Maitane Aldanondo
GASTEIZ

Recyycle, el herrero 3.0 que repara el plástico para frenar el usar y tirar

La empresa de Araba alarga la vida útil de los elementos de plásticos, lo que a su vez se traduce en un ahorro económico y en la disminución de la cantidad de residuo generado. Busca consolidarse y aspira a tener también impacto social.

Toni Martínez tiene su taller de reparación en Nanclares de la Oca, pero la maquinaria que emplea es móvil, lo que permite intervenir en elementos que no se pueden desplazar.
Toni Martínez tiene su taller de reparación en Nanclares de la Oca, pero la maquinaria que emplea es móvil, lo que permite intervenir en elementos que no se pueden desplazar. (RECYYCLE)

Cuando una pieza de plástico se rompe, en muchos casos, se sustituye por otra nueva; porque es un material barato, lo que genera gran cantidad de residuos. La empresa arabarra Recyycle propone una alternativa más sostenible y económica: reparar.

Al frente de la iniciativa está el barcelonés Toni Martínez. Lleva una década viviendo en Gasteiz, un entorno con un ecosistema verde que le motivó a lanzar este proyecto enfocado en la sostenibilidad. Tras tres décadas trabajando con grandes multinacionales del sector de los plásticos de extrusión, en 2018 decidió investigar qué alternativas o posibilidades tendría la reparación de plástico en el mercado. Le dedicó dos años a localizar diferentes soluciones existentes.

«Siempre he sido muy inquieto. Me apetecía aportar una propuesta de valor que, aunque fuera pequeñita, estuviera más involucrada con la sociedad actual. Hay proyectos muy interesantes, pero mucho por hacer en el aspecto medioambiental», explica Martínez. No sólo eso, cuando consolide su proyecto también quiere tener un impacto social, «incorporar personas con dificultades de inserción laboral, parados de larga duración… Aportar algo para generar grandes cambios». Acudió a la Cámara de Comercio de Araba, donde validaron su proyecto y le presentaron toda una batería de asociaciones público-privadas y ayudas a las que podía acceder. El siguiente paso fue BIC Araba, «un punto de inflexión importante. Evalúa tu proyecto, te asesora y acompaña».

Se dio a conocer en febrero de 2020, justo antes de la pandemia que frenó sus previsiones. Martínez cree que «la incertidumbre» hace que vaya más lento, y estar sólo limita su capacidad de expansión. No obstante, ha tenido el respaldo de dos reconocimientos: En 2020 ganó, en la categoría Industria, el premio “Tu idea cuenta” de Araba Emprende; así como el premio Eco diseño en el Congreso Nacional de Medioambiente. Considera que a la hora de emprender es importante rodearse de «muy buena gente» y que él tiene la suerte de tener un sector empresarial «muy potente» a su alrededor. «Emprender es mantenerte despierto, evaluar constantemente qué mejoras puedes llevar a cabo e ir adaptándolo a las circunstancias. No te puedes dormir».

Fundir en lugar de pegar

Martínez emplea tecnologías innovadoras para reparar un gran número de termoplásticos, de forma que les devuelve su resistencia, estabilidad y usabilidad. Una alternativa novedosa que recupera la tradición de reparar las piezas rotas que se ha perdido tanto con la invasión del plástico como del usar y tirar. Martínez equipara su trabajo al de un «herrero 3.0». «Al pegar una pieza rota, se genera una capa que engancha una parte con otra; pero esta tecnología lo que hace es fundir, es muy parecido al acero, y así recupera completamente su resistencia».

El mundo del plástico es muy amplio, por lo que trabaja para dar cobertura al mayor número de elementos. Reutilizando el producto se puede obtener un ahorro económico de hasta el 70%, además diminuyen las emisiones de CO2 hasta un 98% respecto a la producción del mismo elemento nuevo. De este modo, se prolonga la vida útil de los objetos maximizando su rentabilidad y eficiencia, a la vez que se reduce su impacto.

Se dirige al sector industrial, al logístico y al alimentario, donde repara palets, contenedores, cajas… Ha tenido «muy buena» acogida por parte de las administraciones públicas para el mantenimiento del mobiliario urbano, parques infantiles y de contenedores de residuos sólidos urbanos. Tiene un pequeño taller en Nanclares de la Oca, pero la maquinaria es móvil, por lo que puede desplazarse a hacer la reparación. En Nafarroa o la franja mediterránea hay empresas de este tipo, pero Martínez afirma que «probablemente sea el único en Euskadi con esta propuesta de valor». Quiere consolidarse aquí, aunque por cercanía ha hecho algunos trabajos en Burgos y la Rioja.

Ha contactado con fabricantes y gestores de residuos para colaborar con el objetivo de lograr «una auténtica circularidad» e «incidir directamente en la sociedad». De este modo, el diseño pasaría a ser ecodiseño y tendría en cuenta cómo se puede reparar, así como recuperar el material reutilizándolo dentro del mismo canal.