ETA se declaró organización desarmada el 7 de abril de 2017. Ya había dejado preparado su armamento para que se hiciera cargo de él la sociedad civil. El día 8 de produjo definitivamente el desarme, monitorizado in situ y hasta el final por los artesanos de la paz. En estos dos artículo de aquellos días se recogen ambos hechos:
ETA deja en manos de Euskal Herria su arsenal y se declara «organización desarmada»
El desarme se materializa bajo supervisión de los artesanos de la paz
¿Qué pasó después? ¿Qué sucedió con aquellas armas y con los flecos que pudieran quedar de aquel histórico día? ¿Qué pasaba con el resto de cuestiones? Un año después dábamos algunas pistas:
La onda expansiva de un desarme artesanal
El desarme no fue, en todo caso, un hecho aislado, y solo cabe situarlo en el proceso de final de ETA para contribuir a un nuevo tiempo. Un proceso iniciado por esta organización con el abandono de la lucha armada en 2011. En su tramo final, el desarme y el debate interno que condujo a ETA a su disolución supusieron un todo en aquel periodo final:
ETA lanzó a la vez la culminación del desarme y el debate sobre su fin