Desde el punto de vista de Euskal Herria, el llamado Debate del Estado de la Nación estuvo marcado en su jornada de ayer por las intervenciones de PNV y EH Bildu. Ambos grupos coincidieron en hacerle ver al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que tanto ellos como el resto de socios de investidura son imprescindibles para su continuidad en la Moncloa. Sin embargo, el portavoz jeltzale, Aitor Esteban, y la de la izquierda independentista, Mertxe Aizpurua, discreparon en el análisis de las medidas anticrisis, como los impuestos a las compañías energéticas y a la banca propuestos, Mientras los primeros los ven problemáticos, los segundos los apoyan, pero los consideran todavía un parche insuficiente.
El portavoz del PNV hizo un discurso quejumbroso y crítico con las prácticas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien acusó de no comentar con sus socios las medidas que propone, de invadir competencia con algunas de ellas, de no acometer los problemas territoriales estructurales y de incumplir los acuerdos firmados con su partido para la investidura.
Y todo ello lo resumió con una pregunta directa dirigida al jefe del Ejecutivo: «¿Cómo piensa alcanzar la Moncloa después de las siguientes elecciones, si no nos cuida? ¿Qué va a hacer para mantenernos como socios?». El portavoz jeltzale aseguró que la respuesta de «no tenéis alternativa» es «poco alentadora», aun teniendo claro que los mensajes del PP son desoladores y no invitan al acercamiento con ese partido, que sigue alienado con Vox. Pero Aitor Esteban quiso dejarle claro a Pedro Sánchez que «usted no puede prescindir de los socios. ¿Qué va a hacer para que estos se sientan motivados a apoyarle?».
«Muro antifascista»
También la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, le recordó al presidente que recobrar y ganar derechos para la clase trabajadora es el modo de frenar a la derecha. Insistió en que «ampliar y reforzar el trabajo conjunto entre las fuerzas progresistas y de la izquierda plurinacional» es el camino a seguir. Concluyó que con esa alianza, «somos el muro antifascista que impide que la derecha llegue al poder».
Aizpurua hizo un repaso de lo que va de legislatura y se felicitó por aquellos acuerdos adoptados que han servido para mejorar la vida de las clases bajas, y por logros obtenidos como «aumentar un 15% las pensiones no contributivas o un fondo de 25 millones para las víctimas del amianto; para que las rederas, neskatillas y empacadoras de los puertos vean reconocidos sus derechos en materia de pensiones y seguridad social; la declaración de la cultura como bien esencial, o que las medidas del escudo social sean permanentes».
Pero tampoco faltaron las críticas al presidente del Gobierno por «los casos de espionaje al independentismo mediante Pegasus y la nula voluntad de investigar y aclarar estas escuchas ilegales, la justificación de la actuación en la valla de Melilla y las muertes producidas por ella, el abandono del pueblo saharaui a cambio del apoyo del régimen marroquí o la exaltación belicista mostrada en la cumbre de una organización para la guerra como la OTAN, la cual la sociedad vasca rechazó, no lo olvide, y el aumento del gasto militar».
La portavoz de EH Bildu le preguntó a Sánchez: «¿Cree que estas decisiones ayudarán a movilizar a esa mayoría social progresista y de izquierdas que le hizo a usted presidente? Nosotras creemos que no».
Luego recordó que «durante este debate ha intentado imprimir un nuevo giro a la izquierda con el anuncio de sus medidas. Hoy podríamos pensar que tenemos aquí al Sánchez de izquierdas. Bien, ojalá sea así, porque nos alegraremos. Pero como casi siempre con este Gobierno, todo se queda a medio camino, todo es temporal y no estructural, son parches para un momento concreto sin cambios de raíz».
Diferencias en las medidas
EH Bildu considera «insuficientes» las medidas presentadas por Pedro Sánchez y recuerda que lo que el Ejecutivo dice poder recaudar con el impuesto a los bancos, unos 1.500 millones de euros, no es nada frente a los 20.000 millones de beneficios del año pasado o los 60.000 que se le entregaron para el rescate bancario y que no han devuelto.
Ante ello, Mertxe Aizpurua se cuestionó si «llegará el momento de acabar con el largo tiempo en que estos grandes poderes económicos siempre ganan mientras la ciudadanía siempre pierde. Si será esta vez, esta vez sí, cuando la crisis la paguen los ricos y las grandes empresas y no los trabajadores. Sería un buen comienzo en el giro a la izquierda que numerosos grupos le estamos demandando».
Sin embargo, el portavoz del PNV dejó claro que no son de su gusto los impuestos anunciados para las eléctricas, las petroleras y la banca, recordando que el jueves, al anunciarlas, ya se produjo «un revolcón en la Bolsa».
Aseguró Esteban que su partido no está en contra de detraer parte de los sobrebeneficios que están obteniendo algunas empresa, pero pidió garantías de que no repercutirán en los consumidores, que se tenga en cuenta que algunas empresas ya están siendo gravadas o van a serlo con el fondo de sostenibilidad, por ejemplo, y que se cumplan los requisitos y las limitaciones europeas y que el gravamen se limite a las diferencias de beneficios entre años.
El PNV le recordó a Sánchez que hay sectores muy delicados, por lo que le pidió diálogo con los afectados para no acabar con inversiones publico-privadas o deslocalizaciones. Según Esteban, cada jugada de ajedrez puede suponer una reacción en cadena y, «en algunos ámbitos de la gobernanza, no cabe tomar decisiones por razones ideológicas sino de gestión».