El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reconocido este miércoles, un día después del cese de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, que es «evidente que ha habido un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno».

Lo ha admitido después de que ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles, evitara explicar los motivos para destituir a Paz Esteban. En la sesión de control de esta mañana en el Congreso, el presidente español ha sido un poco más explícito.

«Lo que ha hecho el Gobierno de España ha sido cumplir con la ley, poner en conocimiento de la Justicia estos hechos delictivos y actuar con absoluta transparencia ante la opinión pública», ha afirmado Sánchez en respuesta a las preguntas de la secretaria general del PP, Cuca Gamarra.

El inquilino del Palacio de La Moncloa ha indicado que, «con este Gobierno, ni los fondos públicos, ni las FSE, ni los servicios de inteligencia se van a utilizar para tapar hechos delictivos, ni para perseguir adversarios políticos fuera de la ley».

Cabe recordar que Esteban dio cuenta en el Congreso del espionaje a 18 representantes independentistas. Una cifra que algunos medios catalanes elevan a 29.

«Chivo expiatorio»

Gamarra ha insistido en vincular el cese de la directora del CNI con la presión ejercida durante los últimos días por las formaciones soberanistas, que habían pedido un «chivo expiatorio».

«Caía y rodaba la cabeza de quien ha demostrado tener una hoja de servicios intachable y a solo mes y medio de la cumbre de la OTAN», ha añadido antes de considerar que el cese es «un aviso a navegantes». Un aviso que consiste en que «quien cumpla con su deber será cesado, pero quien mienta y manipule en beneficio del Gobierno será premiado».