El salvador de la taquilla en el Estado español no es otro que Santiago Segura, cuyo último estreno ‘Padre no hay más que uno 3’ (2022) es ya la película con mayor recaudación desde el año 2016, que es mucho remontarse más allá del inicio de la crisis pandémica. Ante unas cifras tan incontestables cualquier posible comentario crítico sobra, puesto que este señor, nos guste o no, es el que tira del carro de una industria que vive de las migajas que dejan los grandes estudios de Hollywood. Y a tenor de esto se vuelve a hablar de la mala relación entre crítica y público, o simplemente de que sus respectivos gustos no coinciden o están enfrentados. Y a mi esa cantinela cada vez me suena más a un pura milonga.

Como Segura vive instalado en la televisión desde hace tiempo, cuenta allí con espacios de sobra para quejarse amargamente, porque el dinero no da la felicidad. Se lamenta de que no se le brinda el reconocimiento artístico o profesional acorde con sus éxitos de público. Evidentemente, el cómico está haciendo su papel, porque sabe mejor que nadie que las malas críticas aseguran las colas en los cines para ver su película. Todo forma parte del juego, y así a la tercera entrega de su saga familiar la han puesto peor que a las anteriores, que ya es decir. Lo que significa que a va tener un número superior de espectadores por un mera cuestión proporcional.