Un total de 35 palestinos se han quedado sin hogar después de que el Gobierno israelí haya derruido un edificio en Jerusalén Este.
«Empleados de la alcaldía llegaron a las 09.00 esta mañana. Forzaron la puerta y nos expulsaron sin dejarnos sacar nuestras pertenencias», ha señalado Farès Rajabi, de 35 años.
Rajabi es uno de los residentes de este edificio de cinco apartamentos en el barrio de Silwan, situado al lado de la Ciudad vieja y donde muchos colonos israelíes se instalaron en los últimos años.
La familia Rajabi ha pagado más de 100.000 dólares en los últimos años en multas y gastos para tratar de regularizar su situación, pero sin éxito, ha declarado Farès, que denuncia una expulsión «política».
La Media Luna roja palestina ha registrado cinco heridos en enfrentamientos entre la Policía israelí y habitantes del barrio opuestos a la demolición.
Según la ONU, cerca de 40 construcciones han sido derruidas desde inicios de este año en Jerusalén Este, causando el desplazamiento de unas cien personas antes de los miembros de la familia Rajabi.
En la parte oriental de Jerusalén, centenares de familias palestinas presentes desde hace décadas están enfrentadas a órdenes de expulsión, especialmente en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan.
En mayo de 2021, manifestaciones de apoyo a familias amenazadas de expulsión en Sheikh Jarrah degeneraron en choques con colonos y la Policía israelí que anticiparon una oleada de violencia.