De media, 87.694 trabajadores no acudían cada día a sus puestos de trabajo en la CAV durante el primer trimestre de este año, lo que supone que el absentismo alcanzó en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba el 9,2%, el mayor de todas las comunidades del Estado. Tales números coincidieron con la sexta ola de la pandemia.

Nafarroa no le va muy a la zaga, ya que es la tercera con mayor absentismo (por detrás de Canarias, donde este indicador alcanzó el 8,6%). En concreto, cada día faltaron al trabajo 22.815 navarros, el equivalente a un 7,9%. 

La media en el Estado quedó en un 7,1%. Por tanto, 2,1 puntos por debajo de la CAV y 0,8 con respecto a Nafarroa.

Esta desviación tan notable de la CAV puede responder a múltiples factores. Puede que esta sexta ola fuera particularmente dura en esos herrialdes –hay otros datos que apuntan a ello– o, también, a que en Hegoalde existe un mercado laboral comparativamente mejor que otros lugares, donde el trabajador puede no acudir al trabajo si se encuentra mal sin miedo a ser represaliado por ello. 

El porcentaje de estas ausencias que se justificaron con una baja médica con respecto al total de ausencias en la CAV alcanzó el 75%. Este mismo indicador es superior en el conjunto del Estado, donde llegan a los 79%.

Con todo, ese mayor porcentaje de ausencias sin baja médica (que puede encajar con la mayor calidad del mercado laboral) no alcanza a explicar del todo el porqué del desvío. Además de esto, proporcionalmente en la CAV se registraron más bajas médicas de trabajadores que en el resto de territorios. 

Desglose por ramas y sectores

El análisis de los datos del INE aporta, además, una serie de datos sobre la distribución de las ausencias a los puestos de trabajo, pero ya todos de ámbito estatal. 

Sorprende, por otra parte, que La Rioja, que hace frontera con las dos comunidades en las que está dividido Hegoalde, registrase la menor tasa de absentismo en esas fechas (5,1%). Es casi la mitad de la CAV.

El sector peor parado fue el de servicios, en el que la tasa de absentismo llegó al 7,3%, seguido de la industria, con un 7,1%, mientras que la construcción fue el que registró una menor tasa de absentismo laboral (5,4%).

Al analizar las ramas de actividad se evidencia que es la sexta ola la que empuja a tales niveles de absentismo. Así, las mayores tasas se registraron en las actividades sanitarias (11,4%), la asistencia en establecimientos residenciales (11,3%) y las actividades postales y de correos (11%).

Por el contrario, las que registraron una menor tasa de absentismo fueron las relacionadas con la provisión de recursos humanos (3,4%), la programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática (3,6%), las actividades jurídicas y de contabilidad y la edición (ambas con 3,8%).