hasta el punto de que el presidente francés asume que «lo peor está por llegar», según ha informado el Elíseo.
Putin ha reiterado las reivindicaciones recurrentes de Moscú, entre la que figuran la «desmilitarización» de Ucrania y que este país se comprometa a ser «neutral», es decir, a permanecer fuera de la OTAN.
El presidente ruso no solo no da muestras de poner fin a la ofensiva, sino que incluso ha avisado de que «ganar tiempo» con negociaciones hará que las autoridades rusas reclamen aún más cosas a Kiev, según el comunicado divulgado por el Kremlin, recogido por las agencias rusas.
La conversación se ha prolongado hora y media, y no ha calmado los temores de Macron, que ve a Putin decidido a seguir adelante. El mandatario galo cree que el objetivo de Rusia es llegar a controlar toda Ucrania, según fuentes del Elíseo citadas por ‘Le Monde’.
Tras hablar con Putin, Macron ha contactado con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sin que hayan trascendido detalles de esta segunda conversación. El intercambio de llamadas ha coincidido con el arranque en Bielorrusia de la segunda ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia para tratar de rebajar tensiones.