Kauldi Odriozola disputó el domingo su último partido en Artaleku ante la que ha sido su afición durante estos últimos siete años. Con el Bidasoa-Irun aún le queda por jugar la Copa Asobal de este fin de semana en Zaragoza antes de poner rumbo a Nantes, pero el día de ayer supuso el adiós a su casa.
«Me voy con unas sensaciones muy buenas», afirma Odriozola. «Me voy super contento, superorgulloso y me siento muy querido. Creo que han sido siete años muy buenos porque tanto el club como yo hemos crecido un montón».
Ante el Benidorm, y con el partido decidido, fue sustituido a poco más de dos minutos para el final, momento en el que Artaleku, puesto en pie y coreando su nombre, le despidió con una enorme ovación. «Los minutos finales fueron muy emocionantes», reconoce el zumaiarra que se va «con la sensación del trabajo hecho y muy bien hecho».
«Llegué cuando el club estaba en segunda y lo dejo en Asobal, luchando por la segunda posición y jugando Europa», repasa. «El Bidasoa ahora es un club muy diferente y es para estar orgullosos el ver cómo ha crecido. Eso para mí es muy importante».
Reconoce que cuando llegó en 2015 no se imaginaba ni que el Bidasoa ni él pudieran crecer tanto.
«Me acuerdo que el primer año luchamos con el Valladolid por ascender y nos ganaron los dos partidos. Subimos a la Asobal y el primer año luchamos por no descender. Había muchos equipos que entonces eran el ejemplo a seguir y a los que hoy les cuesta mucho ganarnos. En estos siete años el club se ha convertido en uno de los mejores de la Asobal y eso es muy importante para Irun y para el Bidasoa», reflexiona.
En el plano personal destaca que en este tiempo ha adquirido «madurez», ha mejorado físicamente y ha cogido experiencia «jugando partidos importantes. He progresado bastante gracias al trabajo de Fernando Bolea y sobre todo de Jacobo Cuétara. Estoy muy agradecido a ellos y a mis compañeros», apunta.
El ascenso, el mejor momento
Si echa la vista atrás, varios son los momentos que le han marcado porque, en general, «han sido años muy buenos», aunque «sin duda el mejor fue el ascenso en mi primer año. Debutar aquí y ascender en Irun fue increíble», repasa antes de añadir que «también fue increíble poder jugar la Champions y quedar segundos en la Liga Asobal. La verdad es que hemos conseguido cosas muy grandes estos años y me voy muy contento».
La Copa Asobal en Zaragoza será su última competición vestido de amarillo y, aunque el Bidasoa-Irun no llega en su mejor momento, sueña con, al menos, poder decir adiós jugando la final: «Creo que esta Copa Asobal es la mejor manera de terminar un ciclo y estaría muy bien poder ganar al Granollers en semifinales, aunque sabemos que va a estar muy complicado porque tenemos bajas y llegamos justos».
Su salida del Bidasoa-Irun recuerda un tanto a la de Julen Aginagalde y, como entonces hiciera el mítico pivote irundarra, Kauldi Odriozola deja la puerta abierta al regreso en un futuro: «Esta es mi casa. He estado siete años aquí supercontento y me he sentido muy querido. No sé si en un futuro podré volver, aunque no estaría mal poder jugar en Irun otra vez con toda la afición por todo lo que significa este club para mí».
Sierra: «Bidasoa hace muy bien estas cosas»
José Manuel Sierra, que este domingo se despidió en Artaleku del balonmano profesional, ha reconocido que durante dicho encuentro, ante el Benidorm, ya estaba «bastante emocionado nada más salir a calentar».
Ha comentado que, «hasta ayer, los últimos partidos los había vivido muy tranquilo», pero en este, al saber que tenía a su familia en la grada, «las muestras de cariño en los días previos y en el mismo partido hicieron que nada más salir a calentar estaba bastante emocionado», ha reiterado.
El guardameta ha agregado que «con el pitido final, fue el culmen recibir el cariño tanto de compañeros como de la afición» y ha reconocido que «es difícil estar preparado» para todo lo vivido y ha valorado sobre lo que preparó el club que «Bidasoa hace muy bien estas cosas».
La entidad bidasotarra publicó en sus redes sociales un bonito reconocimiento para el portero onubense. «Dos años en los que nos has ganado el corazón. Irun siempre será tu casa. ¡Un auténtico placer que termines tu brillante carrera como portero en Artaleku! ¡Eterno, 'Killo'!».
Por su parte, el Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer, donde se inició en este deporte, también agradeció en internet a Sierra llevar el nombre de su pueblo y de su club por todo el mundo: «No hemos podido tener mejor embajador, inigualable como deportista y como persona».
«Un día un niño tuvo el sueño de triunfar en el balonmano y se formó en nuestra escuela. Muchos años después, con los mismos colores, los del C.D.Bidasoa, se despide de la pista y seguirá desde otra función dándonos alegrías», agregó el PAN Moguer.