Un año después de un doloroso descenso, sellado en una agónica tanda de tiros a palos en el campo de su vecino Biarritz, el Aviron de Baiona ha firmado este domingo su regreso al Top 14 después de pasar por encima de Mont de Marsan –mejor equipo de la fase regular– en un partido casi perfecto.
A los labortanos se les ha notado la experiencia en la categoría –tercer ascenso en los ocho últimos años–, y han llegado en plenitud al momento decisivo, cuando se juegan las habichuelas después de una fase regular de 30 partidos de puro desgaste. Con el campo remozado, una fiel masa social que ha metido en ProD2 a más de 10.000 personas en las gradas y lejos de las turbulencias que se viven a escasos cinco kilómetros, el reto es dejar de ser un equipo ascensor y asentarse en lo más alto.
Ese será un nuevo proyecto, ya sin Yannick Bru al mando. El técnico ha cumplido con el reto de dejar a los albiazules en el Top 14 y ahora cogerá su testigo Grégory Patat. También habrá numerosas novedades en la plantilla, con un puñado de bajas que fueron anunciadas antes de los play off.
Ocho minutos ha tardado Aviron en abrir el marcador. Touch en 22 rival, maul para ganar metros y después de varias fases de percusión de la delantera, Afa Amosa ha conseguido penetrar en la zona de marca landesa. Gaetan Germain ha redondeado con el pie para poner el 7-0. El zaguero ha vuelto a sumar con un golpe sencillo cinco minutos después (10-0). Mont de Marsan no iba a vender fácilmente su piel. Léo Coly estrenaba su cuenta con un golpe a palos (10-3, 19’).
Baget, letal por el ala
Pero Aviron tenía muy claro su plan, pescando en el ruck ajeno para forzar golpes, y a partir de ahí montar su ofensiva. Germain ha perdido así una ocasión de anotar otros tres, pero casi mejor, porque a renglón seguido Remy Baget ha recogido del suelo un balón suelto y se ha marchado por el lado cerrado, pillando con los pantalones bajados a la defensa gualdinegra. Décimosexto ensayo de la temporada para el ala (17-3, 28’).
Respondía otra vez Mont de Marsan, salvando un balón que parecía escaparse del campo para que un ex de los labortanos, Willie Du Plessis, dejara la diferencia en siete puntos (17-10, 34’).
Con el tiempo cumplido, la melé vasca ha forzado un golpe que Germain ha convertido en el 20-10 con el que se ha llegado al descanso.
En la segunda mitad ha arrancado mejor el conjunto landés. Aviron aguantaba el chaparrón y se fajaba en defensa, pero cometía golpes, y tras diez minutos de dominio infructuoso Coly se decidía a mirar a palos para sumar al menos tres puntos (20-13, 50’).
Reacción y cuesta abajo
El sopapo ha despertado a Aviron. Una buena jugada ha forzado la tarjeta amarilla a Du Plessis. Golpe, touch, maul y ensayo del talonador Maxime Delonca (27-13, 54’). Catroce puntos de ventaja son dos ensayos transformados, el ascenso comenzaba a ser una realidad en el horizonte, pero había que seguir igual.
Dicho y hecho, nuevo ruck en el que se sumergía con éxito Rouet, infracción gualdinegra y Maxime Lafage que ascendía otro peldaño en la escalera hacia lo más alto (30-13, 58’). Sonaba el Txoria-Txori en la grada del GGL Stadium, la afición lo celebraba y hacía bien, porque sobre el verde los suyos estaban desatados. Patada cruzada de Baget, Maqala recogía el oval y se iba como una flecha para el cuarto ensayo (37-13).
El choque estaba visto para sentencia. Maqala firmaba un doblete (42-13) y Thomas Dolhagaray se sumaba a la fiesta (49-13) ante un rival totalmente desarbolado que no sabía de dónde le llegaban los golpes. Nada que ver con el triunfo sobre la bocina de hace tres años, cuando Bustos Moyano sumaba tres puntos decisivos en la última jugada ante Brive.
El partido continuaba jugándose y Mont de Marsan sumaba otros siete puntos para colocar el 49-20 definitivo, pero las cámaras ya enfocaban más al banquillo y a la grada, donde la euforia era desmedida. Aviron sube por la puerta grande.