Lakua hará frente a la «incertidumbre económica» con «evidente prudencia y cautela». Así lo ha indicado este viernes el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, que ha presentado en Bilbo el ‘Informe Anual de la Economía Vasca 2021’.
Según ha indicado, el punto «más preocupante» es la inflación, dado que «es el mayor de los problemas a los que se enfrenta la sociedad vasca». El último dato disponible sitúa el IPC de la CAV en el 9,6%, y el dato avanzado por el INE para el mes de julio dispara el dato del Estado español hasta el 10,8%.
«Son cifras muy elevadas y no está claro que hayan tocado techo», ha indicado antes de señalar que las materias primas y la energía, que propiciaron el inicio de la escalada inflacionista, llevan unos meses abaratándose. Eso se irá trasladando al resto de productos pero, como ha advertido Azpiazu, no será un proceso rápido.
Así, la previsión de Lakua es que la inflación en 2023 sea del 3,1% en media anual, con una tasa a finales del próximo año cercana al objetivo del 2%, establecido por el Banco Central Europeo.
El consejero ha censurado que este organismo subió la semana pasada los tipos de interés «más de lo anunciado», lo cual que tendrá consecuencias en las familias y empresas. «Se espera que la subida de tipos modere la demanda y, en consecuencia, el PIB», ha señalado.
Azpiazu ha manifestado que, a pesar de la incertidumbre y de la alta inflación, el mercado de trabajo «sigue mejorando de forma continuada». La afiliación a la Seguridad Social aumentó un 2,5% en el primer trimestre y un 2,4% en el segundo; y la ocupación aumentó un 2,5% en el segundo trimestre, tras el 3,1% del primero.
El número de personas en paro sigue reduciéndose y la tasa de paro en la CAV se sitúa en el 8,5%, a menos de dos puntos de la tasa media de la eurozona (6,6% en mayo).
Por último, Azpiazu ha afirmado que el crecimiento esperado para la zona del euro se estabiliza en el 2,6% para 2022 y baja al 1,6% para 2023, siendo el PIB potencial de Europa en el entorno del 1,5%. «Los que vemos la botella medio llena pensamos que, a pesar de toda la incertidumbre que nos rodea, Europa puede crecer el año que viene cerca de su potencial», ha aseverado.
Datos de Nafarroa
También ha querido infundir cierto optimismo la consejera de Economía y Hacienda de Nafarroa, Elma Saiz, que ha incidido en que el PIB del herrialde creció un 0,7% en el segundo trimestre de 2022 en relación al primer trimestre y un 4,5% respecto al mismo periodo del año anterior.
El crecimiento del 0,7%, ha comentado, es más moderado que el aumento del 1% de los tres primeros meses del ejercicio, algo que ha achacado a los efectos de la guerra de Ucrania y al «imparable» aumento de la inflación.
No obstante, ha resaltado que el PIB de Nafarroa rebasa, por primera vez desde 2020, los niveles previos a la pandemia. «Lejos de discursos de extremo pesimismo, debemos encarar el presente desde el realismo que nos dice que nuestra economía sigue siendo robusta y sigue creciendo, aunque lo haga de forma algo más moderada que en el primer trimestre del año», ha manifestado.
Asimismo, ha explicado que los indicadores coyunturales de los que dispone el Departamento de Economía y Hacienda «revelan un repunte notable de la actividad del sector servicios en abril y mayo». La cifra de negocios de los servicios de mercado aumentó un 27% respecto a esos mismos meses de 2021 y un 19% respecto al primer trimestre del año, debido sobre todo al impulso del turismo.
Por su parte, la actividad industrial disminuyó un 0,9% de promedio en abril y mayo en comparación con el ejercicio anterior. Los precios industriales continúan en ascenso, presionados por los costes de la energía y del resto de materias primas, y crecen un 26% en la primera mitad del año.
Sobre la situación del empleo, la consejera ha destacado que «a pesar de la creciente incertidumbre, siguen tirando de la economía». En ese sentido, la afiliación creció un 2,9% de promedio entre abril y junio. Las ramas que más empleo han generado en Nafarroa durante los últimos 12 meses son hostelería, servicios sanitarios y sociales, industria manufacturera y educación.
En cuanto a las perspectivas a corto-medio plazo, desde el Departamento de Economía y Hacienda reconocen que «la segunda mitad del año se dibuja de forma muy diferente a la trayectoria que hemos visto de enero a junio».
«La reactivación del turismo, la demanda embalsada durante la pandemia o las favorables condiciones financieras se están erosionado. Además, es de suponer que el empeoramiento de las perspectivas económicas de Europa pueda debilitar la demanda externa y eso genere una repercusión sobre la economía foral», ha indicado Saiz, quien ha apuntado que la previsión de crecimiento para este año se mantiene en el 5%.