Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Atlético y Benfica, ambos a la contra, dejan en la cuneta a Manchester United y Ajax

Jugando a la contra, tanto Atlético como Benfica se han impuesto por la mínima en sus respectivos desplazamientos para dejar en la cuneta a los teóricos favoritos Manchester United y Ajax.

Pogba y Ronaldo se retiran decepcionados a la conclusión de su derrota ante el Atlético.
Pogba y Ronaldo se retiran decepcionados a la conclusión de su derrota ante el Atlético. (Paul ELLIS | AFP PHOTO)

Aunque Manchester United y Ajax han llevado el dominio en sus respectivas eliminatorias, han sido Atlético y Benfica quienes han conseguido el pase a cuartos, aplicándose en defensa y saliendo a la contra o aprovechándose del balón parado para vencer por la mínima a domicilio que, a la postre, es lo que vale.

En el caso de los red devils, es el enésimo fracaso de un club legendario que no levanta la Orejona desde 2008, mientras que el inmaculado rendimiento en la fase de grupos del cuadro neerlandés parecía aventurar que podía llegar muy lejos, cosa que no ha ocurrido en una noche aciaga de cara a puerta.

El duelo de Old Trafford se ha resuelto al filo del descanso, con un cabezazo de Lodi en el segundo palo, tras centro de Griezmann, quien ha recibido de tacón de Joao Felix, en una jugada que ha plasmado a la perfección el plan colchonero, consistente en mantener el orden defensivo y salir a la contra.

En todo caso, le ha hecho falta algo más. El Oblak de los viejos tiempos se ha convertido en todo un muro bajo palos al impedir que los anfitriones se adelantasen en el marcador con unas paradas de verdadero mérito cuando su equipo más lo ha necesitado.

Así, ha impedido el 1-0 en intervenciones a un tiro de Elanga en el 13 –lo ha sacado con la cabeza– cuando la grada ya cantaba el gol, un intento desde fuera del área de Dalot en el 26 que lo ha detenido bien colocado, o repeliendo a dos manos en el tiempo de descuento de la primera parte un chut envenenado de Bruno Fernandes.

Apoyándose en la calidad de sus futbolistas de ataque, el Atlético también ha recuperado antiguos principios futbolísticos, fuerte en defensa y saliendo rápido a la contra. Todo el equipo se ha puesto el mono de trabajo y sus centrales han estado impolutos, mientras Griezmann y Joao Felix han intentado armar veloces transiciones.

Así, también ha dispuesto de sus opciones, con un lanzamiento duro y colocado de De Paul, al que ha respondido la estirada y manopla de De Gea y un gol bien anulado a Joao Felix por estar en posición antirreglamentaria Llorente en su arrancada previa a centrar al delantero luso.

El acoso y derribo inglés se ha hecho más intenso a medida que avanzaba el segundo periodo. Su técnico, Ralf Rangnick ha puesto toda la artillería sobre el césped, pero ha resultado en vano. Centros colgados al área sin rematador y lo más peligroso, sendos chuts de Sancho y Dalot, para volver a vivir una nueva decepción en la máxima competición continental.

Un Ajax sin pegada

La frustración también ha alcanzado al Johan Cruyff Arena. La progresión de la nueva generación de jugadores del Ajax que tan sobresaliente rendimiento había dado en la fase de grupos se ha visto cortada de cuajo por la falta de acierto de la primera mitad y un Benfica que ha sabido sacar provecho del balón parado.

La jugada que ha decantado la balanza del lado lisboeta ha llegado en el minuto 77, cuando una falta lateral botada por Grimaldo se ha encontrado con la mala salida de Onana y la cabeza de Darwin Núñez esperando el error del guardameta local. Con el conseguido en el estadio neerlandés, el ariete uruguayo ya lleva 26 goles este curso.

Lo cierto es que los anfitriones han sido claramente dominadores hasta el receso, generando ocasión tras ocasión, sumando nueve disparos –dos de ellos, a puerta–, pero sin la puntería necesaria, haciendo honor a la máxima de que el que la perdona, la paga.

Tadic, un jugador desequilibrante que parece tener los días contados en Amsterdam, ha sido una pesadilla por el costado izquierdo, pero ni sus centros, ni sus intentonas por encontrar portería, han tenido un efecto positivo sobre el electrónico.

El segundo periodo ha sido de mucho menor ritmo, más atropellado y con un Benfica aguardando a su oportunidad para darle la estocada a un rival que se ha ido desesperando cada vez más por no salirle las cosas y que ya se ha terminado de desquiciar con el 0-1.