Ganaderos de Nafarroa han continuado este martes con sus acciones para denunciar la crítica situación del sector y exigir que se paguen sus productos «a un precio digno» para así distribuir el beneficio «a todos los eslabones de la cadena alimentaria». Si el pasado 23 de marzo derramaron leche, en esta ocasión, han decidido mostrar la dramática situación del sector comprando leche directamente en una gran superficie comercial de Iruñea. Y por tan solo 27 euros han podido adquirir el consumo medio de leche de una familia durante medio año.

Para evidenciar lo que están sufriendo, han distribuido entre los compradores que salían del establecimiento unas octavillas en las que ponían de manifiesto, entre otras cuestiones, que en 30 años se ha pasado en Nafarroa de 1.600 a 135 explotaciones de vacuno de leche y que ninguna de las marcas blancas cubre los costes de la cadena alimenticia.

E interpelaban a los consumidores si estarían dispuestos a pagar 20 céntimos más por cada litro de leche, es decir, 14 euros más al año. En este sentido, señalaban que «estamos dispuestos a pagar por una televisión de pago, a comprar un móvil de última generación, pero ¿estamos dispuestos a pagar un precio justo por un litro de leche o por cuatro yogures?».

Uno de los ganaderos ha tomado la palabra ante los medios presentes en el lugar para poner de relieve que el problema de las vacas de leche en Nafarroa y en el Estado español «es el mismo». Es decir, que la leche que están produciendo es «un producto de calidad y que tiene que valer mucho más, porque las familias que estamos aquí no podemos vivir». Y aunque su precio «ha subido un poco ahora como para ayudarnos algo, pensamos que no es suficiente».

Consideran imprescindible para revertir esta situación que «se vendan los productos a un precio digno y que el beneficio se distribuya a todos los eslabones de la cadena alimentaria». Así lo establece la Ley de la Cadena Alimentaria, que obliga a pagar como mínimo el coste efectivo de producción al eslabón anterior, «pero sigue sin cumplirse».

Formar una mesa para buscar soluciones

Han recordado que la llave para lograrlo «la tienen los centros de distribución, que  son los que están vendiendo el producto. Saben cuáles son nuestros costes, lo que cuesta producir, elaborar y lo que les cuesta a ellos vender».

Reconocen que «esos centros también han tenido un aumento de costes, pero saben perfectamente cuáles son los números y que con el precio al que están vendiendo la leche, sobre todo la de marcas blancas, no hay vida, no hay presente, no hay futuro».

Ante la falta de un precio justo, «hay gente que está pidiendo dinero al banco para alimentar sus animales día a día. Estamos soportando esta situación desde hace seis meses y así no puede seguir».

Para lograr esa meta, están dando pasos. Así, «hemos llamado a todos los centros de distribución, aunque muy pocos nos han contestado, para sentarnos a una mesa y hablar tranquilamente de cuál sería la solución a los problemas».

Un llamamiento que hacen extensivo a la Administración con el fin de que todos estos actores se sienten juntos en una mesa «para sacar esto adelante».