No es una guerra entre puristas y modernos la que ha desatado la nueva versión del clásico teatral de Edmond Rostand, sino que ya se han hecho alrededor de veinticinco adaptaciones cinematográficas, y cualquier variación posible es tomada a estas alturas como otra e innecesaria vuelta de tuerca. En el imaginario popular están instaladas principalmente tres. La protagonizada por el actor puertorriqueño José Ferrer en 1950, y, sobre todo, la dirigida en 1990 por Jean-Paul Rappeneau para lucimiento de Gérard Depardieu. Un par de hitos a los que habría que sumar la actualización del australiano Fred Schepisi en ‘Roxanne’ (1987), con la comicidad de Steve Martin.

La que ahora se estrena podría pasar por la más chocante de todas, pese a la buena fama de talentoso adaptador que posee el cineasta británico Joe Wright, que supo llevar a la pantalla con éxito a Jane Austen en ‘Orgullo y prejuicio’ (2005), a Ian McEwan en ‘Expiación’ (2011), a Leon Tolstoy en ‘Anna Karenina’ (2012), o a J.M. Barrie en ‘Pan’ (2015). Pero no cabe duda de que Rostand se le ha resistido más, dados los cambios que había de introducir con respecto al texto original, los cuales vienen del musical creado en 2018 por Erica Schmidt. Los versos del siglo XVII son sustituidos por canciones, pero la principal transformación es la del protagonista, ya que este Cyrano no posee una gran nariz, y su marcada diferencia física es de otra índole.

Todo queda un poco en familia, habida cuenta de que Erica Schmidt está casada con el estelar Peter Dinklage, y que quien interpreta a Roxanne es la actriz Haley Bennet, actual pareja del director Joe Wright. Y los compositores de la música son los hermanos Dessner, componentes del grupo indie The National. Y si Cyrano es de baja estatura, del galán Christian hace el afroamericano Kelvin Harrison Jr.