SURNE BILBAO BASKET 79 - REAL MADRID 67
Se rompió el pasado sábado ante Valencia Basket ese muro del miedo y la parálisis que atenazaba a Surne Bilbao Basket y una vez conseguida la duodécima victoria, la decimotercera no ha tardado nada, y nada menos que ante el Real Madrid. Un Real Madrid triste como un bolero cantado por un cincuentón borracho y descamisado, sí, pero no deja de ser el Real Madrid Los hombres de negro han sido superiores y lo han demostrado ante un rival que solo ha funcionado a tirones, con el sempiterno Sergi Llull ejerciendo de resistencia numantina, mientras que el ritmo ha sido casi siempre del bando vizcaino.
Definitivamente, los problemas del Real Madrid le vienen bien a los demás. Tampoco se quejan en el bando merengue cuando sus rivales se les enfrentan en cuadro o en crisis, así que tendrán que gestionar ellos mismos sus taras con la falta de bases. Con todo, el partido se ha empezado a romper a favor de los hombres de negro con el concurso de Inglis, muy superior a Yabusele, y que junto a Gytis Masiulis ha arrastrado en el camino de la victoria a todo Bilbao Basket.
Por un instante se ha amagado la paliza, incluso, ya que los bilbainos se han adelantado 60-42 mediado el tercer cuarto fruto de un parcial de 15-1, y si el Real Madrid ha reaccionado a semejante dislate ha sido porque Llull le ha echado orgullo y ha conseguido, casi él solito, un parcial de 0-13 que ha metido el miedo en el cuerpo a toda la parroquia bilbaina, ya que el duelo ha llegado al cuarto final con 62-55 en el luminoso.
No obstante, un muy atinado David Walker y Damien Inglis han destapado el aro madridista ya con el arranque de los diez últimos finales, y cuando la renta local se ha vuelto a disparar por encima de la decena, poco han importando los estertores finales de Llull, Randolph o Deck. Rousselle, Hakanson y Withey se han sumado a la fiesta de esos instantes finales, sumando el decimotercer triunfo con toda comodidad, al tiempo que ha servido para, esta vez, hacer los homenajes como Dios manda.
Quedaba en el recuerdo aquel fallido homenaje en el último partido de Raül López, un minuto de aplauso ininterrumpido en el minuto 31 del choque –a cuenta de su dorsal–, que descentró a los bilbainos en un partido calamitoso que acabó con derrota ante aquel CAI de Zaragoza, con un triple de Joan Sastre desde 20 metros para aguar la fiesta del «mago de Vic« y dejar a los hombres de negro sin play-offs.
En esta ocasión, el recuerdo previo de los muchos amigos que, al menos por Bilbo y por Madrid, sí se ha hecho Alex Mumbrú, ha servido para hacer pender su camiseta con el dorsal «15» del Bilbao Arena, junto con la de Javi Salgado.
Se cuenta que en el club merengue suspiran por el bueno de Mumbrú para sustituir a Pablo Laso por el técnico badalonés, con la idea de reeditar el golpe de efecto que supuso la llegada del técnico gasteiztarra al banquillo madridista. Habrá que ver qué pasa en adelante, pero por lo menos, Alex Mumbrú habrá dejado un año más a los hombres de negro en la Liga ACB y el club bilbaino le ha sabido corresponder con un emotivo homenaje.
FICHA DEL PARTIDO:
Bilbao Basket: Rafa Luz (3), Goudelock (14), Masiulis (12), Walker (8) y Delgado (4) –quinteto inicial–, Inglis (14), Rousselle (11), Hakanson (4), Withey (9) y Reyes.
Real Madrid: Causeur (15), Deck (8), Yabusele (3), Tavares (6) y Abalde –quinteto inicial–, Poirier (1), Llull (22), Hanga (3), Randolph (7), Taylor (2) y Williams-Goss (2).
Parciales: 22-18, 23-23, 15-14, 19-14.
Árbitros: Peruga, Castillo y Mendoza. Sin eliminados.
Incidencias: Partido aplazado de la 19ª jornada de la Liga ACB, ante 7.218 espectadores en el Bilbao Arena. Se ha homenajeado a Alex Mumbrú al final del partido, retirándosele su camiseta con el dorsal número 15.