La canción popular vasca resuena en Iruñea
Tras dos años de ausencia obligada, medio millar de kantuzales participaron ayer en Sanferminetan kantari, organizado por Orreaga Fundazioa. Melodías tradicionales vascas retumbaron por las calles abarrotadas de gente.
Siguiendo la tradición que se inició hace quince años, un total de 490 personas que aterrizaron ayer en Iruñea desde diferentes puntos de Euskal Herria unieron sus voces para constatar que las viejas canciones vascas están muy vivas.
El Sanferminetan kantari, que organiza la Fundación Orreaga, se reunía el primer sábado de cada mes, en cuadrilla, para divertirse entonando melodías populares vascas. Koldo Amatria, uno de los organizadores, explicó a GARA que más adelante decidieron celebrar ese mismo acto en los sanfermines. Y ya son un porrón de años en los que canciones que resuenan en nuestra memoria colectiva, como “Boga Boga Mariñela” o “Ikusi mendizaleak”, y también muchas tantas inundan las calles de la capital vasca.
Hasta 2019, el encuentro venía celebrándose de manera consecutiva el primer sábado de fiestas, pero el parón forzoso a causa de la pandemia hizo que desde hace dos años fuera imposible celebrar una nueva entrega. El Kantuz volvió ayer si cabe con más ganas e ilusión que nunca, y cientos de kantuzales «llevaron el ambiente euskaldun» a una ciudad tomada por una muchedumbre, remarca Amatria.
Una kantujira esperada
Una Plaza del Ayuntamiento a rebosar entonó sobre las doce el “Agur Jaunak” y, a partir de ahí, un sinfín de ritmos y letras que evocaban recuerdos a su paso por San Saturnino, Calle Mayor, plaza San Francisco o Zapatería. «Son canciones de toda la vida, tradicionales. Eso sí, siempre intentamos meter alguna nueva para innovar», subraya Amatria.
Alrededor de una docena de músicos, un director y 490 gargantas amenizaron la hora del vermut para culminar en la plaza de San José con una comida popular multitudinaria. Sentada en una mesa se encontraba Itxaro Jimenez De Vasson, haciendo gala de su pañuelico del Coro de Baigorri, de Tafalla. «Viene gente de Gasteiz, Donostia, Lizarra, Iparralde... y ahora hacemos una comida de hermandad. Una juerga más», bromea. Dos años después, señala que «había muchas ganas», pero matiza que hace poco los kantuzales se congregaron en Lizarra y también en Tafalla, así que «ya nos habíamos quitado el mono».
Divisando la catedral y a la sombra de los árboles que refrescan la plaza, habían colocado un escenario en el que, después del festín, tocaron y cantaron para terminar con un cancionero popular y bailes. «Nos pegamos rato cantando. Terminas de comer y juerga. A veces incluso se nos han hecho las ocho de la tarde y seguíamos aquí», insiste Jimenez De Vasson.
Relevo generacional
Pese a la participación de más de medio millar de personas, Jimenez De Vasson explica que «se nota que la gente va fallando. La mayoría tenemos 50, 60 o 70 años y se ve menos juventud porque a la gente joven le gusta el rock u otros estilos». Sin embargo, no fueron pocos los jóvenes que acudieron, como Haizea, de 24 años, que participó con su aita. «Eso sí, yo luego me quedo y espero que mi aita se marche pronto», señaló a GARA con humor.
El debate está servido. La polémica ha envuelto este año la celebración de Sanferminetan kantari debido a que coincidió con “San Fermin Kantu Zaharren Bazkaria”. Se trata de una comida organizada por Angel Mariezkurrena en el Baluarte y en cuya sobremesa los asistentes entontan el cancionero de Kantu Zaharra.
Para la Fundación Orreaga, este evento «no participa del ambiente callejero y se limita a juntar a un par de cientos de personas alrededor de la mesa», con un menú caro (65 euros) y que huye de la calle. En Sanferminetan kantari, señalan, el precio es asequible (30 euros, precio en el que se incluye un boleto para participar en una reproducción del proyectado monumento a la Batalla de Orreaga). Así, pidieron que lo celebrasen el viernes, tal y como se ha hecho en otras ocasiones.
Por su parte, desde Kantu Zaharren Bazkaria, en un artículo enviado a los medios de comunicación, argumentaron que «se está consiguiendo que mucha gente joven se acerque a las comidas con la intención de disfrutar de la mahai giroa que se había ido perdiendo en nuestros pueblos» y se preguntaron que «por qué limitar el espacio de las kantu zaharrak a un solo acto en sanfermines».
Con todo, Iruñea pudo disfrutar ayer de la canción popular vasca.