El ruso Aleksandr Vlasov (Bora-Hansgrohe) se ha llevado la victoria en la quinta etapa de la Vuelta a Suiza al imponerse en un esprint muy lento en Novazzano al alemán Max Schachmann, que además le permite ponerse líder de la ronda a falta de tres jornadas. En una etapa sin puertos excesivamente duros, el duro ha mostrado ser el más fuerte de entre los favoritos y además cuenta con un equipo muy sólido para ayudarle en las siguientes etapas.
La quinta etapa de la Vuelta a Suiza, entre Ambri y Novazzano, de 193 km, ha estado marcada, de inicio, por el abandono en bloque del Jumbo Visma y el británico Adam Yates, todos afectados por coronavirus, aunque en el caso del equipo neerlandés no ha querido revelar la identidad de los afectados como positivos.
La carrera ha comenzado muy rápida y al poco de comenzar a rodar se han marchado escapados Johan Jacobs (Movistar), Alexander Kamp (Trek-Segafredo), Silvan Dillier (Alpecin-Fenix), Anthony Turgis (TotalEnergies) y Claudio Imhof (Suiza).
Ese grupo de cinco corredores ha llegado a tener una ventaja de 7:30 que se ha ido reduciendo con el paso de los kilómetros hasta que, a falta de 70, Imhoff y Jacobs se han quedado relegados al no poder seguir el ritmo del resto.
El líder, el británico Stephen Williams (Bahrain-Victorious), ha sufrido desde el pelotón para aguantar el ritmo y, a falta de cincuenta kilómetros para meta, ha dado por agotadas sus opciones de mantener el primer puesto de la clasificación.
El Pedrinate, de tercera categoría, ha isdo el principal obstáculo de la etapa, con 2,4 kilómetros y una pendiente de subida del 8,2%. También ha sido el punto en el que Turgis ha renunciado a seguir en la escapada, dejando en cabeza a Kamp y Dillier, que no tardaría en quedarse solo.
A Dillier le ha costado mucho mantener el ritmo en solitario. Por detrás Remco Evenepoel (Quick Ste) ha ido tirando hasta que, a 14,5 kilómetros de meta, la fuga ha concluido. Aún así, el ciclista flamenco ha aguantado poco en cabeza ante el empuje que han demostrado varios ciclistas, entre ellos el danés Jakob Fuglsang, que ha tratado de iniciar otra escapada que ha fructificado poco tiempo.
La victoria final se la han disputado el británico Geraint Thomas (Ineos), el ruso Aleksandr Vlasov, el alemán Max Schachmann (Bora-Hansgrohe), el estadounidense Neilson Powles y el propio Fulgsang. Todos se han mostrado desconfiados unos de otros hasta que Schachmann ha lanzado un ataque a falta de 300 metros que solo ha sido contrarrestado por Vlasov, que se ha mostrado con más energía que el resto para alzarse con la victoria.
Con esta victoria Vlasov se pone líder de la clasificación general con seis segundos de ventaja sobre Fuglsang y siete de Geraint Thomas. Aunque en los últimos metros se ha descolgado un poco, el ormaiztegiarra Ion Izagirre ha estado con los mejores y parece haber dado la vuelta a las malas sensaciones de los primeros días.
Groenewegen en Eslovenia
El neerlandés Dylan Groenewegen, por su parte ha ganado la segunda etapa de la Vuelta a Eslovenia, al imponerse al esprint en la meta de Rogaska Slatina, tras completar un recorrido de 174,2 kilómetros que partió de Ptuj.
Groenewegen, que ha sumado su quinto triunfo de la temporada, ha sido el más rápido en un esprint que comenzó liderando el belga Lionel Taminiaux (Alpecin-Fenix), que no ha podido mantener el ritmo y se ha visto sobrepasado por el neerlandés, igual que le ha pasado al alemán Pascal Ackermann (UAE Team Emirates).
La victoria se ha decidido en un esprint al que han llegado una treintena de ciclistas, entre ellos Tadej Pogacar, que no ha peleado la victoria pero al que se le ha notado muy cómodo rodando con el grupo de cabeza, en el que se encontraron Aritz Bagües y Joel Nicolau (Caja Rural) y el gallego Carlos Canal (Euskaltel).
El polaco Rafal Majka continúa como líder con seis segundos de ventaja sobre el esloveno Domen Novak y ocho sobre su compatriota Tadej Pogacar.
Y el francés Arnaud Démare (Groupama/FDJ) se ha convertido en el primer líder de la Ruta de Occitania, tras imponerse al esprint en la primera etapa disputada entre Séméac y L'Isle Jourdain, de 174,4 kilómetros. El escenario, propicio para una llegada al esprint, no ha defraudado. Démare, ganador de tres etapas del Giro de Italia, ha sido el más rápido. Ha iniciado el esprint a falta de 300 metros con un cambio de ritmo le ha permitido imponerse al francés Pierre Barbier (BB Hotels-KTM) y al italiano Elia Viviani (Ineos).
Y en la Vuelta a Bélgica, el local Jasper Philipsen ha logrado al sprint la victoria en la segunda etapa, cuyo líder sigue siendo el danés Mads Pedersen, ganador el primer día.
Philipsen, en su segunda temporada con el equipo Alpecin-Fenix, ha cruzado primero la línea de meta en un final al sprint muy apretado, que ha situado al neerlandés Danny Van Poppel segundo y a Pedersen en tercera posición, tras un recorrido de 175,6 kilómetros entre Beveren y Knokke-Heist.