«Por cuarta vez en cinco años, la Justicia afirma que no se puede reprochar ningún acto reprobable a Gérald Darmanin: dos decisiones de archivo sin seguimiento y, posteriormente, dos órdenes de sobreseimiento dictadas por cuatro magistrados diferentes, incluidos dos jueces de instrucción».

Así han resumido el proceso judicial abierto contra el ministro de Interior francés los abogados Mathias Chichportich y Pierre-Olivier Sur en declaraciones a AFP. «Nuestro cliente siempre se ha abstenido de comentar las decisiones judiciales y, por lo tanto, no hará más comentarios», han añadido.

Darmanin ya presentó en su día una denuncia por acusación calumniosa que «sigue su curso», como han recordado los abogados.

Fuentes judiciales han confirmado este lunes a AFP que la decisión de sobreseer la causa por violación, anunciada por la cadena BFMTV, fue adoptada el pasado viernes.

Implicaciones políticas

Este nuevo fallo judicial, que puede ser recurrido en apelación, pone fin de forma provisional a un proceso muy sensible políticamente, en el que la denunciante, Sophie Patterson-Spatz, acusó al inquilino del Hôtel de Beauvau de violación, acoso sexual y abuso de confianza por unos hechos que se habrían registrado en París en 2009.

El pasado 12 de enero, la Fiscalía de París ya se había mostrado a favor de que el expediente judicial se cerrase sin llegar al enjuiciamiento de Darmanin.

Desde su nombramiento como ministro en el verano de 2020, y nuevamente durante su reciente reelección, la presencia de Darmanin en el Gobierno ha sido objeto de numerosas críticas, particularmente entre las filas feministas.

Hechos registrados en 2009

La historia comenzó en 2009, en la sede de la UMP, antecesora del partido conservador Los Republicanos (LR). La denunciante se había puesto en contacto con Darmanin, responsable del departamento de asuntos legales del partido, para obtener su apoyo para revisar una condena de 2004 por chantaje y llamadas maliciosas contra un excompañero.

Patterson-Spatz relató que Darmanin le ofreció su apoyo a cambio de una relación sexual. Como explicó ante los investigadores, ella no deseaba esta relación sexual pero habría «entrado en pánico» y se habría sentido obligada a «ir al huerto» (‘passer à la casserole’) al no tener «otra opción».

Años después, presentó estos hechos como violación, con la correspondiente  denuncia presentada en junio de 2017. La investigación prosiguió entre largas disputas procesales antes de que una jueza de instrucción reanudara el caso en el verano de ese año.

Ni la denunciante ni su abogado, Yann Le Bras, han valorado este lunes la noticia, según ha indicado AFP.