El portavoz del Gobierno polaco, Stanisław Żaryn, ha anunciado este miércoles que el Ministerio de Exteriores ha convocado al embajador ruso y avanzó que 45 diplomáticos de ese país serán expulsados de Polonia.
Żaryn informó en una rueda de prensa en Varsovia de que los servicios secretos han preparado una lista de 45 personas «de círculos diplomáticos rusos» que será remitida al ministerio de Exteriores para proceder a su expulsión, por considerar que «trabajan para el servicio de inteligencia de Rusia».
Asimismo, fue convocado por el Ministerio de Exteriores polaco el embajador ruso en Varsovia, Sergey Andreiev, afirmó el portavoz del Gobierno.
La acusación genérica de «espionaje», como es sabido, ha sido dirigida también anteriormente contra el periodista vasco Pablo González, que permanece encarcelado y sin comunicación con familiares y abogado de confianza hace ya tres semanas.
Las autoridades polacas también informaron este miércoles de la detención en Varsovia de un empleado del Registro Civil de esa ciudad, acusado de espiar para Rusia.
El hombre, cuya identidad no se ha divulgado, «suministraba noticias e información que podrían dañar a la República de Polonia», siempre según un comunicado oficial, y permanecerá en prisión preventiva durante al menos tres meses a petición del fiscal.
«Información aparentemente trivial»
En una entrevista emitida en la televisión polaca este miércoles, el portavoz gubernamental Michal Dworczyk afirmó que «las actividades de los espías de Rusia son cada vez más intensas» en territorio polaco y añadió que «a veces no nos damos cuenta de cuán importante para la Inteligencia es información aparentemente trivial como, por ejemplo, la que consta en las instituciones locales».
«En la Oficina del Registro hay mucha información sobre personas que cambiaron de nombre tras adquirir la ciudadanía polaca o tarjetas de residencia. Y los espías pueden usar esto», afirmó Dworczyk.