Arnaitz Gorriti

Bilbao Basket se queda una vez más sin play-offs tras una cruel derrota en la prórroga (98-99)

Un tiro de Rafa Luz con empate a 82 ha podido dar la octava plaza a los hombres de negro, pero el hispano-brasileño ha fallado y en el tiempo extra, el mano a mano entre Goudelock y Shannon Evans se ha decantado a favor de los 29 tantos y 6 asistencias del jugador del Betis.

El basket ha sido muy cruel con el bueno de Rafa Luz.
El basket ha sido muy cruel con el bueno de Rafa Luz. (A. ARRIZABALAGA / ACB PHOTO)

SURNE BILBAO BASKET 98 - BETIS 99

El baloncesto ha sido una vez más cruel con Surne Bilbao Basket, en especial con Rafa Luz, que se acordará un trillón de veces con el facilísimo tiro que no ha sabido meter para evitar la prórroga ante un Betis que ha acabado por imponerse y dejar a los hombres de negro sin play-offs. El armador ha agarrado el rebote de ataque luego de un tablerazo de Andrew Goudelock. Tan malo ha sido el triple, que Luz se ha quedado con el balón y sin oposiciín, con una bandeja sencillísima, de las que él mete por docenas cada día. Pero se le ha escapado, y a pesar del esfuerzo en el tiempo extra, un Shannon Evans de claro nivel de Euroliga ha decantado el partido a favor del Betis, que ha dejado sin postemporada a los hombresd de negro, por muchos méritos que hayan contraído para jugarla.

Sin play-offs, sí, torque la probabe derrota de Gran Canaria ante el Real Madrid ha tenido lugar, pero también ha sucedido que el UCAM Murcia también ha perdido, en su caso contra un Basket Zaragoza que se ha salvado por la campana, igual que Fuenlabrada, enviando a la LEB oro a Burgos y Morabanc Andorra.

El Betis ha sabido jugar con los nervios de Bilbao Basket y con su falta absoluta de presión para anotar el carrusel final de tiros libres, mientras que los pupilos de Alex Mumbrú, aunque no han dado su brazo a torcer, han visto cómo, al igual que aquel triple imposible de Joan Sastre de la temporada 2015/16, se le ha escurrido el octavo lugar de entre los dedos.

Un gran inicio

Ante un rival sin tensión, con la salvación ya conseguida, Bilbo Basket ha comenzado avasallando, con Ángel Delgado y Goudelock liderando un parcial de inicio de 9-0. Hasta la llegada de las rotaciones, el arranque bilbaino ha llevado el partido hasta un 15-2, con los de Mumbrú pasando por encima del conjunto hispalense.

Eso sí, después de encajar el primer sopapo, el Betis ha espabilado. Sobre todo Shannon Evans, una de las sensaciones de la competición en estos últimos compases de la Liga Regular, ha entrado en ebullición, de forma que tras el 20-12 con el que ha terminado el primer cuarto, el Betis ha empatado gracias a un parcial de 0-8 liderado por su base estrella.

No ha tardado el cuadro vizcaino en replicar, de mano de un Ludde Hakanson algo apagado en esta recta final de la campaña. Han sido minutos de voltereta clasificatoria, con los hombres de negro virtualmente en octava plaza.

El duelo se ha metido entonces en un toma y daca precioso, con Hakanson y Ángel Delgado manteniendo a los de Mumbrú en cabeza, pero sin poder frenar en ningún momento el caudal anotador del Betis. BJ Johnson desde fuera y Pasecniks en la pintura han igualado el pulso del conjunto bilbaino.

Un Bilbao Basket que ha dejado de llevar la iniciativa en el juego y que ha empezado a ir a remolque de su rival. Tanto es así que solo el desacierto en la última jugada de la primera mitad ha propiciado a los de Alex Mumbrú el poder alcanzar los vestuarios con ventaja en el marcador: 43-41.

Temblor en las canillas

Tres tiros libres fallados por los hombres de negro han dado la bienvenida al regreso de los vestuarios. Y sin embargo, con Rafa Luz y Rousselle brillando a gran nivel, han sido minutos de gran acierto e intensidad por parte de Bilbao Basket, que ha amagado con romper el partido al adelantarse 62-52.

Una antideportiva algo rigurosa señalada sobre el bueno de Rafa Luz ha cambiado el partido, devolviendo al Betis al calor de la posible victoria, de forma que el último cuarto ha comenzado con 64-63, luego de un triple de Pepe Pozas para acabar con el tercer acto.

Ha sido el momento más duro del partido para Damien Inglis. El ala-pívot galo ha sido una bendición divina en cuanto a los problemas bajo los aros y para la salvación de Bilbao Basket, pero en este día definitivo, el interior ha temblado de forma exagerada desde la »línea de los suspiros», firmando un 5 de 11 que seguro que le hará dar vueltas y vueltas en la cama, pensando en lo que pudo ser y no fue.

No merece la pena perder el tiempo en esas disquisiciones, sino en la brega de un Bilbao Basket que ha seguido peleando aun cuando el Betis se ha puesto por delante, con Goudelock y Hakanson tomando el partido bajo su control. Los 23 tantos de BJ Johnson más la exhibición de Evans han pesado mucho, pero el último tiro, y su consabido desenlace, ha sido obra de Bilbao Basket. «It's basketball, man!», solía decir el bueno de Richard Scott. No vale la pena darle vueltas a lo que ya no se puede cambiar, por más que duela.

El cara a cara entre la «mini-mamba» y Evans ha seguido en el tiempo extra, con los hombres de negro llevando la iniciativa las más de las veces, hasta que un rebote mal cerrado y una defensa demasiado pasiva de Masiulis ha permitido un triple –muy lejano– de Evans, para el 89-91. Los bilbainos han querido replicar de tres, y en adelante solo la ronda final de tiros libres ha alargado una agonía que, para postre, ha evidenciado a un Betis sin presión y pleno de acierto, y en el que los bilbainos se han tenido que despedir de una muy buena temporada sin el premio de jugar los play-offs.