Marcel Pena

Soberanismo y sindicalismo se citan en Bilbo para responder conjuntamente a la crisis europea

Representantes de distintos sindicatos soberanistas de los estados español y francés, Escocia e Irlanda se han reunido en Bilbo en el marco de las jornadas organizadas por LAB. El encuentro ha servido para poner en común problemáticas propias y buscar una respuesta conjunta en el marco europeo.

Las jornadas han servido para poner en común las problemáticas de cada nación.
Las jornadas han servido para poner en común las problemáticas de cada nación. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Representantes de varios sindicatos soberanistas europeos se han reunido este jueves en Bilbo en el marco del encuentro organizado por el sindicato LAB. Las delegaciones nacionales han abordado los distintos procesos de transformación que se están viviendo ahora mismo en Europa y las problemáticas comunes en todo el continente, como la crisis energética derivada del conflicto en Ucrania, la situación económico-social tras la pandemia o el auge de la extrema derecha.

En la sesión de este jueves celebrada en el Palacio Euskalduna de Bilbo, los delegados sindicales procedentes de Catalunya, Galiza, Aragón, Asturies, País Valencià, Canarias, Corsica, Cerdeña, Aosta, Canarias, Escocia e Irlanda han explicado su visión sobre «el papel del sindicalismo soberanista en los procesos de transformación del contexto Europeo». Además, LAB ha presentado un dossier titulado ‘El papel del sindicalismo soberanista en los procesos de transformación del contexto europeo’.

Este documento analiza las consecuencias de la «globalización neoliberal», un contexto internacional «profundamente heteropatriarcal y con vivas secuelas coloniales». Así, desde «una perspectiva del sindicalismo feminista y de clase», proponen «globalizar las luchas y las experiencias positivas», también desde las naciones sin estado. «Una nueva manera de entender el mundo desde la solidaridad, la lucha y el contrapoder», han señalado.

En su presentación, la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha destacado la importancia de un encuentro como el de este jueves para poner en común reflexiones desde los puntos de vista de las distintas naciones; y ha advertido de la crisis energética que sacude el mundo, y las consiguientes guerras entre bloques hegemónicos por los recursos energéticos. También ha incidido en que «Europa es un proyecto fallido socialmente», y ha puesto como ejemplo el auge de la extrema derecha, un fenómeno que afecta a la mayoría de países por igual y que tiene como base «el antifeminismo, el racismo y el ataque a las naciones».

Delegaciones internacionales

Después de la intervención de Aranburu, cada sindicalista ha hablado sobre la situación económica, social y política en su país. Desde las diferencias que existen entre naciones, los representantes de los sindicatos radicados en el Estado español han coincidido en señalar la subordinación de sus pueblos a la oligarquía española, a menudo territorios desposeídos de su industria –como Galiza– y relegados a producir energía –en el caso de Aragón– o a los monocultivos –como ha ocurrido en Canarias–. Por ello, han querido destacar la importancia que adquieren en este contexto los sindicatos nacionales y de clase.

Especialmente significativa ha sido la intervención de Cristofanu Pistorozzi, secretario nacional del STC de Corsica. Pistorozzi ha recordado la situación que se vive en la isla desde la agresión el pasado 2 de marzo a Yvan Colonna, que posteriormente provocó la muerte del preso político corso. Así, ha remarcado que el ataque a Colonna se produjo «en una cárcel del Estado francés», fuera de Corsica, y ha advertido que la actuación del Gobierno puede pasarle factura de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán el mes de abril.

El representante del STC ha detallado las tres reivindicaciones del movimiento soberanista corso: la vuelta a Corsica de los presos políticos, el respeto a la lengua y cultura propias y la reivindicación de la «plena autonomía». Finalmente, se ha guardado un minuto de silencio en memoria de Colonna.

Sobre los tentáculos del Estado francés ha hablado la representante del sindicato USTKE Kanakya, Yasmina Kherfi. La delegada kanak ha recordado los referéndums de 1998, 2020 y 2021, este último celebrado en etapa pandémica. En este contexto ha recordado que el pueblo kanak, especialmente afectado por la covid-19, no secundó esta votación.

Quien también ha sacado a la palestra un referéndum, en este caso en Escocia, ha sido el representante del SNP Trade Union Group, Bill Ramsay. El escocés ha rememorado la consulta llevada a cabo en 2014 y la próxima, prevista para 2023. Para esta segunda cita con las urnas, Ramsay ha reivindicado que la campaña a favor del «sí» incluya la lucha contra la pobreza o la escalada de los precios de la energía.

En el caso de Seán McElhinney, del sindicato Trade Unionist for a United Ireland, ha coincidido con su compañero escocés en señalar las claves para la reunificación del país. «Un tercio de la ciudadanía del Norte de Irlanda vive en la pobreza. En el Sur, no existen la sanidad pública ni los convenios colectivos. Deben aplicarse los Derechos Humanos, los derechos para la clase trabajadora, y para ello necesitamos una nueva constitución para toda Irlanda», ha insistido. Según ha defendido McElhinney, «sólo a través de la autodeterminación, las naciones conseguirán proteger a sus clases trabajadoras».