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Tel Aviv

El primer ministro de Israel insta a la población a portar armas tras la oleada de ataques

Tres ataques en una sola semana que se saldaron con once muertos tensan el ambiente en Israel, donde se ha elevado el nivel de alerta de las fuerzas de seguridad y el primer ministro, Naftali Benet, ha instado a la población con licencia a portar armas.

Israelíes asisten al funeral de una de las cinco personas que murieron en el tiroteo de este martes en la ciudad de Bnei Brak.
Israelíes asisten al funeral de una de las cinco personas que murieron en el tiroteo de este martes en la ciudad de Bnei Brak. (Menahem KAHANA | AFP)

El primer ministro israelí, Naftali Benet, ha instado este miércoles a aquellos civiles con licencia para portar armas a que las lleven consigo, tras una semana en la que tres ataques distintos causaron la muerte de 11 personas, el último de ellos ocurrido este martes.

La instrucción del mandatario llega en un contexto de alerta máxima en Israel, que vivió esta semana una de las olas de ataques más graves desde la Segunda Intifada.

«Ciudadanos de Israel, esta no es nuestra primera ni nuestra segunda ola de terrorismo», ha señalado Benet durante un discurso desde su residencia, donde se encuentra aislado tras dar positivo en covid-19.

«La sociedad israelí, cuando se la pone a prueba, sabe cómo mostrar compostura, permanecer resistente y estar a la altura de las circunstancias», ha agregado, tras anunciar una serie de medidas para evitar que se produzcan más ataques.

Estas medidas incluyen, además, el refuerzo de la Policía con oficiales del Ejército, y el despliegue de múltiples batallones militares en puntos claves de Cisjordania ocupada y en la zona alrededor de la Franja de Gaza.

El anuncio del primer ministro llega poco después de que el ministro de Defensa, Beny Gantz, señalara que emplearán «todos los medios necesarios» para detener esta serie de ataques e informara que están «preparados para reclutar de inmediato a miles de reservistas que inundarán las calles» de Israel.

Estas declaraciones se producen menos de 24 horas después del último ataque, que tuvo lugar este martes en la ciudad de Bnei Brak, al norte de Tel Aviv, y en el que murieron cinco personas.

El incidente siguió a un ataque con armas de fuego en la ciudad de Hadera el domingo, en el que murieron dos policías israelíes, y a otro con cuchillo el martes de la semana pasada en Beersheva, en el que fallecieron cuatro civiles. El Estado Islámico asumió la autoría de ambos ataques.

El clima de tensión que se vive en el país ha hecho sonar las alarmas de cara al inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán, que comienza el próximo sábado y que se suele caracterizar por un aumento de la tensión en la zona.