Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

‘Yo maté a Kennedy’: 50 años después, Pepe Carvalho regresa a su primer caso

El detective Pepe Carvalho, personaje con el que Manuel Vázquez Montalbán revolucionó el género de la novela negra, apareció por primera vez hace 50 años en la novela ‘Yo maté a Kennedy’. Para conmemorarlo, este 30 de marzo, la editorial Planeta publica una edición especial de dicha obra.

Manuel Vázquez Montalbán, creador de Pepe Carvalho.
Manuel Vázquez Montalbán, creador de Pepe Carvalho. (GENERALITAT DE CATALUNYA)

Al doblar la esquina de la medianoche barcelonesa siempre topamos con la mirada penetrante de Pepe Carvalho.

Atrincherado en su desencanto y en su personal código de conducta, siempre lindante a lo imprevisible o al factor de sorpresa, este detective activo antifranquista que nunca perdonó la deriva del Partido Comunista, regresa cincuenta años después de ser creado por quien siempre encontró cada vez que se colocaba ante un espejo, un tipo llamado Manuel Vázquez Montalbán.

Vázquez Montalbán se definió así mismo como «periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general». Se dice que las calles fueron la primera escuela de este escritor que se crió en el barrio que una vez fue conocido como El Chino y que ahora atiende al de El Raval.

Tras su militancia en el Frente de Liberación Popular y en el PSUC, a comienzos de los 60, un consejo de guerra lo condenó a tres años de prisión por asistir a una huelga en apoyo de los mineros de Asturias.

Aprovechó su estancia en prisión para escribir un tratado sobre la información, dos libros de poesía y el esbozo de una futura novela. En sus inicios siempre albergó su intención de dedicarse a la poesía, pero con el tiempo aprendió a camuflarla entre bocanadas de humo y crímenes.

De todo ello surgió Pepe Carvalho, cuyo primer caso-novela se publicó en 1972 bajo el título de ‘Yo maté a Kennedy’. A esta le seguiría una veintena más, bien condimentadas con detalladas recetas de cocina y secuencias que abordaban la trastienda de la sociedad del Estado español de los setenta. A ello se sumaban los cambios que se producían en la propia fisonomía de Barcelona, cosa que aterraba al detective.

El detective que quemaba libros

Carvalho también es conocido por ser un lector voraz y por su propensa manía de quemar libros, tan solo se libran de la hoguera aquellos que llevan la firma de Federico García Lorca.

En sus novelas asoma el bullicio de Las Ramblas y las sombras de su eterno ayudante y cómplice, Biscuter, y su ocasional compañera sentimental, la prostituta Charo.

Carvalho es observador, sarcástico e insobornable. Es gallego pero ama la imperfección de Barcelona, ciudad que hizo suya para siempre. En su origen, su apellido era Carvallo, pero su padre, cansado y asqueado de que lo considerasen español, optó por ‘portugalizar’ su apellido.

Carvalho es coherente y contradictorio desde su origen como antiguo militante comunista y agente ocasional de la CIA. Sobre ello, Vázquez Montalbán dijo en una entrevista a ‘El viejo topo’ «ese juego es constante y la propia esquizofrenia ideológica del personaje que sea de la CIA y del Partido Comunista, esa brutalidad que en algunos momentos le puede aflorar, y en otros momentos ser todo lo contrario, forma parte de esa dualidad, que suelo comprobar en el comportamiento de todo el mundo, en la propia existencia de lo real; lo que ocurre es que se ha de tomar partido en un momento determinado entre un término y el otro y decantarse hacia el uno o el otro, hacer un esfuerzo cultural espontáneamente en un sentido u otro, pero en todo momento las dos posibilidades están ahí».

Edición especial de ‘Yo maté a Kennedy’. (PLANETA)

Cincuenta años después de aquel primer caso relatado en ‘Yo maté a Kennedy’, editorial Planeta publica este 30 de marzo una edición especial de dicha novela que cuenta con un prólogo escrito por por el periodista y escritor Miqui Otero.

Según explicó la editorial, «presentada en su momento como una novela de aventuras, en realidad es un ajuste de cuentas a los tópicos que formaron parte de la educación moral, política y sentimental de nuestro país y, sobre todo, es la punta de lanza de una saga que cambiaría las historias de detectives a nivel europeo».