Manex Altuna

Los precedentes ni los últimos resultados invitan a creer en las opciones europeas

A falta de nueve jornadas para acabar la Liga, el séptimo puesto que ocupa el Villarreal queda a cuatro puntos, el sexto de la Real está a siete de distancia y el quinto del Betis a nueve, con la diferencia de goles en contra.

El Athletic no pudo pasar del empate ante el Getafe en San Mamés.
El Athletic no pudo pasar del empate ante el Getafe en San Mamés. (Aritz LOIOLA | FOKU)

El Athletic ocupa la octava posición en la clasificación con 41 puntos. Las matemáticas permiten seguir alimentando el objetivo de luchar por Europa en el tramo final del campeonato, pero los precedentes de las anteriores campañas en las que el equipo acabó agotado no hacen confiar en tal posibilidad.

El año pasado con Marcelino, sin ir más lejos, tan solo se sumaron 10 puntos en los últimos nueve partidos, perdiendo los últimos tres de manera consecutiva. Las finales de Copa pasaron factura en el aspecto anímico del equipo y también las lesiones de jugadores titulares.

En la campaña anterior con Garitano -influenciada por el parón por la pandemia- también se cayó en cuatro de los cinco últimos choques. El Athletic consiguió 12 puntos en esas últimas nueve jornadas. Con esas puntuaciones es casi imposible aspirar a subir algún peldaño en la clasificación.

Los últimos resultados tampoco ayudan. La derrota en el campo de un rival directo como el Betis y el empate contra el Getafe en San Mamés han dejado al conjunto rojiblanco lejos de las posiciones que otorgan plaza para la Europa League. El quinto puesto de los andaluces se encuentra a nueve de distancia y, además cuentan con la diferencia de 10 goles a su favor. La Real es sexta con siete puntos más, pero en este caso el golaveraje favorece a los bilbainos.

La séptima posición del Villarreal queda a cuatro puntos y el Athetic visitará el Estadio de la Cerámica el 9 de abril -18.30 horas-, después del próximo duelo ante el Elche el día 3 en San Mamés -14.00 horas-. Sin embargo, el Betis deberá ganar la Copa para que el séptimo puesto conceda la clasificación para disputar la Conference League, tercera competición a nivel europeo creada esta temporada. Para alcanzar la fase de grupos se deberá superar una previa.

Los tres rivales a los que persigue el Athletic en la clasificación han demostrado una mayor fiabilidad en lo que va de temporada, aunque también están ofreciendo síntomas de que se les puede hacer muy largo el último esprint. El Villarreal se ha metido en cuartos de Champions, el Betis no juega con tanta alegría desde que accedió a la final de Copa y la Real está sufriendo para hacer goles, sin olvidar la lesión de Mikel Oyarzabal.

Tampoco se debería descartar que equipos como Valencia y Osasuna se puedan meter en esa pelea en las próximas jornadas. Los de Bordalás están a un punto del Athletic y los de Arrasate a tres. Ambos conjuntos tienen que pasar por San Mamés.

Cinco partidos en casa para terminar en Sevilla

Iñaki Williams generó ocasiones ante el Getafe, pero no pudo marcar. (Aritz LOIOLA / FOKU)

El Athletic está obligado a protagonizar una remontada para subirse al tren europeo. Con las elecciones a la presidencia marcando la agenda, disputará cinco de los nueve partidos que restan en San Mamés. El primer rival será el Elche y luego toca la visita al Villarreal. El siguiente en pasar por Bilbo será el Celta, después desplazamiento a Cádiz y el Atlético en casa. La siguiente jornada llegará el Valencia a Bilbo, viaje a Granada y despedida en San Mamés con un derbi ante Osasuna.

Al igual que hace tres temporadas con Garitano, el Athletic podría jugarse el billete europeo en Sevilla en la última jornada. En aquel encuentro hacía falta sumar un punto y el equipo falló ante un rival que no se jugaba nada. Otro precedente negativo para los intereses rojiblancos.

Mejorar la eficacia ante la portería contraria es indispensable para poder meterse en la pelea por Europa. Ante el Getafe hizo méritos suficientes para lograr el triunfo, pero al equipo le sigue costando hacer goles.

Volvió a acabar el partido contra diez rivales y los cambios introducidos por Marcelino no tuvieron ningún efecto. Entraron Villalibre y Raúl García para ejercer de rematadores y los jóvenes Nico Williams y Serrano para abrir el campo junto con Petxarroman en banda derecha. Sin embargo, el conjunto rojiblanco fue empeorando sus prestaciones contra un rival bien cerrado atrás.

Fue el enésimo ejercicio de impotencia en ataque. También se repitió la falta de concentración defensiva en los minutos iniciales que costó encajar un tanto como ocurrió contra Rayo y Cádiz. Con todo lo que le cuesta al equipo marcar, los contrarios consiguen hacer goles con facilidad en las contadas ocasiones de las que disponen. El Getafe tan solo remató a portería en la acción del gol y en el tanto que fue anulado por fuera de juego en el segundo tiempo. El Athletic dispuso de 22 remates, 11 de ellos a portería y no pudo marcar más de un gol.