«Preferimos optimizar esfuerzos en mantener nuestros pilares a tener que fichar fuera»
José Antonio Prieto “Cata” rozará la década como secretario técnico en Osasuna tras ser renovado hasta 2026 y adaptarse sin problemas a la peculiar filosofía rojilla. No en vano, «idiosincrasia» es una de las palabras que más se repite en esta entrevista.
Mano derecha del director deportivo, Braulio Vázquez, Cata se encuentra inmerso estos días en la vorágine de buscar retoques para el equipo navarro en un mercado veraniego cada vez más complicado por la crisis económica y la igualdad competitiva.
Jagoba Arrasate habló de la necesidad de reinventarse para seguir compitiendo al máximo nivel. ¿Qué requiere el equipo de cara a la próxima temporada?
Ya lo avanzó el míster y Braulio. La idea es incorporar un portero, un mediocampista, un banda y ver qué ocurre con la situación del lateral izquierdo, ya que el tema de Manu Sánchez no depende de nosotros. Todas estas necesidades son fruto de los continuos contactos que mantenemos con Jagoba y Bittor, así como de los estudios técnicos y estadísticos que nos indican qué aspectos debemos potenciar. Lo que tenemos claro es que no se va a fichar por fichar, quien venga será para mejorar el equipo, y que no habrá más incorporaciones, a no ser que suceda alguna grave lesión o que se pague la cláusula a última hora por algún jugador.
En los debes de la pasada temporada, ¿se ha comprobado que el equipo necesita más fútbol? ¿De ahí el interés por un centrocampista creativo?
Es cierto que hay un punto de mejora en ese aspecto y que especialmente en El Sadar hemos tenido problemas contra un perfil de equipos, sobre todo de la zona media, que se encierran mucho. Casi nos hemos manejado mejor contra los grandes y con los de la zona baja hemos estado correctos. Aunque la temporada ha sido magnífica, de notable alto en mi opinión, no podemos permitirnos que los halagos nos debiliten y debemos mantener nuestra esencia, pero potenciando algunos apartados.
¿Se busca también que haya más aportación goleadora desde otras líneas, después de que Osasuna fuese uno de los conjuntos menos anotadores de la campaña pasada?
Somos conscientes de que hay que potenciar situaciones de llegadas desde segunda línea y también en lo que se refiere al pase en el último tercio de campo. Ello sin perder nuestra idiosincrasia, manteniendo algunos de nuestros mayores exponentes, como son la presión, la intensidad y priorizar lo colectivo sobre lo individual.
Hablando de la segunda línea, ¿preocupa que esta haya colaborado tan poco respecto a pasadas campañas en la faceta goleadora?
A mi juicio, también hay que valorar las acciones inmediatas al gol, pues es tan importante el que te lo facilita como el que lo mete. Por ejemplo, Rubén García solo ha marcado un tanto, pero ha dado siete asistencias. Además, Chimy Ávila, jugando en banda, también ha aportado dando varios goles. Y, por otro lado, el centro del campo ha sostenido al equipo a nivel defensivo. No es fácil conjugar todo ese puzzle.
«Somos conscientes de que hay que potenciar situaciones de llegadas desde segunda línea y también en lo que se refiere al pase en el último tercio de campo»
¿Necesita Sergio Herrera más competencia? ¿Qué planes hay para Juan Pérez?
No es exactamente que necesite más competencia, sino que se trata de un puesto que consideramos se debe potenciar con la llegada de otro portero. Juan Pérez es un chico magnífico y un profesional espectacular, que necesita ser titular y jugar todos los domingos para seguir dando pasos en su proyección. La idea es cederlo a un club que le ofrezca esas condiciones, lo que sería una opción buena para todos. Caso de que no se produzca, se volvería al planteamiento que hubo cuando estaba Rubén Martínez, tres porteros y el míster decide quién juega.
¿La marcha de Oier supone un contratiempo, especialmente en la labor de vestuario, o es hora de que el relevo generacional asuma esta tarea?
Oier es una leyenda, pero cuando tomamos la decisión entre todos de que no iba a continuar en Osasuna, ya se valoró el tema del vestuario y también el deportivo. Entendemos que la gente que viene por detrás está capacitada para que, poco a poco, vaya asumiendo los galones, la jerarquía y la capacidad de liderazgo que tenía Oier sobre sus compañeros.
Uno de esos futbolistas llamados a suplir dicho liderazgo es David García, pero su nombre suena mucho en las quinielas para renovar la dupla de centrales del Sevilla.
Estamos en potestad de no vender a nuestros mejores jugadores, pues el valor de la plantilla duplica la deuda de Osasuna y somos el único equipo que todavía no ha empleado el dinero de CVC, que son prácticamente ocho millones. Una de las razones por la que no podemos pagar traspasos es porque hemos apostado por mantener a los futbolistas importantes del equipo y estamos encantados con ello. Creo que es un esfuerzo bidireccional, el nuestro por que estén aquí y el suyo, por quedarse, porque están cómodos. En consecuencia, con nuestros mejores jugadores, nos remitimos a la cláusula.
¿Existe temor por alguna salida inesperada?
No hay temor, pero sí que es necesario estar preparados con soluciones. Como he dicho, la idea es no vender por debajo de la cláusula, pero si eso sucede, debemos tener planificado en qué escenario debemos movernos para que dicha salida sea lo menos dañina posible. No queremos que salga ninguno, en cualquier caso, si ocurre, creo que tampoco sería una mala operación dejando veintitantos millones, teniendo en cuenta que antes las cláusulas eran de cuatro, seis u ocho.
Un jugador muy valioso el pasado curso, Lucas Torró, acaba de renovar su compromiso con Osasuna. ¿Cómo se valora esta renovación?
Para mí, es el mejor fichaje que podíamos hacer, una piedra más para asentar el proyecto. Preferimos mantener nuestros pilares a tener que fichar fuera y optimizar nuestros esfuerzos en jugadores que se lo han ganado ellos mismos con su rendimiento y compromiso con Osasuna. Creo que Lucas Torró es un futbolista muy querido por la afición, la directiva y el cuerpo técnico, lo demostró cuando vino del Oviedo y cuando lo volvimos a incorporar después de una etapa complicada en el Eintracht.
Para el actual staff técnico rojillo, ¿qué requisitos debe reunir un fichaje?
Este es un vestuario muy particular, con muy pocos egos para ser de Primera y en el que tratamos de no meter elementos discordantes, algo a lo que denominamos internamente “Proceso Gran Hermano”. Los de la casa ya traen el ADN de serie y la gente de fuera tiene que impregnarse con ese sentimiento de pertenencia al club. Procuramos que las incorporaciones sean tipos normales, con hambre y sacrificio, que sepan a dónde vienen y lo hagan con ilusión. Otra condición fundamental para no poner en juego la estabilidad del club es que acepten rebajarse su ficha a la mitad en el caso de que haya un descenso a Segunda.
Apenas se ha iniciado, pero ¿cómo se está desarrollando el actual mercado veraniego?
Pues con muchos equipos que quedaron por debajo de Osasuna en la clasificación de la campaña pasada realizando fichajes de bastante cuantía, caso del Getafe, que se gastó 14 millones en una tarde, o el Rayo Vallecano. En todo caso, no debemos perder nuestra idiosincrasia a cuenta de ganar otro peldaño. Debemos continuar haciendo nuestro camino porque nos equivocaríamos si nos enfrascamos en pensar solo en los demás. Como he mencionado anteriormente, otros clubes ya han empleado el dinero de CVC y nosotros lo tenemos como un seguro, la idea es no utilizarlo, aunque sería una negligencia no hacerlo si estamos mal en diciembre.
«Este es un vestuario muy particular, con muy pocos egos para ser de Primera y en el que tratamos de no meter elementos discordantes»
Pablo Ibáñez, Aimar Oroz, Iker Benito y Jorge Herrando son los jugadores que subirán del filial. ¿Qué se espera de ellos?
Están en proceso de formación y el objetivo es que estén preparados para que Jagoba los valore como futbolistas de Primera, decidiendo si están para jugar o no, que es lo más importante. Pablo Ibáñez va a tener una oportunidad tras salir de aquí y recuperarlo para el Promesas. Aimar Oroz es un chico que lo subimos de Liga Nacional juvenil a Tercera División, su proceso no ha sido fácil, pero estamos muy contentos con su evolución, pues está a un nivel importante. E Iker Benito subió al Promesas siendo juvenil tras incorporarlo al club hace dos temporadas.
El Promesas ya no podrá contar con gran parte de su columna vertebral. ¿Va a necesitar reforzarse para competir en una categoría tan complicada como Primera RFEF?
Se va a mantener el 90% de la plantilla y solo habrá incorporaciones muy puntuales para que haya algún veterano que ayude a crecer al resto a nivel futbolístico y de valores. No se harán más fichajes porque eso sería romper con la identidad de lo que entendemos debe ser el filial. Subirán un par de jugadores del Subiza y la idea es que los chicos que se han ganado de sobra sobre el campo el ascenso sean quienes disfruten de la nueva categoría.
¿Cómo se inició Cata en el mundo del fútbol?
Mis padres emigraron a Cataluña buscando un futuro laboral y tenían un bar en Barcelona, donde en un espacio exterior los clientes comenzaron a tirarme tiros cuando era un crío y ahí empezó mi carrera, por decirlo de alguna manera, como guardameta. Mi padre me llevaba a ver al Barça y mi tío, al Espanyol (se emociona al recordar a sus seres queridos, ya fallecidos), era la época de los Cruyff, Krankl, Urruti, Caszely… De vuelta a Galicia, pasé por todas las categorías, era un portero malo, de los que solo para las difíciles. En amateur, jugar al fútbol en Regional y Tercera te costaba dinero, pero hice muchos amigos.
¿Y como técnico?
Después saqué los cursillos de entrenador y comencé dirigiendo benjamines hasta Tercera. Fui docente de la Escuela Gallega de Entrenadores y conocía a Braulio de enfrentarnos en el fútbol gallego. Trabé amistad con él, algo que me ha marcado a nivel futbolístico y humano, hasta que me dio la oportunidad de ir con él a la cantera del Valladolid, donde estuvimos tres años. Después llegó la oportunidad de venir a Osasuna y siguió contando conmigo. Hasta ahora.
En su trabajo le toca realizar hasta 2.000 kilómetros durante un fin de semana.
Llevamos un par de años en los que hemos optimizado nuestra labor, filtrando los jugadores a los que seguimos, aunque ello te suponga ver a uno en Madrid y al día siguiente tener que estar en Vigo. Primamos la calidad por encima de la cantidad, ver a aquellos futbolistas que de verdad podemos fichar y lo normal es acudir a estadios de conjuntos modestos, porque tenemos claro dónde está nuestro mercado.
¿En qué se centra su labor?
En disponer de la máxima información deportiva posible, lo que implica no solo aspectos físicos y técnicos del jugador, sino también saber cuánto cobra, qué contrato tiene, si hay una cláusula por descensos o por jugar en Primera. Tiene que encajar todo en el puzzle.
Ya lleva cinco años en Osasuna, ¿qué es lo que más le ha impactado del club?
Pues lo integrado que me siento a nivel personal, tanto en el club como en la ciudad. Estoy muy agradecido por el cariño que se me muestra tanto en el aspecto profesional como humano. Es verdad que soy extrovertido y que los resultados ayudan, pero el día que me vaya, que espero sea lo más tarde posible, Osasuna tendrá un aficionado más, de corazón.
«Primamos la calidad por encima de la cantidad, ver a aquellos futbolistas que de verdad podemos fichar y lo normal es acudir a estadios de conjuntos modestos»
De momento, no parece que vaya a hacer las maletas. El club le ha renovado para las próximas cuatro temporadas. Supongo que eso da sosiego y tranquilidad.
Y responsabilidad, porque a la gente que pone su confianza en ti no le puedes fallar. Agradezco que Osasuna haya apostado por Braulio y por mí otros cuatro años porque no solo es importante conseguir los objetivos, sino también con quién hacerlo.
Braulio y usted le ponen mucha pasión a su trabajo.
El fútbol solo lo entiendo desde la pasión, nunca voy al palco, siempre veo los partidos en la grada o en una cabina junto a los responsables de prensa. Siendo profesional, las cosas que sientes con el alma siempre salen mejor. Aunque también hay que ser responsable y ya tuvimos una ida de pinza que no se debe volver a repetir (se refiere a un episodio acontecido en diciembre de 2020 en el túnel de vestuarios del Martínez Valero).
No solo el fútbol, también tengo entendido que le gustan otras muchas modalidades deportivas.
Jugué al baloncesto y fui entrenador, coincidí con Moncho López, ahora técnico del Oporto. Seguía mucho el basket por la tele, pero ahora lo tengo un poco abandonado. También me gusta mucho el ciclismo y todo lo que huele a gasolina, por aquello de que tengo moto.
No todo el mundo conoce de dónde le viene el apodo de “Cata”.
De catalán, cata. Me lo pusieron en Galicia tras regresar de Barcelona, donde viví hasta los ocho años. El acento gallego, en todo caso, me delata, y hay que estar orgulloso de dónde se es. Mis padres me enseñaron el valor del trabajo, aprendí a tirar cañas y poner cafés, algo que todavía se me da bien.