Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Giuseppe Tornatore: «Morricone odiaba repetirse»

El cineasta Giuseppe Tornatore y el compositor Ennio Morricone colaboraron en nueve filmes, entre ellos ‘Cinema Paradiso’. El primero ha rodado ‘Ennio: El maestro’, un documental sobre el imaginario creativo de uno de los mejores compositores de la historia del cine.

Ennio: El maestro
Ennio: El maestro (KARMA FILMS)

Ennio Morricone es uno de los compositores más influyentes de la historia del cine. Su filmografía incluye más de 70 películas, incluidas todas las de Sergio Leone, Giuseppe Tornatore y películas icónicas de Italia, el Estado francés y Hollywood que abarcan varias décadas.

Morricone disfrutó de una sociedad cinematográfica de por vida con su amigo y excompañero de escuela, Sergio Leone, quien lo contrató para componer ‘Por un puñado de dólares’, el primero de sus Spaghetti Westerns en 1964. La banda sonora de Morricone para la última de la ‘trilogía dólar’, ‘El bueno, el feo y el malo’, está considerada como una de las más influyentes en la historia del cine.

En 2007 recibió el Óscar Honorífico de la Academia y en 2016 recibió su primer premio de la Academia por su partitura para ‘Los odiosos ocho’ de Quentin Tarantino.

​Genio y amigo

En 1988, Morricone inició una larga y fructífera colaboración con Giuseppe Tornatore. Su primera partitura para él fue para ‘Cinema Paradiso’ (1988) y su colaboración se prolongó durante nueve largometrajes.

Sobre el origen de ‘Ennio: El maestro’, Giuseppe Tornatore explicó que «cuando los productores me preguntaron sobre la idea de rodar un documental sobre Ennio Morricone, les dije que sería muy interesante pero que solo lo haría si Ennio aceptaba ‘recontarse’ a sí mismo. Acudieron a Morricone y cuando le preguntaron solo puso una condición: ‘Si lo hace Giuseppe, sí, si no nada’, así nació el proyecto. En un principio la película estaba concebida con una larga entrevista complementada con testimonios y alguna parte de ficción cinematográfica que luego descartamos».

Sobre la necesidad de abordar la trastienda más íntima del compositor, el cineasta explicó que «quería mostrar el perfil de Ennio Morricone que conocía bien, es decir, un hombre muy sencillo, pero a la vez absolutamente fuera de lo común y para contarlo necesitaba entrar un poco en la esfera de su vida, liberada del vínculo de la música y así tuve la oportunidad de mostrar su autenticidad. No necesitaba entrar en demasiados detalles porque la vida de Ennio fue una vida simple. A pesar de ello fue franco y generoso, me dijo cosas que yo sabía y cosas que solo conocí gracias a la entrevista».

Para Tornatore, uno de los pilares sobre los que se asienta este documental es la gran carga emotiva que emana de él, «fue divertido pedirle que contara los orígenes de sus grandes creaciones –explicó el director italiano– y cómo se hacía entender con su tarareo con personas sin conocimientos de música. Si yo captaba su mensaje, él esperaba que también lo hiciese la gran mayoría de público que, como yo, no conoce la técnica, pero sí sabe sentir su belleza».

Un capítulo esencial en el documental es la relación íntima que se estableció entre Sergio Leone y Ennio Morricone, «esa es una historia en sí misma, dijo Tornatore. Podríamos hacer una película de ellos, porque además de su origen –fueron compañeros en la escuela–, de reencontrarse y volverse inseparables, su relación era casi cómica al mismo tiempo que complicada. Se enfrentaban constantemente y se motivaban mutuamente. Protegían su relación celosamente, hasta el punto que Leone boicoteó un intento de Stanley Kubrick de trabajar con Ennio porque para él Morricone era su músico y no podía pertenecer a otros. Al igual que para Ennio, Leone era su director especial».

Finalmente, y sobre las claves de su éxito musical, reveló que «muchos se han cuestionado cuál podría ser el secreto de Morricone, y creo que nunca dejaremos de preguntarnos sobre ello. En mi opinión el único secreto es que Ennio no era consciente de su grandeza y cuando escribía una pieza lo hacía tratando de inventar algo nuevo, de proponer algo inesperado, intentando profundizar enconceptos experimentales para llevarlos aun más lejos. A Ennio lo peor que le podías pedir era que escribiera un tema similar a otro de sus temas. Lo odiaba».