El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes, durante el acto conmemorativo del 40 aniversario de la entrada del Estado español en la OTAN, que es «imprescindible» aumentar el gasto militar «con el fin de garantizar la estabilidad y la seguridad de España y que conflictos como el de Ucrania no pongan en riesgo el actual modelo democrático».

«Voy a transmitir a los españoles que debemos hacer ese esfuerzo, porque mucho mayor es el coste de quedarse de brazos cruzados mientras se pone en jaque lo más elemental, lo más fundamental de nuestra sociedad, como es la libertad y nuestro modelo de convivencia pacífica y democrática», ha señalado Sánchez en el acto se ha celebrado en el Teatro Real de Madrid, presidido por Felipe de Borbón y con la asistencia de más de 300 invitados.

El jefe del Ejecutivo ha anunciado el compromiso de elevar el gasto militar en presencia del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y de los representantes de los 30 países que integran la organización, además de los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

La decisión de Rusia de invadir Ucrania, según Sánchez, «ha abierto los ojos» a la sociedad europea y española de que «la unidad es esencial» para preservar la seguridad y de que esta «no está garantizada de forma indefinida y pude corromperse si no se actúa».

«La democracia que nuestras sociedades disfrutan y nuestra prosperidad necesitan imperiosamente de las seguridad. Cuando la seguridad está en peligro, todos sus fundamentos corren el riesgo de colapsar», ha advertido.

Sánchez ha hecho hincapié en que «hacer frente a amenazas como la de Rusia, es imprescindible reforzar las capacidades de disuasión», lo que «va a exigir capacidades militares modernas, capaces y disponibles que sólo se adquieren con un aumento de la inversión en defensa».

«Somos muy conscientes de ello (...) No hay otro camino. Si queremos ofrecer un legado de libertad y democracia a las futuras generaciones, hay que tomar decisiones que refuercen nuestra alianza y la doten de las herramientas y capacidades adecuadas para abordar lo desafíos que tenemos por delante», ha remarcado.

Sánchez no ha dado detalles de cómo se va a afrontar la mayor inversión militar, ni cuál va a ser el volumen de gasto que planea recoger en los presupuestos para el próximo año.

La partida de defensa para el presente ejercicio representa el 1,03 por ciento del PIB y la meta que se ha marcado el Ejecutivo es duplicarla en 2024.

Al repasar lo que ha supuesto la pertenencia del Estado español a la Alianza Atlántica, que se hizo efectiva el 30 de mayo de 1982, el jefe del Ejecutivo ha señalado que ha contribuido «enormemente» a la seguridad: «Es fundamental para garantizar lo que somos, nuestro modelo de vida, nuestra estabilidad y el futuro de generaciones próximas».

La cita que supondrá la primera visita al Estado español del presidente de EEUU, Joe Biden, representa, a juicio de Sánchez, «una gran oportunidad de mostrar a los españoles las ventajas de estos 40 años de pertenencia a la organización» fundada en 1949.

Borbón: «Paso histórico tras la ejemplar Transición»

En el mismo acto, el rey español, Felipe de Borbón, ha proclamado que la entrada en la OTAN fue «un paso histórico tras una ejemplar Transición, que nos permitió integrarnos plenamente en la esfera política europea y atlántica y, en definitiva, internacional».

Además de ser «un punto de inflexión en el devenir histórico como nación», para el monarca, la OTAN permitió al Estado español «comenzar a caminar por la senda de la libertad, los derechos humanos y la seguridad compartida».

Felipe de Borbón ha expresado el compromiso de España en contribuir a que la organización militar sea «más fuerte, más inteligente, más eficiente y mejor preparada y equipada para hacer frente a las actuales amenazas».

Para que esta meta sea un éxito, ha defendido la asociación efectiva entre la OTAN y la UE «al compartir ambas los mismos desafíos».

Stoltenberg: «La cita de Madrid será histórica»

Jens Stoltenberg, el secretario general de la OTAN, ha apuntado que la cumbre que se celebrará en Madrid a finales de junio será «histórica, pues marcará el camino de la organización para la próxima década» y supondrá «resetear la disuasión y la defensa de los territorios aliados ante un mundo con más peligros y nuevos desafíos».

El secretario general de la OTAN ha comenzado su discurso con elogios al papel «clave» del Estado español en sus 40 años como un aliado muy estratégico debido a su posición territorial «frontera entre continentes y puente entre culturas», sin olvidar un recuerdo para los 119 militarse fallecidos en estas cuatro décadas

«España ha contribuido enormemente a nuestra alianza», ha destacado Stoltenberg antes de recordar algunas misiones de las fuerzas armadas españolas como las desplegadas en Bosnia-Herzegovina y Kosovo, en Afganistán o en Irak, o la que actualmente desempeñan pilotos españoles en la defensa aérea europea en el mar Báltico.

También se ha mostrado orgulloso del «importante papel de España en la respuesta a la brutal y sin provocación agresión a Ucrania donde los militarse españoles están fortaleciendo el derecho de autodefensa ucraniano consagrado en la OTAN».

Ausencia de Unidas Podemos

Al acto de celebración del aniversario de entrada en la OTAN no han acudido representantes del socio de Gobierno de Sánchez, Unidas Podemos.

El potavoz de Podemos, Javier Sánchez, ha destacado que el Estado español es «un país de paz y tiene que ser un referente para la paz y de la resolución pacífica de los conflictos» y se ha mostrado preocupado por el anuncio de Sánchez de aumentar el gasto militar.

«A nosotros, si nos dan a elegir entre más gastos de defensa o más gastos sociales, nuestra prioridad es el gasto social», ha subrayado el portavoz de Podemos y ha destacado que prefieren que Madrid acoja una conferencia de paz que una cumbre de la OTAN.

La portavoz de la dirección federal de IU, Sira Rego, ha dicho que su formación «lleva en el ADN» de su nacimiento el movimiento contra la OTAN y ha denunciado que la Alianza Atlántica es «un instrumento de guerra, no de paz».