Un hombre que ingresó el viernes en la prisión de Basauri en calidad de preso preventivo, apareció muerto en su celda ayer lunes a la noche. El portavoz del Gobierno de Lakua, Bingen Zupiria, ha informado de que dicha persona cenó con normalidad y media hora después, cuando los funcionarios acudieron a su celda para darle su medicación, lo encontraron muerto. Según el Departamento de Igualdad, Justicia y Politicas Sociales, se trata de un suicido.
El cadáver no presentaba signos de violencia, a tenor de lo conocido por este medio. Además, había pasado el test de riesgo de suicidio realizado por el equipo médico, que dio un resultado negativo, por lo que se le incluyó en el horario normal del centro penitenciario.
Lakua ha anunciado que la viceconsejera de Justicia de Lakua, Ana Agirre, el director de Justicia, Eugenio Artetxe, y el asesor de prisiones, Jaime Tapia, se encuentran en el centro penitenciario, tratando de conocer lo ocurrido, para lo que se han puesto en marcha los protocolos de investigación existentes. La consejera, Beatriz Artolazabal, había suspendido su agenda pública al haber dado positivo en Covid-19.
Se trata de la primera muerte de un preso ocurrida en las cárceles dependientes del Gobierno de Lakua desde que este recibió la competencia de prisiones. Y una de las cosas que ha cambiado con respecto a antes de que se produjera la transferencia es que los responsables gubernamentales han convocado esta misma mañana a los grupos parlamentarios para informarles de lo ocurrido. También han asegurdo que de inmediato se pusieron en contacto con la familia del fallecido y los acompañaron en todo el proceso.
Según un comunicado remitido por el Departamento de Justicia, «lamentablemente, el riesgo de suicidio es una constante en todos los centros penitenciarios, máxime para aquellas personas que están en prisión provisional». Y ha dado cuenta de que existe un protocolo de detección y de seguimiento, con población reclusa de confianza, que pretende impedir los suicidios.