Ramón Sola

Indignación en las redes pero silencio político ante la mofa de la tortura en el Congreso

La intervención de una dirigente de Vox (que puede acabar siendo vicepresidenta andaluza) ridiculizando a las víctimas de la tortura desde la tribuna del Congreso ha generado reacción en redes pero no en el ámbito político e institucional. El Foro Social Permanente sí ha salido a alertar de ello.

Personas torturadas en Euskal Herria, en una comparecencia en 2017 en Bilbo.
Personas torturadas en Euskal Herria, en una comparecencia en 2017 en Bilbo. (Aritz Loiola | Foku)

En otros países del entorno español es posible que la diputada de Vox Macarena Olona tuviera problemas judiciales hoy mismo tras su intervención mofándose de las víctimas de la tortura y desde una de las tribunas principales del Estado: la del Congreso de los Diputados. La deleznable escena ocurrió este jueves, en el marco de la pataleta de la derecha española por la entrada de EH Bildu en la comisión de gastos reservados encargada de fiscalizar a entes como el CNI.

Este es un extracto de la intervención:

 

Ocurre cinco años después de que el Gobierno de Lakua certificara la existencia de al menos 4.113 casos de tortura en la CAV en los últimos 60 años. En Nafarroa se calcula cerca de otro millar, aunque todavía no existe un estudio de ese nivel. Una práctica masiva acreditada, por tanto, si bien esa constatación sigue sin generar consecuencias ni tenerse en cuenta en el debate político en Madrid, como refleja la intervención de Olona, ante la que no hubo reacción alguna por parte de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

El Foro Social Permanente sí ha salido a la palestra para afirmar que «lo ocurrido en el Congreso es absolutamente reprobable porque genera una revictimización inadmisible. Todas las víctimas, también las de la tortura, tiene derecho a la verdad, la justicia y la reparación. Urge amparo institucional y político».

Su coordinador, Agus Hernán, ha añadido esto en redes sociales:

A falta de respuesta institucional hasta el momento, en las redes sí ha cundido la indignación tanto por el discurso teatralizado de Olona como por la permisividad de Batet. Y los recordatorios de la crudeza de la tortura, una práctica que además se ha cobrado varias vidas en Euskal Herria (cinco según ese informe oficial de Lakua y algunas más si se tienen en cuenta sus consecuencias).

Otros mensajes recuerdan que la humillación a las víctimas está tipificada en el Código Penal, un artículo que además se ha usado con profusión en otros casos:

Entre las personas revictimizadas por este intento de mofa está la hija de Esteban Muruetagoiena, médico de Oiartzun fallecido a consecuencias de torturas en 1982. Esta ha sido su reacción:

 

Hay que añadir a todo ello que Macarena Olona no es una mera diputada. Este mismo jueves ha sido elegida por su partido como candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las elecciones de junio. Y vista la sintonía entre PP y Vox y lo que ya ha ocurrido esta legislatura, no sería extraño que acabara convirtiéndose en vicepresidenta.

Acabe como acabe este episodio, sin duda ha revelado todo el camino que queda por recorrer en el reconocimiento de esta lacra y el amparo a sus víctimas