«Hemos estirado el chicle al máximo según nos permiten las normas». Esa frase de Jon Ander Ulazia explica en buena medida los movimientos del Eibar en el mercado veraniego y la configuración de la plantilla que buscará el ascenso por segunda temporada consecutiva.
Sin la ayuda al descenso que tuvo el año pasado (20 millones de euros) y pese a haber recurrido, siguiendo la planificación a medio plazo que se realizó tras el descenso, a los fondos de CVC y parte del dinero ahorrado durante las temporadas en Primera, los ingresos del Eibar se reducen drásticamente este curso, lo que se traduce en una bajada igualmente considerable del límite salarial. Y eso se refleja, por ejemplo, en un número inferior de jugadores a las órdenes de Gaizka Garitano que la temporada pasada, tras la llegada de Fernando Llorente en octubre, contaba con 26 futbolistas –24 de campo, incluyendo a Miguel Ángel Atienza que tenía ficha del filial– y este año afrontará, al menos la primera vuelta, con 23 jugadores, sólo 20 de ellos de campo.
César Palacios destacaba entonces la importancia de una plantilla amplia, teniendo en cuenta la complejidad de una categoría tan larga y exigente. Reconoce ahora que «la gestión no es tan fácil» como con una plantilla «un poco más corta». Pero subraya, en cualquier caso, que «en todas las posiciones hay una competencia máxima, que es lo importante. Además, también hay gente de abajo que nos está ayudando, como Troncho o Alday, que pueden tener minutos y oportunidades. Esa plantilla más corta nos permite dar más valor y oportunidad a los chicos jóvenes». Insiste en que «tenemos la capacidad para afrontar todos los detalles en una temporada durísima» y añade una ventaja que no existió la temporada pasada, la existencia de una «base sólida» y, en consecuencia, «el conocimiento del cuerpo técnico de los ugadores, una tarea que el año pasado nos costó algo más al principio. Este año la tenemos avanzada, algo importante para dar consistencia al trabajo y las ideas». Destaca, en este sentido, que «ha habido diez incorporaciones» pero «sobre todo damos valor a que hemos mantenido la base que nos llevó el año pasado a depender de nosotros mismos hasta la última jornada. Ha habido alguna baja, importante, pero damos valor a la gente que ha querido seguir e ilusionarse con este nuevo proyecto. Hay que estar satisfechos de mantener toda la fuerza de la plantilla pasada con los retoques que considerábamos oportunos» y se congratulaba, a este respecto, por la renovación de Sergio o el regreso de Chema y Leschuk, antes cedidos y ahora en propiedad.
Ha sido más complicado entender por qué no se ha fichado a un mediapunta específico, un objetivo reconocido por el club y que se reveló más importante tras la marcha de Expósito. Palacios cree que Aketxe «este año está teniendo un protagonismo mayor, Javi (Muñoz) puede adelantar su posición, Vadillo, Stoichkov, Quique puede jugar como segunda punta… Creemos que hay suficientes alternativas. Siempre hemos estado atentos al mercado pero no hemos encontrado esa situación y teníamos también mucha confianza en los jugadores que ya teníamos que pueden jugar en esa posición».
Y más difícil aún de entender es el fichaje de Luca Zidane, que eleva a tres el número de porteros de la primera plantilla. Una situación, sobre el papel, difícil de gestionar y que, curiosamente, coincide con una reducción en el número total de efectivos. «Siempre estamos abiertos al mercado y a intentar subir la competencia y el nivel del grupo, que es lo más importante. Nos atrajo que podía ser nuestro en propiedad, que tiene margen de progresión y que tiene unas características distintas a las de Yoel y Ander. Puede chocar que haya tres porteros pero en el fútbol actual ha cambiado esa mentalidad, en todas las posiciones se busca la competencia máxima», ha dicho.
No se ha mostrado especialmente preocupado por esta situación el propio Luca Zidane, que ha sido presentado oficialmente en Ipurua. «Cuantos más porteros con nivel, mejor para el equipo; tener competencia es bueno para uno mismo y para el equipo», ha señalado el futbolista, que se ha mostrado «contento de estar aquí» tras un «mercado largo para mí. Me hubiese gustado poder incorporarme antes pero ha sido así y estoy contento de estar ya aquí. Tuve otras opciones pero cuando me llegó esta oferta, le comuniqué a mi agente que era la buena, le dije enseguida que era un club al que tenía muchas ganas de ir y que hiciera todo lo posible para estar aquí».
Zidane ha destacado que el Eibar es «un club histórico y humilde pero con mucha ambición, en el que cada jugador tiene que trabajar mucho» y al que aportará su «disposición». «Creo que con mi forma de ser y el nivel que puedo dar, puedo aportar mucho al equipo».
Récord de abonados
Jon Ander Ulazia, por otro lado, ha destacado el buen arranque de temporada en dos vertientes. En la deportiva, pese al pinchazo del Leganés, con un equipo que ya ha sumado siete puntos ofreciendo una buena imagen en muchos momentos; y en la social, con récord de abonados.
«El dato de asistencia al partido contra la Ponferradina (4.480 espectadores) es excepcional, estamos en récord de abonados, rozando los 6.000, y la gente se sigue abonando. La asistencia contra la Ponferradina, con todos los peros por ser en agosto, hubiese entrado en el top 10 de la temporada pasada. Y si la comparamos con la temporada 13/14 del ascenso, no hubo una entrada mejor. Confiamos en seguir en esta senda». En lo que respecta a los abonados, «estamos enfocados a conseguir los 6.000 y a la campaña de renovación de enero para intentar mantener esta cifra, una tarea que creemos complicada», ha confesado.
Seis entrenamientos
En el plano deportivo, el Eibar descansa hoy pero completará seis entrenamientos en una semana larga ya que el partido frente al Granada se disputará el lunes (21.00). Gaizka Garitano no podrá contar con Rober Correa, expulsado en Butarque, y la duda reside en saber si Venancio, que se lesionó contra el Villarreal, estará en condiciones de regresar.