Un monumento que será instalado en Luzaide busca saldar la deuda histórica con los vascones vencedores en la batalla de Orreaga y para cuya financiación se ha puesto en marcha una campaña de micromecenazgo.
Si se cumplen los plazos previstos, el próximo 15 de agosto, el aniversario de la batalla de Orreaga será muy especial, ya que, cuando se cumplan 1.244 años del histórico choque de armas, los vascones que derrotaron a Carlomagno serán honrados por fin con un monumento que recuerde su gesta.
Esa es la iniciativa puesta en marcha por la Fundación Orreaga, que cuenta con el apoyo y el respaldo de numerosos historiadores, como Joseba Asiron o Peio Monteano, y del Consistorio de Luzaide, el Gobierno de Nafarroa y el Parlamento navarro, además de partidos políticos, sindicatos y otras organizaciones populares, según han destacado en rueda de prensa Koldo Amatria, presidente de Orreaga, y Karmele Galarza, miembro de la Junta del Valle de Aezkoa.
El monumento consiste en una escultura titulada ‘Populus Baskonia’, obra de Patxi Aldunate y que está formado por tres piezas de acero corten y que en su altura máxima alcanzará los seis metros.
Son tres grupos de personas que representan «a las gentes del pueblo, a las del valle y a las gentes de Vasconia que acudieron a tomar parte en la batalla», ha explicado su creador.
Las figuras están ideadas como siluetas planas, «simulando la visión que el ejército de Carlomagno tenía de los vascones, moviéndose vigilantes en lo más profundo del bosque», ha añadido Aldunate.
Para que el proyecto se convierta en realidad, es necesario recaudar 40.000 euros y para financiarlo, se espera contar con la colaboración de «instituciones públicas y las aportaciones de la ciudadanía», ha explicado Amatria. En este último caso, se ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding a través de la página web de Orreaga, donde se pueden realizar aportaciones a partir de 10 euros que reciben algún tipo de gratificación.
El objetivo pasa por alcanzar los 40.000 euros para finales de mayo o junio, y a continuación, se procedería a instalar la obra en Luzaide, cuyo Ayuntamiento correrá con los gastos para acondicionar el emplazamiento elegido. Su alcalde, Nicolás Salvador, ha señalado que, con esta iniciativa, «parece que hemos conseguido que los vascones tengan su sitio en la batalla después de generaciones. Nunca es tarde».
Rememorar la victoria vascona
Precisamente el deseo de saldar una «deuda histórica» con esos vascones vencedores en Orreaga es la filosofía que impregna el proyecto, máxime cuando el monumento existente en estos momentos en la zona donde se libró el choque de armas curiosamente recuerda a Roldán, sobrino de Carlomagno que murió en la batalla.
Sobre esta circunstancia, en la comparecencia ante los medios se ha leído un texto del historiador Aitor Pescador, en el que recuerda que en el año 778, «fueron los intereses de potencias extranjeras (el reino franco-carolingio y el emirato de Córdoba) los que implicaron a los vascones en una guerra que no era suya».
También pone el acento en que «las noticias y crónicas que dan cuenta de los hechos de Orreaga no son propias de los vascones», ya que «todas las referencias provienen de crónicas francas».
Por ello, «el relato se ha centrado siempre más en el famoso derrotado que en el desconocido vencedor», hasta el punto de que «hoy existe un monumento al derrotado y no uno dedicado al vencedor». Las referencias «son constantes a los derrotados francos y casi nada se dice de las gentes que vencieron ese día».
Pescador concluye que «la memoria de los pueblos se construye en torno a referentes históricos. Hitos referenciales que les permiten identificarse como una comunidad con elementos y características propias».
Por ello, «la construcción de una estatua que rememore la victoria vascona frente a las tropas de Carlomagno es una deuda histórica que tenemos como pueblo. Tiempo es, por lo tanto, de realizar el esfuerzo de recuperar parte de nuestra memoria histórica».