Las partes beligerantes en  Yemen, cuyo conflicto ha derivado en la peor crisis humanitaria del planeta, según la ONU, han alcanzado este viernes un acuerdo para un alto el fuego integral de dos meses y que dará inicio el sábado, coincidiendo con el comienzo del mes sagrado musulmán del ramadán.

Esta tregua, una de las más extensas desde que se inició el conflicto en 2014, ha sido anunciada por el enviado especial de la ONU para el Yemen, Hans Grundberg, y se ha logradeo tras unas largas conversaciones con los grupos beligerantes con la promesa de levantar el bloqueo de las principales instalaciones controladas por los rebeldes hutíes.

«Las partes en conflicto han respondido positivamente a la propuesta de Naciones Unidas de una tregua de dos meses que entrará en vigor mañana, 2 de abril, a las 19.00», ha anunciado el enviado de la ONU.

Las partes no solo aceptan detener sus operaciones militares dentro  Yemen, sino que también «más allá de sus fronteras«, es decir, suspenden los ataques con misiles y drones hutíes contra Arabia Saudí y los bombardeos de ciudades yemeníes desde el país vecino.

Levantamiento de bloqueos

El cese de hostilidades se ha anunciado en un momento en el que están en marcha unas consultas intrayemeníes en Ryad –en las que los rebeldes hutíes no participan– con el objetivo de buscar una hoja de ruta para poner así fin a este sangriento conflicto que ha segado miles de vidas.

Los hutíes se negaron a acudir a la cita al celebrarse en territorio enemigo, Arabia Saudí, país que lidera una coalición militar desde 2015 en apoyo al Gobiernode Abdo Rabu Mansur Hadi, exiliado en Ryad.

Asimismo, los rebeldes consideraban que para llegar a un acuerdo deberían cumplirse unos requisitos previos, como el levantamiento del bloqueo de las áreas que controlan.

Estas demandas fueron consideradas por Grundberg, que inició un proceso de negociaciones hace unos meses con las partes del conflicto.

Por este motivo, este viernes se ha acordado que los buques petroleros puedan atracar en el puerto de Al Hudeida, controlado por los hutíes pero bloqueado por la alianza militar, algo que impide a los insurgentes recibir grandes cantidades de crudo, recurso cada vez más caro y escaso en Yemen.

Peo también obstaculiza la ayuda humanitaria que precisa prácticamente toda la población yemení.

De la misma forma, el aeropuerto de la capital yemení, Sana'a, también controlada por los hutíes y sobre el que pesa un bloqueo, reanudará sus operaciones «a destinos predeterminados en la región» de Oriente Medio, según el enviado de la ONU.

Por otra parte, han acordado también negociar  la apertura de las carreteras de varias provincias, en particular la de Taiz, controlada por las fuerzas apoyadas por Arabia Saudí, pero sobre la que los hutíes imponen un cerco desde 2015.

La tregua viene precedida de un alto el fuego unilateral declarado por los hutíes la semana pasada, que prescribió el miércoles, y de otro cese de hostilidades por parte de la coalición de monarquías del Golfo anunciado el martes para garantizar que las consultas de Ryad tengan éxito.

Los hutíes rechazaron esta tregua al considerar que no se cumplían los requisitos necesarios previos, como el levantamiento del bloqueo aéreo y marítimo, algo que, según parece, podría ocurrir ahora.

Aunque en los últimos años ya se declararon treguas durante el ramadán, considerado un mes espiritual, de reflexión y de abstinencia, todas ellas fueron unilaterales, por lo que la anunciada hoy es la primera acordada.

Liberados cuatro petroleros

Uno de los portavoces de los hutíes, Mohamed Abdelsalam, ha dado la bienvenida al acuerdo, de la misma forma que lo hizo el ministro de Exteriores del Gobierno de Hadi, Ahmed Awad bin Mubarak, que ya había anticipado que el Gobierno levantaría los bloqueos para allanar el camino hacia una tregua integral.

El Gobierno de Abdo Rabu Mansur Hadi habia anunciado que liberará dos de los cuatro buques petroleros que fueron retenidos en su ruta al puerto de Al Hudeida

Por su parte, Grundberg ha señalado que el cese de hostilidades «es un primer paso que debería haberse dado hace mucho tiempo«, en un país arrasado por el conflicto desde hace más de siete años y en el que más del 80% de su población necesita algún tipo de ayuda humanitaria.

Intercambio de prisioneros

Bin Mubarak ha dicho que, además, ha recibido «directrices claras» del presidente exiliado para «facilitar todos los arreglos» para reabrir el aeropuerto de la capital yemení, Sana'a.

El ministro ha explicado, asimismo, que otra de las directrices recibidas ha sido la de completar el proceso para un intercambio de prisioneros, que está siendo mediado por la ONU, y que incluye unas 2.400 personas, entre las que se encuentran uno de los hermanos del presidente exilado.

Una fuente de los hutíes había asegurado que el acuerdo incluiría el acceso de veinte petroleros a Al Hudeida y la posibilidad de fletar cincuenta aviones desde Sana'a para trasladar heridos a El Cairo y Amán.